Sobre liberación del Mini Lic en EEUU: “Él se entregó allá, pero tiene cuentas pendientes acá”

17 septiembre, 2022

Una corte estadounidense ordenó la libertad de Dámaso López Serrano, el Mini Lic, acusado del asesinato del periodista Javier Valdez en 2017. Ismael Bojórquez, director del semanario Ríodoce, y excompañero de Javier, asegura que seguirán buscando justicia y presionarán para que Serrano sea juzgado en México

Texto: Alejandro Ruiz

Foto: Rashide Frías / Archivo Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO. – El pasado viernes 16, una corte del sur de California ordenó la libertad de Dámaso López Serrano, el Mini Lic, después de que el narcotraficante cooperara con el gobierno norteamericano como testigo para otros casos que se desahogan en ese país.

Desde 2017, Dámaso López estaba bajo disposición de las autoridades norteamericanas, luego de que el narcotraficante se entregara en la garita de Calexico huyendo de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, que lo querían matar. A partir de ahí, el Mini Lic ha cooperado con información clave que detalla operaciones del Cartel de Sinaloa, liderado por El Chapo, su padrino.

De acuerdo con la información de las autoridades norteamericanas, el Mini Lic recibió una sentencia por narcotráfico que lo condena a una pena reducida de 5 años de prisión, así como a entregar un millón de dólares. No obstante, ese mismo viernes el registro del Buró de Prisiones norteamericano indicó que Serrano ya no se encontraba en el Centro Correccional Metropolitano (MCC) de San Diego, California, donde estaba arrestado. Ese día el Mini Lic salió de prisión.

En México, además de las acusaciones por narcotráfico, López Serrano es señalado por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) como el autor intelectual del asesinato del periodista Javier Valdez el 15 de mayo de 2017, hecho por el que tiene una carpeta de investigación abierta en el país. Del mismo modo, desde 2020 cuenta con una orden de aprensión en su contra y otra de extradición para ser juzgado en México por el asesinato de Valdez.

Tras el anuncio, la viuda de Javier Valdez, la periodista Griselda Triana, escribió un mensaje en su cuenta de twitter. «Se confirma que quien mandó matar a Javier Valdez Cárdenas salió libre. El Minilic, quien pagó 100 mil pesos por asesinarlo ahora trabajará para el gobierno estadunidense. Estados Unidos protege a asesinos de periodistas! No lo permitamos!».

También los ex compañeros de Javier hablaron.

Sorpresivo pero previsible

Ismael Bojórquez, ex compañero y fundador junto a Javier del semanario Ríodoce, en Sinaloa, detalló para Pie de Página que, aunque sorpresiva, esta acción del gobierno norteamericano era previsible. Pues desde hace años el papel que Damaso López jugó como testigo en las cortes estadounidenses había imposibilitado la extradición del narcotraficante.

Nosotros ya sabíamos que esto del mini lic iba a estar muy complicado. Sabíamos que era difícil, pero el hecho de que haya ocurrido esto no significa que nosotros vamos a claudicar. Tenemos 5 años luchando por la justicia para Javier Valdez. No lo esperábamos ahora, pero lo veíamos venir”.

De fondo, acusa, los intereses del gobierno estadounidense están bloqueando la posibilidad de acceder a la justicia en México.

Los intereses norteamericanos

En febrero de 2020 la Feadle condenó a Heriberto Picos Barraza, “el Koala”, a 14 años de prisión por el asesinato de Javier Valdez. Un año después Juan Francisco Picos Barrueto, ‘El Quillo’, también fue declarado culpable por el asesinato del periodista. Lo condenaron a 35 años de prisión por ser el autor material del crimen.

Ambos hombres operaban una célula del cártel de Sinaloa, en ese entonces a cargo del narcotraficante Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, quien a su vez libraba un conflicto con los hijos de Guzmán Loera por el control territorial.

Antes de ser condenados, la Feadle ofreció beneficios para ambos sicarios si daban información que permitiera dar con el autor intelectual del asesinato. Los dos rechazaron la propuesta.

Ismael recuerda ese momento: “Ninguno de los dos aceptó hablar sobre el mini lic, sobre el autor intelectual, Dámaso López Serrano. Yo me acuerdo cuando El Quillo mandó a la chingada la propuesta. Se les propuso, y simplemente hizo un ademán de mandarnos a la chingada. Yo estaba ahí”.

