Ushuaia: el final del camino

15 octubre, 2023

Después de un año y dos meses acaba el viaje. Llego a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, después de recorrer el interior de Argentina por la legendaria carretera 40. Una ruta que bordea los Andes y sus pueblos; pequeños mundos aparte. El paisaje transita por humeantes montañas. Esto que llamamos América también es una necedad  

Texto y fotos: José Ignacio De Alba

USHUAIA, ARGENTINA.- El final del viaje se dispuso como el último de los desafíos, desde Buenos Aires hasta Ushuaia hay más de tres mil kilómetros. Con la agravante del invierno austral acometiendo caminos, aislando pueblos y helando caminatas. Pero también me regaló algunos de los paisajes más hermosos de todo el recorrido por América. La Patagonia, es una geografía extrema que se reserva para sí misma.

13 de septiembre de 2023

Días 395.

Salí de Buenos Aires rumbo a Bariloche, pero pronto me desencantó de esta localidad dedicada al turismo de “deportes blancos”, casi escribo deportes para blancos y no me hubiera equivocado. La nieve tiene esa lucides extravagante, para el turista con plata. Sobre todo, para el que llega de un país donde la nieve solo se puede ver por televisión.

La ciudad bordea la laguna Huapi, tan bravía que ni la temporada invernal logra congelarla, con los ventarrones el agua entra galopando hasta la costanera. El sitio está rodeado de montañas copadas de nieve, los pinos que parece resistirlo todo abarcan el paisaje.

Barlioche es uno de los sitios más turísticos de América del Sur, le dicen “la Suiza Argentina” y los argentinos se la creen. La gente viene a tomarse foto a las construcciones con estilo alpino, un señor trajo un san bernardo con un pequeño barrilito de madera en el collar y hace buena fortuna prestando al animal para las fotos.

Antes de ser turística, Bariloche, fue un pueblo remoto, escondrijo de algunos nazis, que huían de sus crímenes cometidos en la Segunda Guerra Mundial. El más famoso fue el capitán de la SS Erich Priebke, quien vivó bajo otro nombre en esta ciudad. Aquí fue un honorable ciudadano, hasta que su pasado fue develado por un periodista. En 1995 el criminal fue enjuiciado en Europa.

Se dice que hay más nazis en las tierras patagónicas, también se han convertido un poco en una leyenda negra.

Otro colono incómodo fue Toon Maes, un nazi fugado que en Bariloche se dedicó a la pintura, de hecho, se le considera uno de los mejores pintores de la Patagonia. Pero el pasado de Maes ha convertido su obra en un arte prohibido, sus cuadros se encuentran en poder del gobierno Argentino. Los lugareños han logrado que los paisajes y retratos figurativos de Maes no se expongan. ¿Se debe [puede] separar al autor de la obra?

En Bariloche entro a un sitio para comer y me ofrecen el menú del día: goulash con spaetzl, la gastronomía no esconde nada.

20 de septiembre

Día 402.

Hacia el sur el clima empieza a imponer los ritmos de viaje, pero nadie aquí parece entender lo que sucederá. Por el cambio climático, el invierno llegó tarde y se volvió intolerable. Una mañana con nieve, por la tarde hay sol y por la noche llueve. Los caminos se troncan, a veces hay que esperar un par de días para seguir hacia el sur.

Elijo recorrer la carretera 40, el camino que viaja por el interior de Argentina. Su recorrido faldea por los andes y cruza un territorio dejado. El camino se vuelve ripio y de pronto la ruta solo es clara en los mapas.

* * *

Se le llama la Patagonia, porque la expedición de Fernando de Magallanes (1519) en la primera circunnavegación del mundo, bordeando el Cono Sur encontró en una colina, cercana a la costa a un hombre grandísimo. Les pareció a los tripulantes un gigante, las crónicas -que todo lo exageran-, lo describen del doble de tamaño de un europeo. Antonio Pigaffeta, escribió:

“tal era la talla de aquel hombre, que solo llegábamos a la altura del cinturón. Tenía esbeltez, colorado el ancho rostro, y pintados alrededor de los ojos unos anillos verdes y una mancha en forma de corazón sobre cada mejilla. Su pelo era corto y blanco. Le cubrían unas pieles de animales cosidas entre sí”.

