28 abril, 2021
En el día de Chan Santa Cruz es importante poner la autonomía de los pueblos mayas al centro, la rebelión con la que formaron su propio gobierno, y los modos en que ahora la ejercen. Por eso la campaña U Jeets’el le Ki’ki’kuxtal o el asentamiento de la buena vida: autonomía en lengua castilla
Twitter: @dal_air
Chorreará la amargura,
mientras la abundancia se sume.
Arderá la tierra y arderá la guerra de opresión.
Será el tiempo del dolor, del llanto y la miseria.
Profecía de Nepuc Tun
en Canek, de Ermilo Abreu Gómez
U Jeets’el le Ki’ki’kuxtal está escrito en idioma maya, significa el asentamiento de la buena vida: autonomía, práctica que busca reivindicar el pueblo maya desde Noj Kaj Santa Cruz Xbáalam Naj, o Felipe Carrillo Puerto, histórico epicentro de la rebelión y la autonomía mayas.
Ese es el nombre de la campaña que busca, a través de la recuperación de la memoria, “difundir nuestro derecho al ejercicio de la autonomía, en el marco de las campañas que el mal gobierno realiza allá arriba, nosotros y nosotras, desde aquí abajo, realizaremos esta campaña por la vida digna, por la libertad, por el territorio, por la autonomía”.
Wilma es una mujer maya peninsular que participa en la campaña. También hace labor comunitaria desde el Centro U kúuchil k Ch’i’ibalo’on. “Para nosotros y nosotras la memoria es también el alma de nuestro pueblo, el caminar de nuestros abuelos y abuelas”, dice inspirada al hablar de la campaña.
Denuncian que el despojo de más de 500 años le ha arrebatado hasta el corazón, la memoria y la voluntad de gran parte del pueblo maya. Pero el ejercicio de la autonomía prevalece, y enuncian que “la fuerza de nuestra raíz es profunda y está enclavada en la memoria, porque con creatividad una línea de abuelas y abuelos fueron resguardando en su mente, corazón, en la selva y en las cuevas, en los rincones recónditos de nuestras comunidades; los saberes, nuestra espiritualidad, la que nos ha mantenido como un pueblo vivo y fuerte hasta ahora”.
Lo subterráneo. El palpitar de la tierra, del corazón, de la memoria. La espiritualidad.
“Para nosotros el buen vivir, la buena vida, significa vivir con alegría, vivir bien. Eso es lo que nos da la autonomía, alegría para para vivir y no, la alegría no se mide ni se acumula. El vivir bien tiene que ver con la paz, con la espiritualidad, con nuestra conexión con la vida, con el alimentarnos, con tener salud, pero para todo eso, también necesitamos vivir desde la mirada de nuestro pueblo”, dice tiernamente Wilma cuando hablamos de la campaña.
Este 3 de mayo, día de la Santa Cruz, se celebra también el inicio de Chan Santa Cruz, el gobierno maya autónomo de más de 50 años que durante el siglo XIX se rebeló contra una minoría opresora “racista que representaba y heredaba la cultura lengua costumbres y ambiciones de una sociedad colonial, que los sometió a su brutal y despiadada explotación durante siglos”, describe el periodista Renato Ravelo en su libro La Guerra de Liberación del pueblo Maya.
“Hubo una época en la que pudimos reconstruir nuestra forma de organizarnos, la forma de vivir nuestra espiritualidad sin escondernos, una época en la que vivimos la autonomía. Pero la ambición del dinero y el poder del mal gobierno los motivaron a usar la fuerza militar para que con sangre y fuego destruyeran nuestra autonomía, en mayo de 1901, las fuerzas militares entraban a Noj Kaj Santa Cruz Xbáalam Naj (Felipe Carrillo Puerto) para intentar destruir la experiencia de autonomía de nuestro pueblo maya”, describen en la campaña.
Wilma recuerda que la cruz para los mayas peninsulares es el impulso espiritual para el levantamiento:
“El 3 de mayo para nosotros es importante porque tienen muchos significados uno de ellos es que es, el inicio del trabajo en la milpa, ese día por ejemplo se espera lluvia. Si el hay lluvia, es un buen augurio un buen mensaje de los abuelos y abuelas. Ellas decían que es el día en el que se celebra la cruz y recordemos que para nosotros la cruz es mucho más antigua, tiene una raíz muy fuerte, en nuestra nuestro pensar y sentir del pueblo. La cruz es la cruz maya, de los cuatro rumbos, de los colores del maíz, un significado muy profundo, la lucha social maya también fue guiada por la cruz, porque esta lucha es guiada espiritualmente, es la fuerza que se tuvo para el levantamiento”.
Ravelo describe que después de que la cruz les susurró sobre el levantamiento, “buena parte de la población maya emigró a zonas seguras defendidas por sus fuerzas guerrilleras y libres de colonialistas fundaron pueblos abrieron tierras al cultivo. Cerca de un árbol, donde estaba incrustada la cruz parlante, le llevaron un gran templo y en torno a él la casa de gobierno y un cuartel para las tropas. Esto se convirtió en Chan Santa Cruz, la ciudad capital del nuevo estado maya que se había formado”.
“Este sistema está hecho todo para que desaparezca nuestra cultura. Entonces, el hecho de que sigamos existiendo como pueblo maya es precisamente porque hemos cuidado la autonomía. Aún está muy fresco en nuestra memoria la lucha de nuestros abuelos y abuelas; la guerra y que con ella nos han querido arrancar, tan fuerte y sangrienta. Por eso esta campaña va por aquellas abuelas, aquellos abuelos que en la clandestinidad allá en el monte en las cuevas hacían sus ritos”, asegura Wilma.
Botas llenas de Tierra. Tejedora de relatos. Narro sublevaciones, grietas, sanaciones, Pueblos. #CaminamosPreguntando De oficio, periodista. Maestra en Comunicación y cambio social. #Edición #Crónica #Foto #Investigación
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