Muchos problemas no se resuelven con la nacionalización del litio, como los de los despojos a comunidades y el altísimo impacto ambiental de la extracción de ese polvo blanco con el que se hacen baterías, sobre todo por su enorme uso de agua. Sin regulación adecuada, sin imposición de la ley, la minería del litio será más destrucción y despojo, y no más bienestar.
Ganar el litio y perder el agua