A los navegantes les sorprendió la enormidad de aquellos pies, por esa razón bautizan a los indígenas de la región como patagos y a su tierra Patagonia.

Pienso que la Patagonia sigue siendo un mundo extraño, incomprendido, misterioso. Planicies de estepas, ríos de azul intenso, montañas rocallosas, masas de glaciares y una vegetación que se pierde en bosques.

De hecho, fue un territorio inalcanzado por la formación de países. Argentina y Chile intentaron empujar sus límites hacia el desconocido sur, una carrera que mantiene a ambos países en conflicto. Ambos se disputan los campos de glaciares patagónicos, como si fuera posible habitarlos.

Aunque la geografía impone siempre, Chile no puede sobreponerse a los andes y queda encerrada en el oriente. Aunque logró persistir sobre el territorio marítimo y hoy posee parte del canal de Beagle y se vuelve preponderante en Tierra del Fuego.  

Podríamos decir que hoy la disputa sigue alargándose aún más al sur. Sobre la Antártida, el sitio más inhóspito de la tierra. Sobre ese desierto polar hay controversias y alegatos de propiedad de países de todos lo continentes, como los hay sobre la luna. Que necedad.

21 de septiembre

Día 403.

Llego hasta el paralelo 42 y me quedo un par de días en El Bolsón. Hacia el sur el continente se va despoblando. El viaje se vuelve contemplativo, me encuentro algunos pueblos rurales, encerrados en su pequeño mundo de simplezas.

Son tierras recientemente pobladas, habitadas por migrantes que se aventuran hacia el sur, empujados por la necesidad de poseer algo. Pero aquí la gente se auto adscribe como “colono”. Interesante que el hombre blanco le rehúya a la categoría de migrante. Estas son las pequeñas épicas humanas que van expandiendo las fronteras del mundo.

En estas tierras todos son forasteros. En algún pueblo la policía me detiene “me reportaron que hay un extraño rondando en las calles”, me dice el oficial. Le respondí: “pues debo ser soy yo”. Con esa franqueza nos tomamos confianza y terminé en la cabina de la patrulla tomando mate, ese hermoso y pequeño ritual de convivencia sudamericano.

El mate nos pone parlanchines y el patrullero me cuenta la historia de la formación del mundo, según los tehuelches:

Hubo un tiempo en que en la tierra solo había una densa y húmeda niebla. En ese momento miré por la ventanilla y el mundo era justamente así: humosa nieve, el sol apenas una mancha de nubes cromadas. Pues en aquel mundo primigenio solo había un dios llamado Kóoch.

Un día en aquella nada, Kóoch, que nunca había necesitado a nadie y gozaba de su vida ermitaña, se sintió por primera vez solo. El sentimiento de tristeza fue tan fuerte que Kóoch empezó a llorar, fueron tantas las lágrimas que derramó que inundó al mundo, hasta formar los mares.

Después Kóoch se cansó de llorar y suspiró tan hondo que formó al viento que barrió las tinieblas. Para ver con más claridad, el dios solitario abrió de tajo las nubes y creó al sol de un chispazo. De a poco el mundo volviendo vital, los animales se volvieron sus guardianes.

Pero aquí la historia se vuelve trágica, cuando Kóoch vio terminada su obra y estuvo acompañado creó un mundo aparte y se largó, para estar solo, otra vez. Ese sitio solitario es la Patagonia

Me siento como Kóoch, a veces tan solo y dichoso, a veces tan acompañado e infeliz. El patrullero casi me hace llorar, pobre Kóoch.

Le pregunto al oficial si es Tehuelche y me responde que sus abuelos fueron una mezcla de mapuches y tehuelches, que con el aniquilamiento de pueblos indígenas en la Patagonia los nativos empezaron a formar colonias mezcladas. Muy poco queda de los pampas, ranqueles, huarpes, puelches, tehuelches y mapuches.

El patrullero me asegura “yo no sé quién soy”. Me parece que él y yo hacemos una combinación peligrosa.

Después de varias cebadas de mate dejo la patrulla de la melancolía.

22 de septiembre

Día 404.

Pienso en los contrastes de la geografía, cuando inicié el viaje en Belice y Guatemala, pequeños países agazapados en la selva tropical de Centroamérica. Hoy avanzo lento y cuando camino la nieve me llega a las rodillas. Con la misma ropa que inicié el viaje le tengo que hacer frente al frío, que en algunos lugares llega a menos diez grados bajo cero.

