Las alternativas energéticas disponibles van mucho más allá de la empresa pública contaminante quemando combustóleo y las empresas privadas aprovechando el viento a costa de aves, insectos y murciélagos y despojando comunidades enteras a su paso. Es hora de mirar hacia adelante y emprender acciones verdaderamente transformadoras
Tras la reforma energética, mirar abajo y al futuro
