La invitación presidencial para que Facebook lleve internet a los rincones más alejados del país se contrapone con un sistema de concesiones comunitario. Significaría un nuevo intento de la empresa internacional que colecciona fracasos en otros países
Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Especial / Presidencia
Pedir ayuda a Facebook para llevar internet a las comunidades más alejadas de México es una incongruencia muy grande del gobierno, contraria a lo que habían dicho en campañas, advierten expertos en comunicaciones y derechos digitales.
“En sus campañas, y en su Plan Alternativo de Nación quedó por dicho que en la Cuarta Transformación se iban a privilegiar las redes comunitarias, y que el Estado sea un actor que propicie que las comunidades sean dueñas de su propia infraestructura de conectividad”, indica Luis Fernando García, director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales, más conocida como R3D.
Las redes que refiere Luis Fernando García funcionan de manera parecida a una concesión de radio comunitaria, en las que una población se encarga de la operación de una concesión radiofónica sin fines de lucro bajo una óptica de servicio público.
El martes 18 de junio, el presidente López Obrador presumió en redes sociales un pedazo de una videollamada que sostuvo con el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, En la llamada, el presidente abrió la puerta a una colaboración de la compañía internacional con la que se pueda llevar internet a las zonas más marginadas y remotas del país.
De acuerdo con Luis Fernando García, de R3D, y con Erick Huerta, coordinador de relaciones institucionales de Rhizomatica, una organización que se dedica a desarrollar redes de telecomunicaciones comunitarias, la invitación a Facebook para dotar de conectividad por internet a comunidades lejanas se contrapone con las redes comunitarias de telecomunicaciones.
Durante la llamada con Zuckerberg, López Obrador aseguró que para cumplir la tarea se hará uso de la red eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad, que cubre gran parte del país. En específico, de algo conocido como fibra óptica oscura, un tendido que sigue a la red eléctrica por todo el país, pero que no se ha utilizado aún.
La mañana siguiente de la llamada, durante su conferencia, el presidente anunció que su gobierno ya está creando una compañía estatal de telecomunicaciones, que dará servicios de banda ancha y telefonía móvil donde empresas privadas no llegan.
Según dijo, esta empresa no tendrá fines de lucro, y funcionará con un costo subsidiado que se irá reduciendo según la capacidad de pago de las personas que lo contraten, y buscará llevar el servicio al 80 por ciento del territorio que no tienen comunicación.
Esta empresa, sin embargo, espera operar con infraestructura que está en un proceso de licitación.
El 11 de febrero la Comisión Federal de Electricidad publicó las prebases para una licitación que establece que la empresa que gane la explotación de la fibra tendrá que ofrecer internet gratuito en 8 mil 535 sitios públicos, ubicados en puntos prioritarios del país en un tiempo récord de seis meses. Además, en dos años tendrán que cubrir 70 por ciento del territorio y en tres, su totalidad.
Si ninguna empresa alza la mano en dicha licitación, esta nueva paraestatal deberá brindar dicho servicio.
“No creo que sea una mala idea. México, el país, el Estado mexicano, cuenta con infraestructura. Sobre todo en los últimos años, se planteó entregársela o rentarla a las empresas privadas. Muchas no tienen el interés en llevar servicio a las regiones donde no hay conectividad, porque no es negocio”, explica Luis Fernando García, director de la R3D.
Pero no queda claro si el Estado va a ser el prestador del servicio de internet, o si sólo va a operar la infraestructura para que otra empresa provea el servicio de internet. En la primera opción los expertos dicen que se podría usar ese espacio para propiciar concesiones comunitarias, de uso social.
En cambio, si Facebook presta el servicio, advierte Luis Fernando García, podría incurrir en un conflicto de interés:
“Facebook es una empresa dominante, es una empresa que tiene un gran poder, por su tamaño y alcance. Claramente, una compañía como ésta tiene el interés de que cuando la gente se conecte a internet, lo haga usando sus servicios, es como defienden su posición predominante”.
Zuckerberg y López Obrador buscan que cada vez más gente tenga acceso a internet. El fundador de Facebook por obvios motivos: si tienes más gente conectada, habrá más gente en su servicio.
Éste pareciera un importante método para ampliar su mercado. En los últimos años, la empresa internacional ha llevado a cabo iniciativas para conectar a comunidades marginales de países de África y últimamente ubica a varios países con poblaciones muy altas, como India y Brasil, y su mirada se asoma a América Latina con proyectos en Colombia y Perú.
Ésta no es la primera vez que Mark Zuckerberg plantea ayudar a la conectividad en México, en la Cumbre de Las Américas de 2015 propuso desarrollar Internet.org, una iniciativa que después sería renombrada como Free Basics, Esenciales Gratuitos, en español.
La iniciativa no se aplicó en México, pero sí en otros países, sin mucho éxito, como explica Pepe Flores, vocero de la R3D.
“Se trataba de proveer internet móvil, y que daba una exención de datos a algunos servicios como Facebook, obviamente, a páginas de Wikipedia, a otras páginas de gobierno, y algunos recursos como Duolingo -la palicación para aprender idiomas- y medios de comunicación.
“Presentó un reto para la neutralidad de la red. El principio que dice que los paquetes de información deben viajar sin restricción por origen, destino o contenido, y como privilegiaba a unos sobre otros, llamó la atención”, dice Pepe Flores.
En ese momento inició la debacle de Free Basics, según cuenta. “La autoridad de telecomunicaciones de la India, algo como el Instituto Federal de Telecomunicaciones de allá, analizó el caso y calificó el proyecto como perjudicial y les prohibió trabajar en ese país. Ese fue el gran revés de Zuckerberg”.
La iniciativa quedó sepultada después de un incidente en Myanmar, en el que el acceso sesgado a ciertas fuentes de información, y las cámaras de eco que crearon las redes sociales provocaron problemas étnicos y raciales.
Así como Facebook ha fallado en llevar internet al mundo, desde tiempos de Vicente Fox en México se intentado conectar a toda la población, sin éxito.
De acuerdo con Erick Huerta de Rhizomatica, para dar servicio de internet al 10 por ciento de la población más rezagada del país se tendría que duplicar la red existente. Y el problema, asegura, no es tanto la creación de la infraestructura, que podría llegar, según dice, a los 12 mil millones de pesos, sino su mantenimiento.
Como ejemplo pone la red México Conectado, desarrollada en 2007, extendida en gran parte del territorio, pero inactiva por falta de mantenimiento, ya que no había quien se responsabilizara de ella.
Según él, precisamente ahí es donde recae el beneficio de las redes comunitarias. “Eso es lo que hacen los operadores locales, son redes administradas por la misma comunidad. Estos instaladores pequeños son los capaces de mantener esa infraestructura. Bajo esta mirada hay alguien que tiene interés, porque le reporta una cierta ganancia. Y con eso va a mantener la red”.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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