Ya murieron más de un millón de pymes a causa de la crisis, el que otras tantas no desaparezcan depende de que este gobierno decida cambiar de opinión
Tw @vgarciadeleon
Sobrevivir en 2021 es el deseo de millones de empresas en México, y que eso suceda depende de que el presidente de México rectifique su postura de no apoyarlas. Muchas no terminan de recuperarse de los estragos de una menor actividad económica, y a otras tantas, ya les llegó la segunda suspensión de actividades no esenciales.
Miles están en riesgo de cerrar ante este nuevo paro, de no ser porque haya una política a favor de ellos, como equivocadamente no la hubo después del primer confinamiento.
Al regresar a rojo el semáforo de riesgo epidemiológico en Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Baja California muchos negocios inevitablemente tendrán que bajar su cortina, con lo que eso signifique en desempleo.
Tan solo en la Ciudad de México están en riesgo 275 mil Pymes, según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes. Detrás de esa cifra hay familias con negocios como tiendas de ropa, estéticas, florerías, restaurantes sin servicios para llevar, librerías, que no son actividades esenciales.
La falta de apoyos ha sido la política por la que optó el gobierno de López Obrador y ya se tienen consecuencias de esa decisión. El 7 de mayo en su conferencia mañanera dejó clara su postura basada en prejuicios, que refleja muy poca solidaridad y una idea parcial de la realidad.
En esa conferencia dijo que el gobierno no rescatará a empresas, y concretamente que “no habría rescates para potentados”. En su mente estaban quizá grandes empresas como la aerolínea Interjet de la familia Alemán, que ha dejado de operar y de pagarle a sus empleados.
Lo que quizá en ese momento no recordó López Obrador fue que en México solo 0.2 por ciento de las empresas son grandes, que 5 por ciento son Pymes y que 95 por ciento son micronegocios (de uno a 10 empleados) es decir, 4.4 millones de unidades en las cuales trabajan unos 10 millones de personas en total.
Por lo que dejar a las empresas a su suerte no es dejar solo a las grandes, sino a millones de pequeños negocios y a sus empleados. En una plática con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos, me comentó: “Las empresas de menor tamaño tienen una base social muy importante, soportan 78 por ciento del empleo y dejarlas a su suerte es lo más neoliberal que puede haber”.
De ahí que las razones que da AMLO para no apoyar a las empresas, más allá de los créditos por 25 mil pesos que no alcanzaron a llegar al millón de empresas que se prometió, contradice su dicho de ver por el pueblo y por el bien general. Ayudar a las micro y pequeñas empresas es también ayudar a los necesitados.
El gobierno dijo que no habría un aumento en la deuda pública para aliviar la situación de millones de familias y sus negocios, algo que 80 países alrededor del mundo sí están haciendo. Entre sus propuestas estaban aumentar los beneficiarios de sus programas a adultos mayores y jóvenes, y otorgar créditos personales y para la autoconstrucción, los cuales no son créditos productivos ni ayudan a la población desempleada.
Los resultados están a la vista en la segunda edición de la Encuesta sobre el Impacto Generado por covid-19 en las Empresas (ECOVID-IE) que da cuenta de la muerte de 1 millón 10 mil 857 establecimientos que implicó la pérdida del empleo de más de 3 millones de mexicanos.
El economista José Luis de la Cruz lo explica claramente: “La estrategia de México preservó la estabilidad de las finanzas públicas, evitó mayor endeudamiento pero no contuvo el efecto social de la pérdida de empleos”.
Al final, no son los “potentados” a los que el López Obrador no quiere beneficiar los que están padeciendo las consecuencias, la mayor factura de la recesión la va a pagar la sociedad.
Aún está a tiempo de rectificar y darle a las Pymes un mejor 2021, sin tener que darles dinero directamente, entre algunas ideas que le han propuesto organismos empresariales está el apoyarlas mediante estímulos fiscales, impuestos diferidos y la reducción de la carga tributaria. Nadie le pide que rescate a las grandes empresas sino a las pequeñas empresas locales.
Periodista independiente. Se especializó en temas económicos con la convicción de que el periodismo puede cerrar la brecha que existe hacia ellos, para entenderlos e, incluso, disfrutarlos. Ha sido editora y reportera en Expansión, Fortune México y conductora en RompevientoTV. Ayudó a fundar la red de Periodistas de a Pie.
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