Siempre encuentro el calor en una cocina o en una habitación con calefacción de leña, rodeado de desconocidos. Una de las partes más difíciles del viaje ha sido tener que despedirme de los amigos que voy haciendo. Al final intento rehuir a conocer personas para evitar las despedidas. Pero para seguir el viaje son indispensable los demás.

23 de septiembre

Día 405.

Trevelin es un pueblo fundado por galeses. Uno de los lugares más extraños en mi recorrido hacia el sur. Los letreros de las calles están en español y galés, una rareza latinoamericana. Mientras que en Reino Unido se pierde el idioma, en América sobrevive. Estos migrantes partieron desde Liverpool en 1865, huyendo del imperialismo británico.

Los galeses arribaron inicialmente a Puerto Madryn, Argentina, se instalaron a orillas del rio Chubut. Pero de a poco fueron moviéndose continente adentro, en busca de mejores tierras. Al final fundaron varias colonias en la Patagonia. Hoy, este lugar es famoso por sus plantaciones de tulipanes y por sus molinos de piedra.

Hay algunas casas para tomar té, entro a Naim Maggie (abuela Maggie). Me ofrecen una bandeja con una exquisita tarta de crema galesa y té negro cortado con leche. Platico con uno de los propietarios del lugar, pero el hombre apenas y se entera que soy mexicano y cambia la conversación de la aburrida historia de sus abuelos pobres llegados a América y me empieza a hacer un montón de preguntas sobre la serie de Narcos.

Odio el imperialismo cultural mexicano; desde el Chavo del 8, las telenovelas y Narcos. Hasta este rincón del mundo llega nuestra basura televisiva. La imagen del país en el exterior se remite a nuestro entretenimiento barato.

* * *

Se sabe que los tehuelches fueron solidarios con estos migrantes europeos, ellos fueron los que les enseñaron a sobrevivir en estas tierras australes. Pero a los pocos años el gobierno de Argentina organizó un genocidio, poco contado, contra los pueblos indígenas de la zona.

Se le llamó la Conquista del Desierto, los límites geográficos de Argentina se crecieron en el Chaco, la Pampa y la Patagonia con el extermino de comunidades. Esto fue a finales del siglo XIX.

Muchos nativos fueron mandados a “colonias pastoriles” para ser aculturados, otros fueron empleados para trabajos forzados. Los que más se resistieron fueron asesinados. Todas las tierras fueron tomadas por el Estado, así se formó el país más grande de Hispanoamérica, pero también así se formó América.

Conecto que en los mismos años en que se llevó a cabo la Conquista del Desierto, en México el gobierno de Porfirio Díaz llevaba a cabo un proceso parecido contra las comunidades mayas de Yucatán y con los indígenas del norte del país. El Siglo de las Luces tuvo un efecto, de pronto, fulminante en América Latina.

25 de septiembre

Día 407.

En la costa de San Julián, las naves de Magallanes tuvieron que esperar cinco meses a que el invierno terminara de arremeter. Luego, aquellos navegantes, siguieron hacia Tierra de Fuego. Algo similar me sucede en el pueblo de Los Antiguos.

Me quedo varado por el cierre de caminos y la nieve, es un pueblo de aficionados de la pesca del salmón. Además, en el lugar se dan cerezas gigantes, los lugareños dicen que son las mejores del mundo y debe ser cierto. Desde hace un par de años China le compra toda la cosecha al pueblo.

Finalmente llego a Perito Moreno y consigo llegar a las pinturas rupestres que mejor se conservan en la Patagonia. Escenas de cacería y cientos de diseños de manos que perduran después de diez mil años. Una botella en el tiempo, con un mensaje indescifrable.

26 de septiembre

Día 408.

En El Chaltén, el paisaje es dominado por el Fitz Roy, un promontorio rocoso, que da entrada al campo de glaciares patagónicos. Argentina le llama a al lugar “la capital nacional del trecking”.

Aquí conozco a tres chilenos y dedicamos a hacer escaladas en los alrededores. Atesoraré para toda la vida el día que caminamos kilómetros, más allá de los senderos marcados para caminar y llegamos hasta una zona de glaciares. Nos sentamos en las piedras que dejó un derrumbe y compartimos comida y mate, mientras nos dedicamos a escuchar los estremecedores desprendimientos de hielo.

