La detención del Fiscal de Morelos por delitos contra la procuración de justicia reaviva un conflicto antaño entre el gobierno de la Ciudad de México y el de Morelos. ¿Quién es Uriel Carmona? ¿Perseguido político, o reflejo del cinismo en la procuración de justicia?
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Redes sociales Uriel Carmona
CIUDAD DE MÉXICO. – El 4 de agosto, Uriel Carmona, fiscal del estado de Morelos, dijo en cadena nacional que el gobierno de Claudia Sheinbaum, y la fiscal Ernestina Godoy, lo perseguían políticamente. Las declaraciones las hizo mientras la Marina Armada y la Fiscalía General de la República cateaban una de sus propiedades en Morelos.
Horas después de su desesperada afirmación, Uriel Carmona fue arrestado.
Rápidamente lo trasladaron al reclusorio sur de la Ciudad de México, pues el poder judicial de la capital tenía una orden de aprehensión contra el fiscal. Lo acusaron de delitos contra la procuración y administración de justicia.
Desde ese día, Carmona está tras las rejas esperando una sentencia.
Su caso ha cobrado revuelo a nivel nacional, pues la acusación contra el fiscal implica un posible encubrimiento que la Fiscalía de Morelos hizo sobre el caso del feminicidio de Ariadna Fernanda López, una joven que asesinaron en la Ciudad de México y que fue encontrada en Morelos.
Pero también, porque es la primera vez que un fiscal en funciones es juzgado por el poder judicial de otro estado.
¿Persecución política o una demostración de justicia? ¿Qué devela el caso contra Uriel Carmona? Estas son algunas claves para entender su juicio.
En 2018, Carmona llegó a la fiscalía de Morelos tras ser designado por el ex gobernador perredista, Graco Ramírez, antes de la reforma que dio autonomía a las fiscalías del país. Posteriormente fue lo ratificado en su puesto.
Pero la suerte de Uriel Carmona cambió pronto. En 2019, el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco ganó la gubernatura de Morelos por una coalición entre el Partido Encuentro Social y Morena.
Casi desde el primer año de gobierno de Blanco, los conflictos entre ambos escalaron.
En esos años, la crisis de inseguridad que padecía Morelos salía a la luz a través de los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, y también por el asesinato del líder comunitario Samir Flores Soberanes.
El papel de la Fiscalía estatal fue, al menos, omiso. Inclusive, en muchas ocasiones se le acusó de obstaculizar las labores de búsqueda de personas desaparecidas y de esclarecer el asesinato de Samir.
Inclusive, información de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), filtrada en los Guacamaya Leaks, vincula a Carmona con el grupo delictivo Los Rojos.
Durante su gestión el estado de Morelos llegó a tener un 98 por ciento de impunidad y alcanzó una tasa de homicidios de 40 asesinatos por cada cien mil habitantes.
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La repartición de culpas entre el gobernador y la fiscalía no se hizo esperar, y unos y otros repartían sus responsabilidades.
Blanco, por ejemplo, acusó repetidas veces que a Uriel Carmona lo protegían los políticos que venían de la administración de Graco Ramírez.
Por su parte, Carmona inició una serie de investigaciones contra el ex futbolista por delitos graves, principalmente por supuestos vínculos del gobernador con el crimen organizado. Actualmente la fiscalía morelense tiene más de diez carpetas de investigación en su contra, como lo señaló el propio Carmona horas antes de su detención.
En una entrevista concedida al diario El País, mientras la Marina y la Fiscalía General de la República cateaban su domicilio, Carmona afirmó:
“Cuauhtémoc Blanco le ha solicitado al presidente de la República deshacerse de mí, quitarme de la Fiscalía, porque él piensa que vamos a proceder en su contra, porque el Ministerio Público a mi cargo tiene más de diez carpetas en contra del gobernador por delitos graves”.
Y después, en otra serie de entrevistas concedidas a Imagen Radio y a Milenio, el fiscal de Morelos aseguró que este acto era una persecución política en su contra orquestada por la ex jefa de gobierno y aspirante a la presidencia, Claudia Sheinbaum, y la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy.
Esto seguramente está ordenado por la exjefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien me ha perseguido políticamente, y por la fiscal Ernestina Godoy. Las responsabilizo de lo que les pueda pasar a mis hijos, que son chiquitos y tienen ocho años».
También, afirmó que la detención era ilegal, pues semanas atrás la Suprema Corte de Justicia de la Nación había declarado que no se podría procesar a Uriel Carmona por gozar de fuero constitucional.
Los hechos demostraron lo contrario, y el sábado 5 de agosto un juzgado de la Ciudad de México vinculó a proceso al ahora ex fiscal de Morelos.
