Santa Úrsula de Coapa es uno de los pueblos originarios de Ciudad de México y se le debe de consultar sobre cualquier obra que impacte en su territorio. En el 56 aniversario del Estadio Azteca, vecinos acusan que su voz no fue escuchada en el nuevo Proyecto inmobiliario en la zona y exigen que el Instituto Electoral realice la consulta
Texto y fotos: Alejandro Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO. – Ruth nació en los pedregales de Santa Úrsula de Coapa, en Coyoacán. Sus primeros recuerdos, relata, son las historias que le contaron sus padres. Picar piedra, construir su casa, pelear por la vivienda. Otra memoria, dice, es cuando llegaron las retroexcavadoras a construir el mítico Estadio Azteca en 1966.
A partir de ese momento la vida en Santa Úrsula no fue la misma. El agua comenzó a escasear; y, paulatinamente, cientos de automóviles comenzaron a llenar los pequeños callejones que comunican las casas de la colonia.
“Los problemas aquí no son nuevos”, dice, mientras decenas de vecinos se agrupan frente al mercado de Los Pescaditos, en el corazón de la colonia. Llegan con lonas, bocinas, megafonos. Van a protestar ante el 56 aniversario del estadio que ha dejado a su colonia sin agua.
“Siempre hemos peleado por el agua; siempre, desde que construyeron el estadio, nos hace falta. No es que estemos en contra del fútbol, pero sí de que nos dejen sin agua”, agrega.
Este 29 de mayo, el coloso de Santa Úrsula (manejado por grupo Televisa) cumplió 56 años; en el marco de este aniversario, habitantes de los Pedregales salieron a las calles; pues así como en 1966, señalan, hoy el mítico estadio de fútbol es un monumento al despojo y el saqueo de los recursos de las colonias que lo rodean.
“Ahora tienen otro proyecto, que quiere gentrificar la zona; pero aquí seguimos sin agua”, comenta Ruth, mientras en el fondo sus vecinos comienzan a marchar.
Tras anunciar que México será sede del mundial de fútbol en 2026; Grupo Televisa no escatimó en elaborar una ambiciosa propuesta para la catedral del fútbol mexicano: el Estadio Azteca.
El proyecto contempla la construcción de una plaza comercial con un estacionamiento de siete niveles, y un hotel junto al recinto. Para esto, además de la realización de una serie de obras de mitigación que corresponderían al gobierno de la Ciudad de México, los empresarios necesitan acceder a seis pozos de agua presentados como obras de mitigación pero que los vecinos advierten que buscan sólo el beneficio del proyecto inmobiliario
“Ellos quieren seis pozos, para Santa Úrsula solo tenemos uno, y tenemos escasez. En vez de apoyar estas iniciativas que nos despojan del agua, el gobierno de la ciudad debería resolver, primero, las necesidades de los Pedregales”, dice Ruth.
Como lo documentó Pie de Página el 22 de enero, cada uno de estos pozos tendrá una capacidad de extracción de 50 litros por segundo, y un permiso de extracción de 1 millón 576 mil 800 metros cúbicos de agua por año. De esta cantidad, el 80 por ciento estará destinada a satisfacer las necesidades de las colonias aledañas, como una meida de mitigación propuesta por el proyecto del Estadio Azteca.
No obstante, y aunque el proyecto especifica que el restante del líquido (9 mil litros) se destinará a las necesidades del Estadio; no detalla cómo se obtendrán los 306 mil litros de agua que les faltarían para abastecer su demanda de agua. Aunque esos seis pozos son parte de las medidas de mitigación que las empresas presentaron para beneficiar a las colonias aledañas, los vecinos rechazan que vaya a ser así.
Desde su anuncio, el cual fue comunicado a los habitantes de Coapa en octubre de 2021, el proyecto fue cuestionado por ellos.
Santa Úrsula de Coapa es uno de los pueblos originarios de la Ciudad de México; por ende, se le debe de consultar de manera formal cualquier obra que impacte en su territorio. Esto, acusan, no se hizo.
“No nos consultaron, y es nuestro derecho como pueblo. Lo que hicieron (Televisa y la inmobiliaria Altavista Sur) fue hacer una encuesta por internet. Eso no es vinculante”, explica Ruth.
Asimismo, reflexiona, las modificaciones que incluye el proyecto “no tienen mucha relación con el fútbol”; pues para ella, así como para los vecinos de la zona, no se están modificando las gradas, camerinos o la zona de juegos, sino que “quieren hacer negocio con hoteles y plazas comerciales que aumentarán el aforo de personas en la zona”.
