Ronald Johnson, el ex oficial de la CIA que llega a la embajada en México
11 diciembre, 2024
El próximo embajador de los Estados Unidos en México participó en la invasión de Panamá y en operaciones de contrainsurgencia en El Salvador en los 80
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Embajada de El Salvador
CIUDAD DE MÉXICO. — El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, nombró a Ronald D. Johnson como el próximo embajador en México.
Johnson, coronel retirado del Ejército de los Estados Unidos, fue oficial de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y miembro de las fuerzas especiales del ejército estadounidense.
Tras anunciar su nombramiento, Donald Trump afirmó que con Johnson, su gobierno «acabará con el crimen inmigrante, frenará el flujo ilegal de fentanilo y otras drogas peligrosas hacia nuestro país, y hará América segura otra vez».
El pasado injerencista
El currículum de Johnson es extenso y oscuro. A continuación, un repaso basado en datos del Special Warfare Center and School, una de las principales instituciones educativas del Ejército estadounidense.
En 1971, Ronald D. Johnson ingresó a la Guardia Nacional del Ejército de los Estados Unidos. Dos años después, completó el curso como Oficial. En 1977, terminó el curso de oficiales de Fuerzas Especiales. Paralelamente, fue miembro del 20º Grupo de Fuerzas Especiales, que forma parte de la 1.ª Ala de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Hurlburt Field, Florida.
Para 1984, Johnson se convirtió en comandante de destacamento en el 3er Batallón, 7º Grupo de Fuerzas Especiales (Aerotransportado) en Panamá, el mismo destacamento que dirigió la Operación Causa Justa en 1989, cuando los Estados Unidos invadieron Panamá para arrestar al exagente de la CIA y entonces presidente Manuel Noriega. Aunque no existen datos oficiales, se estima que hasta 7 mil civiles perdieron la vida en esa operación. Según una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989, la intervención de los Estados Unidos fue una «flagrante violación del derecho internacional»; sin embargo, nadie fue sancionado.
Asesor militar en la intervención de El Salvador
Después de su paso por Panamá, Johnson fue el primer oficial de Fuerzas Especiales en asistir a la beca del Colegio de Guerra del Ejército en la CIA, en la misma época en que el gobierno de los Estados Unidos comenzó a entrenar a policías y militares latinoamericanos en la Escuela de las Américas, una academia fundada por el Ejército de los Estados Unidos en 1946 para instruir a militares y policías latinoamericanos en técnicas de guerra y contrainsurgencia. Uno de sus alumnos fue el actual secretario de la Defensa en México, el General Ricardo Trevilla Trejo.
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Más tarde, Johnson se trasladó al Área de Responsabilidad del Comando Sur. Allí, según el Special Warfare Center and School, lideró operaciones de combate en El Salvador durante el conflicto armado interno (1979-1992). Durante este conflicto, los militares salvadoreños entrenados en la Escuela de las Américas cometieron crímenes de lesa humanidad contra civiles. Johnson formó parte de los 55 asesores militares autorizados durante la guerra civil en los 80.
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En ese período, también se acusó a los militares estadounidenses de establecer vínculos con los cárteles de la droga en México para transportar armas ilegalmente hacia Centroamérica con el objetivo de eliminar a las guerrillas salvadoreñas y nicaragüenses.
Para 1990, el gobierno de los Estados Unidos envió a Ronald Johnson a los Balcanes como oficial militar senior de un equipo compuesto por la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional y personal de Unidades de Misión Especial para capturar a personas acusadas de crímenes de guerra.
En 1998, se jubiló de las Fuerzas Armadas con el rango de coronel.
El funcionario de confianza
Tras su retiro, Ronald Johnson se integró a la CIA, donde, según el Special Warfare Center and School, participó en operaciones y misiones a nivel mundial, integrándose a unidades de misión especial.
Además, en su currículum destacan cargos como representante de la CIA ante el Director de Inteligencia Nacional y en el Comando Sur de los Estados Unidos, así como Enlace de Ciencia y Tecnología para el Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos.
En 2019, el gobierno de Donald Trump lo designó como embajador de los Estados Unidos en El Salvador, cargo del que se retiró en 2021. Durante el gobierno de Nayib Bukele, Johnson recibió la Gran Orden de Francisco Morazán y la Gran Cruz de Plata en El Salvador. En 2020, recibió el Premio Sue M. Cobb por Servicio Diplomático Ejemplar del Departamento de Estado. Actualmente, es presidente honorario de la Oficina de la Sociedad de Servicios Estratégicos y miembro vitalicio de la Asociación de Fuerzas Especiales.
¿Qué esperar de Johnson en México?
La política de Donald Trump hacia México parece ser una continuación de la que implementó durante su presidencia (2017-2021), caracterizada por el intervencionismo y la injerencia en los asuntos internos del país.
Uno de los puntos clave de su política hacia México será la reactivación de la estrategia contra las drogas, liderada principalmente por la embajada y la DEA. Sin embargo, la historia reciente sugiere que esta estrategia podría ser contraproducente.
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Un ejemplo es lo ocurrido en junio de 2021, cuando Joe Biden asumió la presidencia y ordenó una depuración en la DEA, que investigó a los 4 mil 600 agentes que operan en los Estados Unidos y en otros 69 países.
El caso que destapó todo ocurrió en diciembre de 2021, cuando una corte norteamericana condenó a 12 años de prisión al exagente José Irizarry, acusado de conspirar con un cartel colombiano.
Antes de ingresar a prisión, Irizarry declaró a la agencia AP: “La guerra contra las drogas es un juego. Era un juego muy divertido que estábamos jugando”, y sus testimonios abrieron la caja de Pandora.
Meses después, de forma discreta, la DEA destituyó al jefe de su oficina en México, Nicholas Palmeri, a quien acusaron de organizar fiestas con narcotraficantes y de mantener vínculos con abogados del crimen organizado.
Palmeri fue el agente responsable de la detención de Rafael Caro Quintero en julio de 2022 y, además, participó en la captura de Cienfuegos en 2020.
Sobre la detención de Palmeri y sus vínculos con los cárteles mexicanos, el exembajador de los Estados Unidos en México, y ahora nominado a subsecretario de Estado en el próximo gobierno de Trump, Chris Landau, comentó en una entrevista que ese comportamiento extravagante, junto con el enfoque en detenciones espectaculares para los titulares, “era una de las fallas más grandes de la DEA en la guerra contra las drogas”.
Y añadió:
“Desafortunadamente, en ausencia de una estrategia más amplia, la DEA está dirigiendo la política antinarcóticos de Estados Unidos y avanza por un camino muy estrecho. Eso no logrará frenar el flujo de drogas hacia Estados Unidos y, con frecuencia, genera consecuencias devastadoras en la política exterior”.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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