Días después de esto, el presidente López Obrador mencionó el caso en su conferencia matutina:
“Aunque digan que es persecución política, no, tenemos nuestra conciencia tranquila y no es mi fuerte la venganza», señaló el mandatario.
Luego aclaró que la detención de Carmona fue legal, pues los delitos de los que se le acusan son del fuero común, por lo que el fuero constitucional no surte efecto.
Aunque a sus espaldas Carmona cargaba un sinfín de acusaciones de encubrimiento y obstrucción de la justicia, nunca antes se le había llamado a comparecer ante alguna autoridad. Inclusive, en repetidas ocasiones el congreso morelense aplaudía su trabajo al frente de la Fiscalía.
Sin embargo, el 2 de noviembre de 2022 las cosas darían un giro inesperado.
Ese día, encontraron el cuerpo de Ariadna Fernanda, una joven de 27 años. El hallazgo ocurrió en el estado de Morelos, a la orilla de la carretera que comunica a la Ciudad de México con ese estado.
La Fiscalía de Morelos rápidamente atrajo el caso, y el 4 de noviembre (dos días después de encontrar el cuerpo), determinó que la joven murió tras haberse ahogado con su propio vómito.
Las declaraciones fueron revictimizantes, calificaron colectivas que acompañan a este tipo de casos. Los ecos de esta denuncia llegaron hasta las autoridades de la Ciudad de México.
Rápidamente, la fiscalía capitalina declaró que la joven había muerto por un trauma múltiple provocado por golpes. La conclusión llegó después de que las autoridades de la Ciudad de México, con el consentimiento de la familia de Ariadna, practicaran una nueva necropsia a la joven.
Posteriormente, otra necropsia practicada por la Fiscalía General de la República confirmó la versión de la Fiscalía de la Ciudad de México.
A partir de ese momento, la entonces jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, declaró públicamente que la Fiscalía de Morelos había participado en encubrir el feminicidio de Ariadna, y anunció que las autoridades de la Ciudad presentarían una denuncia en contra de esa institución y su titular, Uriel Carmona.
Pero, ¿por qué a Uriel Carmona?
La denuncia viene por otro elemento que surgió en la investigación: a Ariadna se le había visto por última vez en la Alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, primero en un bar, y luego ingresando a un departamento. Esto ocurrió el 31 de octubre de ese mismo año.
Ariadna iba acompañada de dos personas: Vanessa «N» y Ratuel «N». Este último, era un empresario con distintos negocios en la Ciudad de México y Morelos. Vanessa era su pareja.
Algunos de los negocios de Ratuel eran restaurantes, tables dances, discotecas y hasta una empresa de seguridad privada. Testimonios lo vinculan con el delito de la trata de personas, pero esto no se ha confirmado. También lo vincularon con el fiscal Uriel Carmona, a través de una relación de amistad.
Tras esta información, el 6 de noviembre Ratuel se entregó en Nuevo León. Reconoció su culpabilidad en el feminicidio de Ariadna. Antes, las autoridades de la Ciudad de México ya habían detenido a su pareja como coautora del feminicidio.
Su caso fue traspasado a la Fiscalía General de la República.
Actualmente Ratuel espera su sentencia en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, y también Uriel Carmona, después de que un juez de la Ciudad de México lo vinculara a proceso.
Mientras esto ocurre, Carmona fue separado de su cargo como fiscal, y ahora se elegirá a su sustituto a partir de una terna que el gobernador Cuauhtémoc Blanco propondrá al congreso de Morelos.
Además de que desde un inicio Carmona se dijo perseguido político, el caso ha cobrado revuelo a nivel nacional al tratarse de la primera vez que las autoridades de otro estado ejercen acción penal contra un funcionario de alto nivel de otra entidad federativa.
Pero también, porque la acusación la inicia la ahora aspirante a la presidencia de la república, Claudia Sheinbaum.
En realidad, acusan colectivas que buscan justicia por feminicidios, el caso se está politizando en medio de las campañas internas de Morena, pues muchos otros casos que repiten patrones similares siguen en la impunidad.
Inclusive, recuerdan, la actitud de la entonce jefa de gobierno fue cerrada frente a las demandas de las víctimas. Un ejemplo, es el conflicto con la Glorieta de las mujeres que luchan, y la negativa a recibir a los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas.
Sin embargo, posterior a la detención de Carmona, durante un mitin de campaña Claudia Sheinbaum anunció que en su administración no se encubriría ningún feminicidio.
«Nunca más que alguien que se dedica a la procuración de justicia esconda un feminicidio”, dijo.
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Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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