Privatizar (más) o rescatar lo público: ¿Qué proponen los partidos para enfrentar la crisis de agua en la Ciudad de México?
28 abril, 2024
Después del segundo debate chilango las dudas quedaron en el aire ¿Cuál es la mejor propuesta para el manejo del agua en la Ciudad de México? Las respuestas, aunque muy parecidas, encierran una trampa: la privatización o el rescate de lo público
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Cuartoscuro y Jesús Almazán
CIUDAD DE MÉXICO.- De lo poco que se puede rescatar del segundo Debate Chilango entre quienes compiten por la jefatura de Gobierno, hay algo que parece quedar en segundo plano, aunque para la ciudadanía organizada es fundamental: privatizar o rescatar lo público en la distribución y acceso al agua en la Ciudad de México.
El segundo debate chilango reafirmó que, en realidad, los debates son un espacio muy limitado para conocer las propuestas de las candidaturas.
Aunque el tema era Agua y combate a la corrupción, en realidad lo que escuchamos de todas las candidaturas fueron ataques y descalificaciones enmarcados en la coyuntura política. Para las propuestas quedó muy poco espacio, limitado y eclipsado por los intentos de manchar a sus contrincantes.
¿Qué proponen las candidaturas al respecto? Aquí te contamos.
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Agua como derecho humano
De las plataformas políticas de los partidos, la única que plantea el acceso al agua como un derecho humano es la de la coalición Morena-PT-PVEM, encabezada por Clara Brugada.
En sus páginas se lee que, de ganar la elección, «garantizará el derecho humano al agua y se priorizará el consumo humano directo por sobre la comercialización para actividades industriales u orientadas al extractivismo; se evitará la sobreexplotación de fuentes superficiales y subterráneas y se asegurará la calidad del abasto».
Para esto, la candidata propone la mejora y construcción de infraestructura como plantas de bombeo y líneas de agua potable, así como la ampliación y rehabilitación de plantas de tratamiento, todo esto desde el presupuesto público. También, habló sobre la creación de un órgano ciudadano para vigilar el destino del agua en la Ciudad de México, aunque sus resoluciones no proyectan ser vinculantes.
En sus eventos de campaña, Brugada ha expandido más las generalidades de su propuesta, hablando sobre trabajos de coordinación con la próxima administración federal y la actual del Estado de México.
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Específicamente ha señalado que priorizará la rehabilitación de 11 fuentes de abastecimiento de agua de la Zona Metropolitana y la Ciudad de México, entre ellas la presa Madín, en Atizapán, y el Sistema Lerma. Además de ampliar la capacidad de almacenamiento de la laguna de Zumpango, en el Estado de México, y duplicar la capacidad de tratamiento de agua que actualmente tiene la Ciudad.
También, propone establecer «medidas obligatorias para el tratamiento de aguas y la utilización de agua de lluvia en los grandes establecimientos industriales, mercantiles y de servicios».
El reto no es menor, pues aunque el suministro de agua potable es de los servicios mejor calificaos en la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2021, con el 47.8 por ciento de la población encuestada, en las periferias de la Ciudad de México ha habido críticas hacia las administraciones pasadas por otorgar concesiones a empresas privadas y favorecer a la industria sobre las necesidades de las personas.
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El problema ¿es el dinero?
En su plataforma electoral, la coalición PRI-PAN-PRD, con Santiago Taboada a la cabeza, propone generalidades que difícilmente pueden desglosarse en un análisis a profundidad.
Por ejemplo, su propuesta para atender la crisis hídrica se engloba en la creación de un Consejo de Desarrollo Metropolitano, donde además de otras problemáticas como la seguridad y los asentamientos irregulares, se trabajara el abasto de agua y el saneamiento.
También, como la plataforma de Morena-PT-PVEM, la plataforma de Taboada afirma que se invertirá en la construcción de infraestructura para la captación de agua de lluvia y el mejoramiento de los sistemas de distribución y saneamiento.
La diferencia, es que para esto el PRI-PAN-PRD propone construir una plataforma para la inversión productiva de un plan a largo alcance «que sea detonador de la inversión y el financiamiento convocarse la participación del sector público, social y privado y dirigirse a sectores estratégicos, como el desarrollo urbano; infraestructura hidráulica, agua y saneamiento; movilidad, transporte público e infraestructura vial; mobiliario y equipamiento urbano, así como la inversión social productiva».
Es decir, las bases de asociaciones público-privadas que contemplen la participación en la construcción y mejoramiento de la infraestructura hidráulica, distribución de agua y saneamiento.
Este planteamiento va en consonancia con una de las pocas propuestas que mencionó en el debate, «hacer una inversión histórica». Y, más allá de las concesiones, permitir la entrada del sector privado en esto, algo similar a lo que hace el estado de Guanajuato, donde las industrias tienen programas de saneamiento de ríos e inversión en plantas de tratamiento para su aprovechamiento. Algo que ha generado desastres humanos y ambientales en los últimos años.
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La deuda internacional, ¿alternativa o privatización?
En su plataforma electoral, Movimiento Ciudadano, con Salomón Chertorivski a la cabeza, detalla un plan de saneamiento, tratamiento de aguas residuales y la captación de agua como alternativas para el desabasto y la sequía en la Ciudad de México.
Sus propuestas, al igual que las de sus pares, también se concentran en atender las fugas, y «asegurar el abasto de agua potable a toda la población de la Ciudad de México. Implementar una política de manejo ordenado de los recursos hídricos, corrigiendo el creciente estrés hídrico en buena parte de la ciudad».
La novedad es que Chertorivski propone «aumentar la capacidad industrial de la ciudad para potabilizar y reutilizar el agua a escala de mesociudad. Donde cada alcaldía, cuente con estas plantas como parte crucial de su seguridad estratégica».
El diablo, dicen, está en los detalles.
Para financiar sus acciones, Movimiento Ciudadano propone la creación de un fideicomiso único, «auditable, bajo estrictas reglas de transparencia, con dinero público, prestamos de la banca de desarrollo nacional e internacional y aportaciones de todo tipo, que financie la labor de un consejo especial para nueva gestión del agua en el Valle de México, cuyos miembros sean los principales expertos».
Es decir, de nuevo la apertura al financiamiento privado, no sólo para las obras de infraestructura, sino para una especie de think thank del agua.
El riesgo en esto, también está en que al abrir las puertas del financiamiento a los prestamos del Banco Interamericano de Desarrollo (como especificó en el segundo debate) y a otros organismos nacionales y privados, el endeudamiento de la Ciudad crecerá, y también estará sujeta a los lineamientos de éstos.
Particularmente el Banco Interamericano de Desarrollo, a través de sus distintos fondos y programas, condicionan la participación de empresas privadas como FEMSA para obtener el financiamiento.
Actualmente, en Chiapas, FEMSA ha sido acusada de extraer un millón de litros diarios de agua en el municipio de San Cristobal de las Casas. De hecho, ahí, la empresa ha sido acusada de impactar negativamente en el medio ambiente «con sus botellas plásticas», y además, de impulsar un proceso de neocolonización contra «las culturas de la región y ejerce injerencia ideológica a través de su mercadotecnia en las prácticas alimenticias de la población».
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Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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