Días después experimentaré una sensación parecida en Calafate, cuando visité el Glaciar Perito Moreno. Este lugar los desprendimientos son tan grandes que equivaldría a ver caer un edificio al agua.

30 de septiembre

Día 412.

Después de varios días llego hasta Río Gallegos, el fin de la América continental. El autobús sube a un transbordador para cruzar el Estrecho de Magallanes, el lugar por donde la empresa portuguesa logró pasar del Atlántico al Pacífico. Desde la plataforma del ferry veo algunos delfines. Aquí los mares se encuentran, por fin.

Me adentro a la isla Tierra del Fuego, llamada así porque los primeros barcos que pasaron por aquí describieron que desde las embarcaciones se alcanzaban a ver el fuego que mantenían los nativos del lugar, los Yagán.

2 de octubre de 2023

Día 414.

Llego a Ushuaia. La gente le llama el “fin del mundo”, lo que en realidad no tiene sentido. La tierra es redonda y nunca acaba. Pero nos gusta pensar que tiene un término, que se completa en un punto.

Yo aquí a completo mi viaje: fin del camino.

* * *

Lo único que no cambió en más de un año fue viajar hacia el sur. Bajé de peso, me enfermé en el trópico, sufrí el mal de altura en los andes, me asombraron sus desiertos, nadé con tiburones, navegué cientos de kilómetros en ríos, subí montañas y también recorrí las minas que se remontan en sus entrañas. Conocí el vuelo del cóndor. Lluvias, calor, humedad y el frío. Muchas veces tuve miedo, pero siempre me conmovió hasta las lágrimas la generosidad de la gente.

Hice amigos, me despedí de todos, caminé en soledad y el frío hizo el viaje más desesperado. Pero la Patagonia estuvo ahí para deslumbrarme con su belleza. Fracasé en prácticamente todos los planes. Aproximadamente cada tres meses tuve que cambiar de zapatos. Noches en autobueses, esperar, caminar, descansar siempre a medias. Comer lo que se encuentra, cocinar lo que se puede, a veces no comer. Pero también delatarse con los moluscos chilenos, la riqueza de la comida andina, la carne argentina, el mate. Anécdotas, decenas de pueblos que ya no recuerdo, el estallido de un volcán y ver el amanecer a 6 mil metros sobre el nivel del mar. Esta crónica de viaje, que a veces odié, de pronto muy personal, a veces fue un diario sin protagonista.

Otros viajeros; otros caminos. El millón de sitios que no conocí. Las citas del futuro que nunca sucederán. Mi casa en México que tendrá que ser muy grande para pagar tanta generosidad.

*El 15 de agosto de 2022, José Ignacio De Alba emprendió un camino de miles de kilómetros en busca de las historias de una América latina inexplorada: la de sus márgenes y sus periferias. El viaje arrancó en Belice, nuestro pequeño y extraño vecino del sur. Más de 18 mil kilómetros después llegóa Ushuaia, la ciudad más austral del continente

El 15 de agosto, José Ignacio De Alba emprendió un camino de miles de kilómetros en busca de las historias de una América latina inexplorada: la de sus márgenes y sus periferias. El viaje arrancó en Belice, nuestro pequeño y extraño vecino del sur. El objetivo es llegar a Ushuaia, la ciudad más austral del continente, a través de veredas y rutas olvidadas, donde se pueda contar la vida cotidiana de la gente común. En este espacio iremos publicando las historias que irá encontrando…

Inicio

Historias

 Foto José Ignacio De Alba

Hacer las maletas

Con Guatemala, nuestro otro país fronterizo hay bastantes parecidos. Belice, en cambio, es un país que se siente como isla, a pesar de estar atado al continente….

