Después de un recorrido por el pueblo de Santa Úrsula de Coapa, delegados del Sistema de Aguas y Alcantarillado de la Ciudad de México reconocieron que Televisa tiene un pozo de agua a menos de 500 metros a la redonda del que abastece a las colonias de la zona. El pozo es para abastecer el proyecto Estadio Azteca, y contempla la extracción de 1 millón 576 mil 800 metros cúbicos de agua por año
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Jesús Almazán
CIUDAD DE MÉXICO. – Rubén Ramírez, megáfono en mano, calma las aguas de los pobladores de Santa Úrsula de Coapa. Les dice:
“Compañeros, hay que agotar todo el procedimiento institucional, todo lo que nos piden. Hay que hacerlo por la vía legal, para que cuando incumplan, no nos puedan reclamar de las acciones que tomamos”.
Frente a él, un grupo de poco más de diez mujeres y hombres de la zona asienten, mientras atrás, Alejandro Martínez, delegado del Sistema de Aguas y Alcantarillado de la Ciudad de México (Sacmex) toma nota en su libreta.
Todos están parados frente a un predio ubicado a unos metros del Estadio Azteca. El lugar, que en realidad parecen estudios de filmación en obra negra, esconde un secreto a voces.
“Aquí está el pozo de Televisa, el que dijeron que no estaba cerca del único pozo que tenemos en Santa Úrsula, donde nos falta el agua”, dice otro vecino al funcionario de Sacmex.
Alejandro Martínez, de Sacmex, entra con una comitiva de vecinos encabezada por Rubén Ramírez, autoridad del pueblo de Santa Úrsula de Coapa. Salen, y la primera declaración de Rubén es:
“El pozo existe, y está funcionando. Ahora falta corroborar que la concesión la otorgó Ocavam”.
Los vecinos, enojados, exigen explicaciones al funcionario de Sacmex, quien se limita a apalabrar reuniones con funcionarios de la dependencia, y del Organismo de Cuencas del Valle de México de Conagua (Ocavam), para seguir la ruta legal.
“Nosotros seguimos firmes, no queremos que este megaproyecto acabe con el agua de Santa Úrsula de Coapa, San Lorenzo Huipulco y de otras 13 colonias”.
En octubre de 2021 Televisa, junto al gobierno de la Ciudad de México, anunciaron el proyecto Estadio Azteca: un ambicioso plan de remodelación y construcción de megaobras rumbo a la Copa del Mundo de 2026.
El proyecto, en realidad, no es nuevo, sino que es parte de un proceso de reurbanización de la zona propuesto desde el la administración de Miguel Ángel Mancera.
Ahora, está previendo ocupar más de 10 mil metros cuadrados para construir una plaza comercial, hoteles y edificios con más de 100 mil metros cuadrados.
Para estas construcciones, el proyecto estima perforar 6 pozos de agua con una capacidad de extracción de 50 litros por segundo y un permiso de extracción de 1 millón 576 mil 800 metros cúbicos de agua por año.
Las concesiones, según los análisis de los vecinos, comenzaron a otorgarse a Televisa en 2019. Las otorgó el Organismo de Cuencas del Valle de México de Conagua, supuestamente transfiriéndole a la Televisora la concesión de un pozo inhabilitado en el Estado de México, a cambio de que una parte del agua extraída para fines privados se destine para la Ciudad de México.
Todo esto fue aprobado sin la consulta obligada a los pueblos y barrios originarios de la zona, como marca el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Y también, a costa de la escasez de agua que padecen varias colonias de la zona.
Un vecino, molesto, expresa un argumento de por qué no los consultaron:
“A nosotros nunca nos preguntaron si queríamos este proyecto, porque nuestra respuesta hubiera sido un rotundo no. El Estadio es un monstruo que vino a instalarse aquí para destruir, y para prolongar eso, ahora se quieren abastecer del agua del pueblo. ¿Quién aceptaría eso?”.
Y añade: “En el pueblo no tenemos un deportivo, ni consultorio, ni escuela, pero qué tal un estadio de lujo, para Televisa”.
El proyecto, acusan los vecinos, en realidad sólo encarecerá la zona y profundizará un proceso de expulsión de sus habitantes originales. Gentrificiación, dicen unos, pero los vecinos lo dicen más genérico: “es colonización”.
Leer más
Desde 1965, cuando el estadio llegó a Coapa, lo único que les ha acarreado a los habitantes de la zona son problemas, más que beneficios.
“En el 65 nos despojaron de las tierras para construir el Estadio azteca, y ahora nos quieren despojar del agua. No quieren que existamos”, reclama un vecino.
Tal vez, tiene razón.
Desde que el Estadio abrió sus puertas en 1966 la vida de los vecinos de Coapa y alrededores cambió por completo.
Parte de los problemas que ha reclamado la población es que, cuando hay eventos de fútbol o conciertos, los automóviles y la cantidad de visitantes impiden acceder o salir de la zona.
Ahora, con la pretensión de aumentar la capacidad de personas con un centro comercial, oficinas y hoteles, la molestia aumenta, junto con el riesgo.
Además de esto, la escasez de agua por periodos de uno a cinco meses, sumado al cierre de calles y tala de árboles, encienden las alertas de los vecinos.
Rubén Ramírez concluye:
“No queremos que nos pase lo mismo que al pueblo de Xoco con Mítikah, aquí todavía estamos a tiempo para detener esto, pero las autoridades deben respondernos. Debemos agotar todas las vías legales que nos exigen, todas las reuniones, visitas, recorridos. Si con eso no nos dan la razón, haremos otras acciones, y aquí están los funcionarios para que no digan que no les dijimos”.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona