Aunque inédita en nuestra democracia, la consulta para la revocación de mandato replicó los vicios de la política electoral mexicana, advierte el académico Telésforo Nava
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: María Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO.- Más de 15 millones de personas salieron a las calles para participar en la consulta de revocación de mandato; un ejercicio democrático que nunca se había visto en México. El 90 % de los participantes ratificaron el proyecto del presidente López Obrador; demostrando con esto que el obradorismo mantiene una fuerte presencia en las urnas.
Pese a ello, las prácticas en las que incurrieron algunos miembros del partido Morena, funcionarios públicos y mandatarios estatales demostraron que los vicios de la política electoral están lejos de transformarse, de acuerdo con Telésforo Nava, profesor investigador de la UAM Iztapalapa y jefe de investigación en el área de Estado y movimientos sociales.
La Fiscalía Especializada en Delitos Electorales informó que recibió 17 denuncias por presuntos delitos electorales, de las cuales, la mitad fueron desechadas, dijo sin precisar el titular José Agustín Ortiz Pinchetti en una entrevista. Cinco de esas denuncias corresponden a la jornada del domingo, dos de ellas fueron hechas por el PAN y el PRD, respectivamente, en contra de Mario Delgado, presidente de Morena, por transportar a un grupo de personas para que realicen su voto.
En tanto, la Comisión de Quejas del Instituto Nacional Electoral recibió denuncias por el llamado al voto que hicieron en redes sociales funcionarios e integrantes de Morena, por ejemplo el canciller Marcelo Ebrard y el diputado Julio César Moreno.
«Afortunadamente quienes en su momento infringieron la ley han ya cumplido con lo que dice la misma, aunque esto no ha sido, y en consecuencia, algunas de las decisiones de la Comisión de Quejas de las medidas cautelares, no resultaron procedentes al final, porque ya se habían retirado de los medios de comunicación esas publicaciones que violentaban la legislación electoral», informó el consejero presidente Lorenzo Córdova durante la jornada de votación.
El académico Telésforo Nava señaló que la consulta para la revocación fue promovida por el presidente y su partido desde el inicio del proceso valiéndose de su estructura y recursos, frente a una oposición política desarticulada e inmovilizada que, por incapacidad o acuerdo, decidió no participar en el ejercicio democrático.
Nava asegura que lo que presenciamos el pasado domingo 10 de abril fue más bien un ensayo de cara a las elecciones intermedias en algunos estados y la sucesión presidencial de 2024.
“Fue un ensayo de cómo mover y manipular a sus bases, y les fue muy bien”, afirma el investigador.
A botepronto, el resultado de la consulta arroja un primer análisis: el obradorismo tiene una fuerte base electoral.
Esta afirmación se desprende de los cómputos del Instituto Nacional Electoral (INE). De acuerdo con el INE, en la consulta participaron más de 16 millones de personas (17.7 % del padrón electoral). De este total, 15 millones 159 mil 323 ratificaron el mandato del presidente López Obrador.
A raíz de esto, diversos analistas han señalado que, quienes ratificaron al presidente, representan el voto duro de Morena.
Telesforo Nava, sin embargo, insiste en precisar.
“En cierta forma, hablar de un voto duro es muy relativo; pues, aunque puede interpretarse así, en realidad fue un voto duro, pero pasivo, ya que tuvieron que movilizarlo”.
Para su afirmación, el académico resalta que, previo y durante la jornada de consulta, el partido Morena incurrió en violaciones a la normatividad electoral al promover el voto desde sus estructuras internas.
Un hecho que resalta fueron los “aventones” que la militancia organizó durante la votación. Inclusive, el propio presidente nacional del partido, Mario Delgado, incurrió en estos actos. Asimismo, la promoción de la consulta desde las 17 gubernaturas que tiene Morena en el país también es un hecho que influye en la votación.
“Durante las últimas semanas lo que impresionó es la violación de la ley, a la vista de todo mundo; incurriendo en esto todos los funcionarios, del presidente para abajo (…) Si van con taxis y casa por casa a sacar a la gente quiere decir que tuvieron que movilizar a sus bases, por eso es un voto duro, pero pasivo”, precisa el académico.
Asimismo, agrega que comparar la participación electoral con militancia es un error de análisis. Para Telésforo, la influencia de los programas sociales en la decisión electoral es otro factor a analizar.
“La gente de las clases subalternas tiene necesidades y van a estar con quien les dé; si les da el PRI, están con él, si les da el PAN, están con él. Pero de ahí a que sean totalmente fieles, hay un largo trecho”, explica.
Otro factor que para el investigador es determinante es la ausencia de participación de la oposición política durante esta consulta. Un hecho que demuestra esta afirmación, puntualiza el investigador, está en que los partidos de oposición no movilizaron su estructura para acudir a las urnas. Tampoco designaron observadores electorales durante la jornada.
“Dejaron al lobo solo en el gallinero (…); habrá que ver si eso lo pueden hacer con vigilancia de los llamados partidos de oposición”, resalta.