No obstante, las investigaciones de la Feadle lograron establecer que el mini lic –hijo de Dámaso López Núñez– presuntamente ordenó el asesinato de Javier Valdez. Desde ese momento se le señaló como sospechoso y se abrió una carpeta de investigación en su contra.

La fiscalía acusó al mini lic de ser el autor intelectual del crimen contra Javier y logró una oren de aprehensión. También emitió una solicitud de extradición al gobierno norteamericano. Esa solicitud de extradición sigue firme”, comenta Ismael Bojórquez.

Sin embargo, desde 2017 – el mismo año del asesinato de Javier– López Serrano se había entregado al gobierno de los Estados Unidos. Y en 2018 se declaró culpable de dos cargos de narcotráfico.

En 2017 su padre, Dámaso Núñez, había sido detenido en la Ciudad de México. Un año después lo extraditaron a los Estados Unidos. Desde ese momento El Licenciado fungió como un testigo clave para el caso en contra de su ex compañero en el Cartel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán.

Su hijo, López Serrano, siguió la misma estrategia que su padre y comenzó a compartir información sobre el Cartel de Sinaloa a las autoridades norteamericanas, por lo que se convirtió en testigo protegido. Esto imposibilitó su extradición a México para que se le juzgara por el asesinato de Javier Valdez.

Estos hechos, y la importancia del Mini Lic para el gobierno estadounidense, fueron uno de los principales motivos para que obtuviera su libertad, y, probablemente, adquiriera la cualidad de testigo protegido. Inclusive, en la audiencia el juez Dana M. Sabraw consideró que Serrano López mostraba remordimiento por sus acciones.

Ismael reflexiona sobre este hecho y sus implicaciones en el caso de Javier.

Esto indica que se acogió al programa de testigos protegidos, él ya no va a estar en prisión, va a estar en una casa de seguridad, va a tener vigilancia de la policía, inclusive va a tener un salario designado para que él pueda rehacer su vida…”.

Y añade una pregunta, que parece no dejarlo en paz: “¿Qué papel está jugando el gobierno mexicano en la lucha contra el narcotráfico?  Esa es la guerra de los gringos, no la nuestra. Ellos le han sacado mucho jugo a eso”.

¿Cooperación o ventajismo?

Ismael lo dice claro, “quienes se han visto más beneficiados con los acuerdos de extradición son los gringos, no el gobierno de México. Los gringos juegan su juego”.

Y es que el director de Ríodoce ha identificado un modus operandi que asegura la impunidad en casos como el de Javier Valdez.

Siempre que los gringos pueden extraditar a un jodido, lo extraditan. Pero lo que pasa es que llegan allá, lo declaran culpable, cooperan y salen libres como testigos protegidos”.

Desde mediados del siglo XX el gobierno mexicano mantiene tratados de extradición con los Estados Unidos. En ellos se contempla la posibilidad de juzgar a criminales mexicanos allá, y viceversa. Esto si se trata de delitos transnacionales, como el tráfico de drogas.

No han sido pocos los narcotraficantes, empresarios y políticos que han corrido con esta suerte. En muchos casos, aunque la sociedad mexicana resienta y pida por justicia, a los criminales se les juzga en los Estados Unidos, y cumplen sentencias allá. Sin embargo, en casos como los del Mini Lic, estos procesos dejan en total impunidad otros crímenes.

“El 99% de los casos de extradición son de aquí para allá”, lamenta Ismael. Y precisa que “ya es hora que el gobierno mexicano se plantee la posibilidad y necesidad de revisar los tratados de extradición con los Estados Unidos”.

En el caso del Mini Lic, agrega: 

Ya hay una orden de aprehensión en su contra, también una solicitud de extradición. El gobierno de Estados Unidos se hace pendejo, porque le conviene tener a ese plebe allá, porque lo tienen como testigo. Es reserva testimonial”.

 –¿Qué sigue en la lucha para alcanzar la justicia en el caso de Javier?

–¿Qué sigue para nosotros? Él se entregó allá, pero tiene cuentas pendientes acá. Toca presionar para hacer valer el tratado de extradición. El gobierno mexicano debe pronunciarse, también el de los Estados Unidos. Acá no vamos a dejar de luchar por Javier.

Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.