Desafiemos el mito de nuestros ancestros y esta Semana Santa metámonos a las aguas cristalinas de nuestras costas y altas montañas de la nación de la lluvia, y que los que logremos salir nos volvamos panes, y los que no, quizás por ser más pecadores, nos volvamos pescados, y así le demos un poco de comida a los niños y niñas indígenas de la montaña que tanta falta les hace
Que el hechizo de la Semana Santa traiga comida para los Ñuu Savi