Para el investigador, más que una consulta, la revocación de mandato fue una muestra de poder por parte del presidente y su partido. Esto, teniendo en cuenta el próximo proceso electoral y el reacomodo de piezas de cara a la elección presidencial de 2024.
“Ellos usaron esa ley para reivindicar la continuidad del presidente en su puesto (…). El presidente está desesperado al ver que su popularidad disminuye; a su vez, Morena, que es un apéndice de él, cada vez está peor en la aceptación del electorado. No sólo les preocupan las seis elecciones de gubernaturas (en 2022), sino el 2024, eso es claro”, argumenta.
El académico recuerda que, en un inicio, la intención del presidente de la república era realizar la consulta a la par de las elecciones intermedias. El motivo: que el nombre del mandatario apareciera en las boletas electorales.
“Querían realizar la consulta al mismo tiempo que una elección federal; para eso, aplicaron retroactivamente la ley de esa consulta, lo cual es ilegal, para que finalmente el presidente tuviera presencia en esas boletas”, explica.
Para Telésforo Nava, la dependencia que Morena tiene en la figura de López Obrador es una base para comprender su estrategia. Añade que, cuando se desliga al partido del presidente, como en 2021, los resultados son distintos.
En el pasado proceso electoral, explica el académico, “Morena perdió la ciudad de México. Cierto, ganaron otras gubernaturas, pero si les quitan la joya de la corona eso es perder mucho”.
Entre los actores que Morena identifica como un obstáculo para su expansión, detalla el investigador, se encuentra el INE.
Para él, la consulta está en medio de una estrategia de partido para nulificar al Instituto.
Telésforo Nava no repara en decirlo:
“El presidente, y no se diga los que piensan un poco en Morena, saben que, si no controlan a esa instancia que se encarga de organizar y ver los procesos, hay muchas posibilidades de que en el 2024 pierdan la elección. Por eso el presidente no se ha evitado gastar todo lo que está en su alcance para demoler al INE. Ahora la arremetida va a ser con todo contra el INE”.
Este hecho fue comprobable minutos después de concluir la jornada electoral, cuando simpatizantes obradoristas agrupados en la asociación civil Que siga la democracia, declararon públicamente que buscarán activar un mecanismo de consulta para promover una reforma electoral.
Inclusive, el mismo presidente y funcionarios de su partido anunciaron la promoción de esta reforma que, entre otros aspectos, contempla establecer un mecanismo de elección para establecer a las y los consejeros electorales.
Pese a ello, el investigador precisa que la verdadera oposición al proyecto del presidente es el gran capital; es decir, empresarios nacionales y extranjeros que tienen intereses económicos en nuestro país.
Para el académico, los partidos de oposición en realidad no tienen mucho que ofrecer frente a la simpatía que genera el obradorismo en la sociedad.
“El PRI no sabe qué tren lo atropelló en el 2018; el PAN, que tiene estructura y está más unificado, tiene una lucha interna; el PRD es un muerto viviente (…) el gran poder es el capital; fueron ellos quienes le dijeron que trabajaran juntos en el 2021; solo así, con su apoyo, pudieron arrebatarle a Morena la capital del país”.
Bajo esta lectura, el académico no duda en afirmar que los ejercicios como la consulta son necesarios para fortalecer la vida democrática en el país. Sin embargo, también añade que estos deben perfeccionarse y adecuarse a la realidad política en México.
Nava puntualiza que “hay dos modificaciones importantes que deben hacerse al mecanismo de consulta: el primero es el porcentaje de firmas que debe de reunirse para activar el mecanismo, y el segundo es el porcentaje de votos para que sea vinculante el resudado, que ahora es el 40% del padrón electoral”.
El investigador resalta que, teóricamente, el mecanismo de consulta es muy bueno; pero “habrá que ver después cómo se recupera y se le limpia; decir que hay que sacar de menos el 40% a favor de esa revocación es muy difícil, se tienen que dar ajustes a esa ley, la ley en sí debe ser actualizada a la realidad del país”.
Y agrega que “son niveles muy altos, y con ellos, sencillamente, aunque tengamos un presidente o autoridad de lo peor, es imposible revocarla”.
Telesforo Nava concluye que, por décadas, la población organizada ha buscado instaurar mecanismos de consulta directa en el país; por lo que el ejercicio del pasado 10 de abril es, en abstracto, aplaudible. Sin embargo, resalta que “cuando López Obrador decidió impulsarlo no fue en ese sentido, sino para posicionar su figura ante las bases electorales”.
De una u otra forma, el cometido se logró. El obradorismo se posicionó como una fuerza electoral frente a sus opositores. De igual forma, la gente salió a votar, superando los niveles de participación en comparación con la consulta para enjuiciar ex presidentes.
El tablero político, por su parte, ha dado sus primeros pasos rumbo al 2024. La disputa por el gobierno está en la puerta, y las fuerzas políticas, como los diversos actores que tienen intereses en el país, han comenzado a mover sus piezas.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona