Tiripetío: el normalismo rural y la resistencia

6 diciembre, 2021

La historia de la normal rural de Tiripetío, Michoacán, es también la de la resistencia magisterial en México. A casi 100 años de su fundación, sus murales narran el recuento de fechas y luchas por la educación y la vida digna para los campesinos del país. Hoy esas luchas siguen vigentes

Texto: Kau Sirenio   

Fotos: Alexis Rojas 

TIRIPETÍO, MICHOACÁN.- La Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga recibe a sus visitantes con un mural para que la memoria nunca se borre de la conciencia de los estudiantes reprimidos por orden del gobierno estatal y federal. 

Después de la puerta, empieza la historia a través de la pintura.  que ubica cada se cuenta de acuerdo al tamaño de la represión es el mural que lo representa.

En las paredes de esta escuela, los años se cuentan con llamativos colores que dibujan cada paisaje   del movimiento estudiantil. Los tramos de los murales que las distintas generaciones dejaron durante su estancia, son huellas de alegría, dolor, rabia e indignación.

La historia de Tiripetío

Conocida como normal de Tiripetío, esta normal rural es la madre de todas las normales rurales del país. Es la primera que se fundó, exactamente en mayo de 1922.  

Su fundación fue en el municipio de Tacambaro, y de ahí pasó a ser una escuela nómada. Fue hasta 1949 que encontró el territorio que hoy es su nido, el casco de la ex hacienda de Coapa, en Tiripetío, Michoacán. Ahí se impartieron las primeras clases, en el edificio central de dos pisos, con una fachada de ladrillos rojos y rodeada.

El primer secretario de la Secretaría de Educación Pública, José Vasconcelos, inició un programa piloto en Escuelas Centrales Agrícolas para formar a maestros campesinos. Es así que los hijos de campesinos desfilaron en los pasillos de las normales rurales para formarse como profesores. 

El profesor Antonio Guerrero Gorrotiesta dice: 

“Durante la Posrevolución, el Ministerio de Educación es sustituido en 1921 por la Secretaría de Educación Pública con José Vasconcelos a la cabeza. Desde ahí diseñan un plan para fundar las Escuelas Normales Rurales. Así fue como en Tacámbaro, Michoacán, nace la ahora Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga en 1922, con el fin de incluir a campesinos, obreros y agricultores en la educación de su propio pueblo”.

Debido a las constantes actividades de lucha que los normalistas organizaban, el ala conservadora y el gobierno federal le pusieron motes a las normales rurales como: “kínder comunista y semillero de guerrilleros”. 

Los motes no eran gratis, pues ahí surgieron los primeros maestros que impulsaron la democratización del magisterio. En su mayoría eran egresados de las normales rurales. Algunos ejemplos son los profesores: Othón Salazar, Lucio Cabañas Barrientos, Arturo Gámiz y Misael Núñez Acosta.

Edificio central de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga de Tiripetío.

Una larga historia de represión

“Las policías asesinan y atacan con armas, toletes y gases a nuestros normalistas, al más viejo régimen de Díaz Ordaz, sin que hasta el momento haya repercusión o consecuencia alguna en contra de autores intelectuales y materiales de las represiones. Los gobiernos y funcionarios reprimen a los estudiantes, a quienes le violan sus derechos a la educación, laborales y a una vida digna”, sostiene Guerrero Gorrotiesta.

A todas las normales rurales se les conoce como cuna de conciencia social. Los motivos de esto son diversos. Uno de ellos es albergar dentro de sus instalaciones los mejores murales que retratan el movimiento estudiantil. 

La mayoría de las luchas en las normales han sido para mejorar las condiciones de su internado y el comedor. 

“Solo queremos vivir dignamente como estudiantes”, dice Alex, un normalista que omite sus datos debido a la represión sistemática en contra de los normalistas. 

El acoso del gobierno del estado en contra de la normal de Tiripetío se recrudeció en la década de los 70. Sin embargo, uno de los episodios más emblemáticos ocurrió el 15 de octubre de 2012. Ese día, policía estatal, federal y el Grupo de Operaciones Especiales (Goes) reprimieron a los normalistas. El saldo fue de más de cien detenidos y decenas de estudiantes heridos. 

Ese día, a medianoche, alrededor de 800 elementos policiacos se movilizaron hacia la Normal de Tiripetío. El conflicto se detonó cuando el gobernador Fausto Vallejo Figueroa rechazó el pliego petitorio de los estudiantes. Después de la represión el gobierno estatal construyó un edificio, pero sin mobiliario. 