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto José Ignacio De Alba

Guatemala: un paraíso que no es igual para todos

La generosidad de la gente en esta zona, de la que solo sabemos por las tragedias, es abrumadora. Los turistas, en cambio, provocan aversión. Vienen a que les sirvan en inglés, a viajar sin el esfuerzo de entender. Me confunden con gringo y niego al imperio en todas sus formas…

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto José Ignacio De Alba

Resistencias guatemaltecas: quichés enfrenta a una empresa sin rostro; y garífunas reescriben su historia

Los pescadores quiché perdieron pangas, redes y libertad por defender el lago del cual han vivido durante generaciones. Su resistencia se enlaza con la de los negros Garífuna de Guatemala, que han decidido relatar una historia alterna a la de ser esclavos

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto Ximena Natera

24 horas en Honduras: un retrato de la desigualdad

Unas cuantas horas en Honduras bastan para mirar lo disminuido que está el régimen de derechos en Centroamérica. Las revisiones en este país expulsor de migrantes son un atisbo de lo que viene (El Salvador y Nicaragua). Por error llego a la ciudad más peligrosa del continente…

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Ascenso al Fuego 

Esta es la crónica del ascenso a uno de los volcanes más activos del mundo, al que sus pobladores tienen como un prodigio por regalar tierras fecundas, mientras los turistas temen a su iracundo estallido…

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Centroamérica: las fronteras del abandono

El Triángulo norte de Centroamérica –Guatemala, Honduras y El Salvador- es una zona fragmentada, con una historia hermana. Un lugar donde la marginación y la desigualdad conviven como en tiempos coloniales

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Costa Rica: Un país que cambió las armas por los chapulines agrícolas

Como una premonición Cristóbal Colón nombró este lugar como Costa Rica. A este pequeño país le llaman la Suiza de Centroamérica. ¿Cuál es su secreto?

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Cabécares: la otra Costa Rica

Los pueblos indígenas representan 2 por ciento de la población de Costa Rica. Durante años, sus territorios se mantuvieron ignorados. Pero con el desarrollo exacerbado. estas zonas se encuentran en la mira de capitales privados. Este es un camino que hace cada semana un maestro para llegar con los Cabécares

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Panamá: el imperio afincado en una distopía

Panamá es el centro bancario más grande del mundo, después de Suiza. Un paraíso fiscal, diseñado para esconder fortunas y un país hecho a la medida de los intereses de Estados Unidos

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Un viaje al centro de Abya Yala

Unas 30 mil personas viven en 35 de las 365 islas del archipiélago de Guna Yala, el territorio de un pueblo montañero de la selva del Darién que hace más de un siglo llegó al Caribe panameño huyendo de enfermedades y terratenientes. En su lengua, Abya Yala es la forma de nombrar América y otros pueblos del continente han reconocido esa autonominación. Paradójicamente, se considera que será el primer pueblo indígena desplazado por el aumento del nivel del mar debido al calentamiento global. Esta es la crónica de un viaje a esa tierra

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Colombia: Los guardianes de la Sierra Nevada

La Sierra de Santa Marta, una de las regiones más biodiversas de Colombia, es resguardada por cuatro pueblos indígenas que han logrado conservar su cultura y sus sitios sagrados a pesar de las amenazas que representan la coca, la minería y el turismo

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Ciudades en disputa

El campo y la ciudad son modelados por el acaparamiento. La gente habita espacios, pero su derecho a construir futuro (autodeterminación) está roto. La batalla por los recursos no sólo está en el mundo rural. ¿Por qué los latinoamericanos, casi como ninguna región, nos movemos a las metrópolis?

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Ecuador: un país de latitudes y cumbres

En Ecuador pasa una línea imaginaria: la línea de la mitad del mundo. Es el punto medio entre el norte y el sur de la tierra. Un país que cabe en el estado de Chihuahua es, además, una escalada de la geografía: Los Andes se desprenden escabrosos hasta llegar al Chimborazo, el punto del planeta más cercano al sol

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Las Galápagos, un viaje al pasado de la tierra

Este es un laboratorio viviente. Uno de los sitios más excepcionales del mundo, donde la vida prevalece en sus formas singulares. Pero también es un recordatorio sobre la fragilidad y la destrucción provocada por el progreso desmedido

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

“Sin salsa no hay paraíso”

Llegar a Colombia implica sumergirse en un mundo de melodías. No hay otro país en América que venere tanto a la música. Colombia está definida por sus composiciones, una patria de juglares, músicos y bailarines. El cencerro, la maraca, los timbales y la conga sintonizan la balada feliz de una patria que rehúye a la tragedia que la persigue

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Barranquilla y Joselito Carnaval

El Carnaval Barranquilla, el más importante de Colombia, no es cosa menor. La gran fiesta congrega a millones en una euforia explosiva de cantos, bailes y disfraces que componen al país más festivo de Latinoamérica.

