El presidente reconoció que es necesario analizar con mayor profundidad el marco curricular común planteado para el nivel educativo que tiene la mayor tasa de abandono escolar

Texto: Daniela Pastrana

Foto: Dassaev Téllez Adame / Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO.-  El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció este miércoles en su conferencia de prensa que tiene una asignatura pendiente que atender en la política educativa que ha emprendido su gobierno: la educación media superior.

En respuesta al reclamo que han hecho desde el Observatorio Filosófico de México por la instalación de un “marco curricular común” que desaparece las disciplinas que se han impartido durante más de un siglo (como filosofía, historia y literatura) para crear un sistema de contenidos “transversales”, el presidente aceptó que es necesario analizar la posibilidad de detener ese proceso para una revisión más profunda de sus implicaciones.

“Estamos fortaleciendo la educación en general y la educación pública en particular, pero tuvimos que optar qué hacíamos, porque son muchas las necesidades en todo”, dijo, ante una presunta sobre este tema.

Luego explicó las cuatro prioridades de su gobierno: la revalorización del magisterio, que incluye una mejora salarial; mejorar los contenidos de los libros de texto para primaria y secundaria, “con la idea de impulsar una educación científica, pero humanista o humanista y científica”, las becas escolares, y el mejoramiento de las instalaciones educativas, con presupuesto directo entregado a padres de familia.

“Estoy hablando de las prioridades”, insistió, antes de reconocer que le falta atender la educación media superior, que es el nivel educativo que más rezago tiene.

“¿Qué nos falta? Lo que tú planteas (sobre el cuestionamiento de los filósofos). Porque si bien es cierto que las becas nos ayudan a enfrentar el problema de la deserción escolar, sobre todo el que la beca a estudiantes de nivel medio superior sea universal, para todos, son cuatro millones de estudiantes que reciben esta beca, no es suficiente porque el sistema está fraccionado”, dijo el presidente.

“Hace falta mejorar el sistema de educación media superior en lo técnico, en lo profesional, y también la orientación en cuanto a contenidos educativos. Ahí tenemos ahora sí que una asignatura pendiente en eso”.

“Hay que analizar el marco curricular común”

En México, solo 17 de cada 100 personas adultas llegan a la universidad. El nivel medio superior, que incluye preparatorias, colegios de bachilleres, colegios de ciencia y tecnología (CCH), centros de estudios tecnológicos (CETIs, CBTIs y Conalep) concentra, desde hace décadas, las mayores tasas de abandono escolar. La pandemia de covid agudizó la tendencia.

El gobierno de López Obrador, que en cuatro años ha tenido tres secretarios de Educación Pública (Esteban Moctezuma Barragán, Delfina Gómez y Leticia Ramírez) emprendió una ambiciosa reforma de la currícula educativa, que incluye un “marco curricular común de la Educación Media Superior”, el cual sustituye las disciplinas curriculares históricas por materias de contenidos “transversales”.

El Observatorio Filosófico de México ha alertado sobre el riesgo de diluir el pensamiento crítico al desaparecer las materias filosóficas (ética, filosofía, estética), una tendencia que es rechazada por muchas comunidades filosóficas en el mundo. Pero no son las únicas disciplinas que serán sustituidas, por lo que la propuesta genera confusión en los propios docentes.

La doctora en filosofía y especialista en filosofía mexicana Xóchitl López Molina, ha expresado, por ejemplo, que la transversalidad en la EMS dejará sin herramientas a los estudiantes para enfrentar los exámenes de ingreso a las universidades, que están divididas por disciplinas.

Ante ese escenario, el presidente reconoció que es necesario analizar con mayor profundidad el marco curricular común, aunque también aclaró que no quiere comprometerse a algo que no podrá cumplir durante su mandato, como sería un nuevo planteamiento curricular para la EMS.

— El marco curricular común ya se está empezando a aplicar. ¿No vale la pena esperar, antes de separar y dejar que exista filosofía, literatura, historia, como las conocemos ahorita, en la media superior, siendo un sistema que está con tantas complejidades?

— Sí, hay que verlo, hay que analizarlo- respondió el mandatario. —Lo que ya no quiero es comprometerme a algo que no me va a dar tiempo. Prefiero, cuando yo hable con quién me va a sustituir, hombre o mujer, decirle: “Mira, esto es lo que no pude avanzar y hace falta, y este es mi punto de vista, con todo respeto, porque yo entregando la banda me jubilo”

“Todo no se puede”

López Obrador destacó que “en la cuestión educativa hacen falta muchas cosas todavía que se tienen que ir haciendo en lo que nos queda de tiempo”, pero se mostró confiado de a quien lo sustituya se le van a facilitar las cosas, “porque ya les vamos a dejar desbrozado el camino”.

Aseguró que el otro gran pendiente que dejará son las universidades públicas “porque ha habido corrupción en las universidades públicas, han utilizado como escudo lo de la autonomía”.

Aunque el presidente destacó el trabajo que ha hecho Raquel Sosa con las universidades Benito Juárez -hay 145 universidades y el objetivo es legar a 200- porque ha demostrado que, “con menos presupuesto tiene más alumnos que las universidades más grandes”, se trata de universidades destinadas a los municipios más apartados, y no donde está el grueso de los estudiantes universitarios.

“Ese es un pendiente que tenemos, todavía hay cacicazgos en las universidades públicas, pero le tenemos que dejar algo a los que vienen, todo no se puede”, aseguró.

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