Los policías, estatales o municipales, son parte de dependencias debilitadas y corrompidas, sin profesionalización y nulo crecimiento laboral; situación que propicia que algunos policías terminen sirviendo a la delincuencia organizada. Tras la muerte de cada policía, el acceso a sus derechos termina siendo un largo camino para sus familias. Esto es lo que sucede en Jalisco
Policías: el eslabón débil en el combate a la delincuencia
