Tertulianas. “Debemos pensar la energía como derecho humano”
8 octubre, 2021
En medio de la discusión por la reforma energética y los tipos de combustibles que se deben o no impulsar en el país, es necesario poner en el centro la idea de que la energía es un derecho humano.
Texto: Daniela Rea
Fotos: Isabel Briseño y Duilio Rodríguez
CIUDAD DE MÉXICO.- En medio de la discusión por la reforma energética y los tipos de combustibles que se deben o no impulsar en el país, es necesario poner en el centro la idea de que la energía es un derecho humano, afirmaron las activistas Carla Vázquez, de la Rosa de Luxemburgo, Mónica Montalvo, de la Sandía Digital, y Juliana Gómez, de la cooperativa Onergia, que han trabajado alternativas energéticas en comunidades.
Esto se expuso durante la Tertuliana ¿Quién enciende la luz? organizada por Pie de Página, donde estuvieron presentes, además de Claudia, Mónica y Juliana, Jesús Ramírez Cuevas, vocero presidencial; Étienne von Bertrab, profesor de Ecología Política en University College London; y Antonio Almazán, electricista del Sindicato Mexicano de Electricistas.
En esta discusión de la reforma energética hay ausencias, hay ausencias como pensar a la energía como un derecho humano. La otra es pensar que esta generación de energía se puede hacer de manera comunitaria (…) Es importante revertir las cosas que se aprobaron en la reforma energética, pero cómo construimos las cosas de otra manera. Nosotros cuando hablamos de transición energética es importante hablar del decrecimiento, de la democratización, descentralización y desfosilización, son temas que deben estar ahí, discutiéndose”, dijo Mónica Montalvo.
“El cambio climático no se puede abordar sin ir al fondo de la estructura del uso energético. Entender el capitalismo fósil fue también una provocación para buscar desde alternativas populares otro futuro posible. En Rosa de Luxemburgo hicimos un mapeo de experiencias comunitarias con un componente político que ayudara a tejer otra narrativa sobre energía, considerada no sólo un servicio, una mercancía, sino un elemento para el bien común”, agregó Carla Vázquez.
“La energía como mercancía nos pone a pensar en términos capitalistas, y eso implica cómo es producida la energía y cómo es consumida la energía. Lo que tenemos que pensar es para qué estamos produciendo la energía y cómo la estamos consumiendo; qué es lo que está soportando, porque las comunidades rurales hacen uso mínimo al menos de energía eléctrica. Es un problema de producción en un sistema de producción donde la grande maquinaria es quien usa la energía a gran escala y la escala es un problema a tener en cuenta. No se trata de tener un montón de granjas solares que no van a soportar el consumo indiscriminado capitalista que piensa en la energía ”, dijo Juliana Gómez, cuya cooperativa se dedica a instalar sistemas de electricidad, y a dar formación en comunidades.
Cuestionar el modelo de consumo
Los asistentes a la tertulia coincidieron en la necesidad de cuestionar nuestro modelo de consumo, pues no habrá mundo que alcance a que todos alcancemos a consumir de la misma manera.
Además, de sacar esta discusión de las empresas y los legisladores y llevarlas a la población para que cuestione su manera de consumo. “Hay que crear diálogos, nos toca estar en esta discusión”, dijo Montalvo, también integrante de Luces de la resistencia.
Y eso implica pensar en cómo y desde dónde traemos los alimentos que consumimos, la diversión, el agua. Las tendencias radicales es decrecer el consumo de energía, dijo en este sentido el periodista Étienne von Bertrab.
Una transición energética indefendible
Étienne von Bertrab afirmó que existen problemas sistémicos, como los mencionados por Juliana, Claudia y Mónica, más allá de la fuente energética.
“La energía solar, eólica pueden estar al alcance de sistemas más pequeños, no centralizados, sistemas mucho más al alcance (…) Hay una visión errónea de lo que fue la transición energética en México, no hay en el mundo entero un modelo de transición más injusto, abusivo, conflictivo que el mexicano. Lo que estuvo en la cabeza de Calderón, lo que ocurrió en estas últimas décadas es bestial, de manera que las oposiciones, sobre todo indígenas, que lo veían como una forma nueva de colonización y despojo, también los abusos cometidos por el Estado, hacen que esa transición sea indefendible”.
En este sentido, tampoco acaba de nacer una transición justa para México, pero mientras tanto la recuperación de este sector por parte del Estado es indispensable, dijo.
Juliana agregó que América Latina está inmersa en un sistema capitalista, pero hay muchas prácticas que no están sumidas en él.
Hay una forma de relación social que no pasa por la producción de valor, sino por otras formas de relación como la cooperativa, que implican la gestión de los recursos comunes. En este sentido es importante volver la mirada y ver esas acciones de gestión comunitarias de los recursos. No sólo pasar de lo privado a lo público, sino pensar más que en lo público en la gestión local y desde la comunidad solidaria”.
Jesús Ramírez, el vocero presidencial, también se refirió a la lógica de producción que prevalece en México. “En las comunidades rurales no hay internet porque no es rentable; un bien de estas características no debe regirse por las reglas del mercado, tiene que haber un estado que garantice el acceso a ellas”.
En la misma línea de pensar la energía en un contexto de mercancía y no de derechos, Mónica Montalvo, de la Sandía Digital, coincide en la necesidad de transformar el modelo energético y de desarrollo, pero la responsabilidad para esto no es igual para todos: grandes empresas, legisladores, consumidores en ciudades, consumidores rurales.
Los grandes proyectos de hidroeléctricas en México han implicado despojo, desalojos forzados y violaciones de derechos humanos”, dijo.
Violaciones a los derechos incluidos desapariciones y asesinatos.
Aquí puedes ver toda la tertuliana:
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Reportera. Autora del libro “Nadie les pidió perdón”; y coautora del libro La Tropa. Por qué mata un soldado”. Dirigió el documental “No sucumbió la eternidad”. Escribe sobre el impacto social de la violencia y los cuidados. Quería ser marinera.
Nunca me ha gustado que las historias felices se acaben por eso las preservo con mi cámara, y las historias dolorosas las registro para buscarles una respuesta.
Editor y fotógrafo documental, retrato, multimedia y vídeo. Dos veces ganador del Premio Nacional de Fotografía Rostros de la Discriminación.
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