Tras el sismo de 2017, con libreta en mano, la psicóloga Luz Divina tocó casa por casa en Juchitán para hacer contención emocional. Escuchó a mujeres llorar por su casa colapsada, a familias que perdieron a un ser querido y a personas sobrevivientes a quienes la ansiedad les carcomía el alma. Ahora sus recorridos se extendieron por otros pueblos del Istmo
Nos cuidamos entre nosotras después del sismo












