Hay que cambiar la forma en la que entendemos la naturaleza y en la que se hacen e implementan las políticas con las que habitamos el mundo y con las que protegemos lo que queda de vida silvestre en él. Hay que emprender una tarea que será larga y no será fácil: la de mostrar a la gente cómo los valores mercantiles impuestos desde arriba nos llevan al suicidio colectivo
¿A quién le importa la naturaleza?