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Una piedra en el zapato llamada Venezuela

Venezuela parece destinada a la inmortalidad. Un país-leyenda, que siempre ha encarnado gestas heroicas. Hoy también, es un país quebrado. Una nación demonizada, que ha pagado duramente la afrenta de buscar revivir el sueño socialista

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Una luciérnaga llanera

Venezuela convirtió los viajes en autobuses en una enorme aventura. En un con la infraestructura carretera abandonada, los pasajeros se convierten en camaradas, los choferes se vuelven mecánicos, y el camino, un anecdotario de descomposturas, vacas muertas y retenes

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Uno y mil ríos: un recorrido por el Amazonas

América Latina tiene la selva tropical y la región con más especies de seres vivos en el mundo. Nueve países comparten este corazón verde, atravesado por la línea ecuatorial. Después de cientos de años de ganadería y explotación, la Amazonia se conserva inasible, indómita, inabarcable

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Perú, el occidente  extremo de Sudamérica

México y Perú guardan muchos parecidos. Desde sus florecientes pueblos prehispánicos, hasta el proceso de colonización. Incluso la comida. ¿De dónde proviene el maíz? Ambos países se agencian la domesticación del grano y ni siquiera los genetistas han encontrado la respuesta definitiva

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Viaje al ombligo del mundo

Según los pueblos andinos, desde Cusco parten todos los caminos de la tierra. Los Incas construyeron en este lugar su capital y formaron el imperio más grande de América; que se extiende en lo que llamaron Tahuantinsuyo

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Bolivia; sin miedo a la claustrofobia

La geografía pude aislar en extremo, también las líneas limítrofes. Bolivia se localiza en la recóndita zona andina, pero está encerrado entre países que le negaron una salida al mar. Esta incomunicación engendró un país tan original que cuesta trabajo descifrarlo

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Seis mil 88 metros. La cumbre del Huayna Potosí

Esta es una crónica sobre el ascenso a una de las montañas más altas de Bolivia. Un viaje a la Cordillera Real andina y su centenar de picos nevados. Un camino arduo sobre el techo del mundo, que de pronto adquiere los rasgos de un infierno glacial

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Bolivia y la maldición de los minerales

Esta es una crónica sobre el ascenso a una de las montañas más altas de Bolivia. Un viaje a la Cordillera Real andina y su centenar de picos nevados. Un camino arduo sobre el techo del mundo, que de pronto adquiere los rasgos de un infierno glacial

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Chile. Besar la cicatriz para sanar

Se cumplen 50 años de varias dictaduras sudamericanas. El continente también fue escenario de la Guerra Fría, cuando las fronteras geográficas se convirtieron en barreras ideológicas. En Chile, camino por un país aún herido por el golpe militar 

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Argentina: un quilombo de país

En el país más grande de Hispanoamérica conviven la euforia de haber ganado la Copa del Mundo y la zozobra de una economía en bancarrota. En tiempos tan contrariados la gente se tienta por salidas desesperadas; un chiflado encabeza las preferencias para ganar las elecciones

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Ushuaia: el final del camino

Después de un año y dos meses acaba el viaje. Llego a Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, después de recorrer el interior de Argentina por la legendaria carretera 40. Una ruta que bordea los Andes y sus pueblos; pequeños mundos aparte. El paisaje transita por humeantes montañas. Esto que llamamos América también es una necedad  

Por José Ignacio De Alba

Leer más

 Foto  José Ignacio De Alba 

Epílogo de un viaje de 14 meses y 18 mil kilómetros

Antes de volver a México, después de recorrer 18 mil kilómetros hacia el sur, paso unos días en Sao Paulo. La ciudad más grande de Brasil es un buen sitio para reflexionar sobre algunos aprendizajes sobre el recorrido de más de un año por Latinoamérica

Por José Ignacio De Alba

Leer más

Entrevista con el autor

 Foto Isabel Briseño

“Al periodismo mexicano le hace falta quitarse complejos”

A unas horas de iniciar un camino de miles de kilómetros hasta La Patagonia, en busca de historias periféricas de América Latina, José Ignacio De Alba, uno de los fundadores de Pie de Página, habla de los retos que enfrenta la generación de periodistas que nació con la revolución digital

Por Daniela Pastrana

Leer más

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).