Una lucha para sobrevirir

En marzo de 2012, los normalistas iniciaron una serie de encuentros con autoridades educativas del estado. Querían revisar el pliego petitorio que los estudiantes habían presentado, cuyos puntos centrales eran el aumento de matrícula de ingreso, respeto a los términos establecidos y emisión de la convocatoria del siguiente ciclo escolar. También exigían, como en todas las normales, que les aumentaran el presupuesto. 

La historia se reconstruye entre la plática con los normalistas, quienes a pesar de que no estuvieron el día de la represión, cuentan cada detalle de lo que ocurrió ese día. 

“La delegada de la Secretaría de Educación Pública, María Teresa Herrera, entró en la Normal de Tiripetío con mucha violencia. Así que los compañeros la desconocieron y pidieron hablar con el gobernador, Fausto Vallejo”, relata un estudiante.

El normalista agrega: 

“El 14 de marzo, el secretario General de gobierno, Jesús Reyna García, declaró el cierre de la Normal Rural y ordenó un operativo policiaco, llegaron muchas patrullas, acompañados de dos camiones de policías estatales y federales, apoyados por varios helicópteros”. 

En ese intento de desalojo, los estudiantes contaron con el apoyo de maestros, padres de familia y campesinos de comunidades cercanas. La resistencia logró que el 16 de marzo, el gobernador diera marcha atrás y aceptara el pliego petitorio sobre la convocatoria. 

Por el derecho a la educación y una vida digna para los campesinos

Los normalistas rurales año con año presentan su pliego petitorio para el siguiente ciclo escolar, pero en muchos de los casos no se le acepta en su totalidad. Esto ha provocado que las condiciones en que viven no hayan mejorado en nada. En 2008 un incendio en las instalaciones de la Normal de Tiripetío cobró la vida de dos estudiantes. El dormitorio se incendió por un corto circuito.

El acoso de militares y policías en contra de las normales rurales no es de ahora, data de años atrás. Sin embargo, en 2002, cuando gobernaba el nieto del general Cárdenas, Lázaro Cárdenas Batel, la Normal Rural Tiripetío fue cercada por el Ejército y la policía estatal y federal durante 12 días. Ni siquiera gobernadores de corte izquierdista dejaron de hostigar esta Normal, respetando la autonomía de esta escuela.  

Durante las movilizaciones magisteriales contra la Alianza por la Calidad de la Educación, promulgada por Felipe Calderón, cientos de normalistas y policías se enfrentaron en el kilómetro 11 de la carretera Pátzcuaro-Morelia. Ese noviembre de 2008 hubo decenas de lesionados y 133 personas detenidas. 

“De la represión de 2012, nos construyeron este edificio, pero no tiene ni butacas ni pizarrón para tomar clases aquí. Así que la asamblea optó que las clases se impartieran en el comedor”, dice el normalista mientras camina en los pasillos de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga. 

La amenaza de la represión

Un pizarrón en la pared y un colchón con una sábana es la imagen de un salón de clases abandonado. Pese a esto, no ha habido platicas con los estudiantes para que el aula se equipe y los normalistas tomen clases ahí. Aquí la pandemia ahuyentó a los estudiantes. Además cambió la dinámica hasta en el comer.

En febrero de 2020, el titular de la Secretaría de Educación del Estado (SEE), Héctor Ayala Morales, dio a conocer que analizaría, junto con autoridades federales, el cierre de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, de Tiripetío. El argumento del gobierno es que los normalistas realizan tomas de casetas de cobro para difundir las necesidades de la Normal. 

La declaración se dió el 13 de febrero, cuando unos 60 normalistas e integrantes del Frente Social de Lucha por el Socialismo, tomaron la caseta de Panindícuaro para pedir cooperación voluntaria a los automovilistas. A partir de ahí, la fiscalía estatal abrió carpetas de investigación en contra de alrededor de 78 estudiantes. 

“Estamos preocupados porque hay carpeta de investigación en contra de 78 compañeros, si bien es cierto que esto no se ha activado, pero nos tienen amenazados, si salimos a protestar para que reparen nuestra escuela nos van a detener” confía el normalista. 

A 99 años de su fundación, la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga de Tiripetío, es la primera escuela Normal Rural de Latinoamérica. Además es  el corazón de la educación rural en México. Su larga historia de lucha y resistencia está marcada por la defensa del derecho a la educación y a una vida digna en el campo. Por esto, sus alumnos son perseguidos políticos por los distintos gobiernos de Michoacán y México. 

Galería de fotos de los Murales en los pasillos de la Escuela Normal Rural de Tiripetío:

Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.