Adriana Guzmán, feminista comunitaria aymara, advierte: lo que está en juego en Bolivia no es la silla presidencial o el regreso de Evo Morales, sino la intención de una nueva colonización sobre los pueblos indígenas. Cuestiona el feminismo que, desde la academia, es incapaz de ver un movimiento indígena y manda un mensaje al Evo: «los muertos no se negocian»
«Este no es sólo un golpe al Estado; es a los pueblos»
