En lo que toca al medio ambiente, el actual ha sido un sexenio perdido. Hay que perder toda esperanza de que desde el poder vendrá algo: más bien habrá que conquistarlo desde abajo, retomar una lógica de combate a la que renunciaron muchos actores y organizaciones ambientalistas pensando que aliados con los gobiernos podrían lograr más que confrontándolos
Renunciar a la esperanza para tener un porvenir