Esto, acusaron manifestantes mediante un comunicado, significa un tipo de desarrollo inmobiliario que consumirá el agua de la zona para que sea aprovechada por “restaurantes, spas, gimnasios, lava autos y eventos recreativos. Consumirá más litros que los residentes de la zona, quienes usan este servicio solo para las actividades domésticas básicas”.
Actualmente, de acuerdo con testimonio de vecinos como Ruth, hay personas a las que les falta agua en sus casas durante periodos de uno a cinco meses.
“Esto es lo más urgente, no el proyecto del Estadio, pero las autoridades no nos hacen caso, ven nomás el negocio”, añade.
Aunado a esto, las y los vecinos de la zona argumentan que otro de los problemas que acarreará este proyecto es en la movilidad.
“Actualmente, cuando hay eventos de fútbol o conciertos, la cantidad de visitantes al recinto impide acceder o salir de la zona. Incrementar los aforos de personas mediante un centro comercial y oficinas se ve como un riesgo; pues en caso de un siniestro, no habría rutas de evacuación suficientes y las calles aledañas son demasiado estrechas para contener a las más de 100 mil personas que llegan al Estadio”, dicen en el comunicado.
Ruth lo reafirma:
“Cuando hay eventos no podemos salir de nuestras casas; esto es riesgoso. Ahora ¿imagínate si ponen un centro comercial y un hotel? Va a ser imposible; pero las autoridades no hacen caso a nuestras demandas, están coludidos con Televisa”.
Ruth afirma que tanto el gobierno de Claudia Sheinbaum, como el nuevo delegado en Coyoacán, Giovanny Gutiérrez, están omitiendo acciones legales; y con esto, favorecen a los empresarios del Estadio Azteca.
“Giovanny no se ha pronunciado, ha dejado que los del Estadio hagan lo que quieran, aunque sea ilegal. Lo mismo con Claudia Sheinbaum, nos hemos manifestado ahí en el zócalo para que reciba nuestras demandas”, dice.
Entre las acciones que acusan las y los vecinos están, principalmente, el avalar la encuesta que promovieron la inmobiliaria Altavista Sur y Televisa. Esto, dicen, vulnera sus derechos fundamentales como pueblo originario, y también, dicen, su derecho humano al agua.
“No tenemos que pedirle al gobierno que nos escuche, están obligados a hacerlo, son funcionarios públicos. Primero que el dinero está nuestro derecho al agua, nuestros derechos como pueblo”, añadió una de la manifestantes.
La respuesta de los vecinos ha sido organizarse en comités por colonia; pues no solo es el pueblo de Santa Úrsula de Coapa el que se ha visto afectado por el desarrollo inmobiliario, con ellos están el Pueblo de Xoco, San Jerónimo, y decenas de colonias más.
Entre las acciones que han promovido desde sus asambleas destacan una solicitud de consulta ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
El documento, informaron, ya fue recibido. Ahí se señaló la hora y lugar de la consulta; así como la pregunta.
También, informan, con este mecanismo de consulta el IECM está obligado a instalar mesas de trabajo con los vecinos solicitantes. Sin embargo, esto no ha sucedido.
“Tenemos que seguir organizándonos, hacer asambleas por barrio, juntar a todos los pueblos que hemos sido afectados. Tenemos que ponerle freno a este desarrollo que nos afecta. Seguir saliendo a las calles, manifestarnos, ser masa”, dice uno de los manifestantes, mientras el resto de los vecinos clausuran simbólicamente el estadio.
Actualmente las asambleas vecinales esperan la respuesta del Instituto Electoral. Después, tendrán que reunir el 2 por ciento de firmas para hacer válida la consulta. Posteriormente, tendrán que recaudar el 15 por ciento de opiniones del padrón electoral de la zona para, definitivamente, frenar este nuevo proyecto.
“De todos modos, si se cumple eso, quedará pendiente que nos resuelvan nuestras problemática, pues como decía, habemos quienes pasamos hasta 5 meses sin agua, y no es solo por el estadio, sino por la gentrificación”, precisa Ruth.
“Esta acción fue prematura, no podíamos dejar pasar que se cumplen 56 años de que nos comenzaron a despojar de nuestro tertitorio, de nuestra agua. Pero seremos más, hay más manifestaciones en puerta”, concluye una manifestante, mientras el resto de vecinos gritan la consigna que, desde 1966, les ha acompañado:
“Agua sí, megaproyectos no”.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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