10 septiembre, 2021
El Convenio 169 de la OIT fue pensado para proteger los derechos de los pueblos. Sin embargo la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Suprema Corte de Justicia lo usaron para echar por tierra la fundación de la Universidad Comunal de Oaxaca. El Instituto Nacional de Pueblos Indígenas y los fundadores de la universidad exigen que se reconsidere
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Especial
QUERÉTARO.- El 15 de enero de 2020 el Congreso de Oaxaca aprobó la creación de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO), un espacio que sintetiza el trabajo que por décadas han hecho teóricos e intelectuales oaxaqueños para recuperar y difundir el pensamiento que por siglos ha habitado en las comunidades y pueblos de ese estado.
A esta forma de leer, comprender y habitar el mundo, el artista e intelectual zapoteco, Jaime Martínez Luna, la ha llamado comunalidad, y con ese concepto es que decidieron bautizar la segunda universidad autónoma del estado de Oaxaca: la Universidad Autónoma Comunal.
El pasado 31 de agosto, sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió un fallo en el que anula la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Comunal. Esto debido a que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) promovió una acción de inconstitucional en la que argumentaba que no se realizó ninguna consulta a los pueblos y comunidades indígenas del estado, como lo dictamina el convenio 169 de la OIT.
Alguien –persona o institución– promovió esa demanda el 1 de julio de 2020; pero el cuerpo académico, administrativo y de gobierno al interior de la UACO desconoce quién o quiénes; o qué motivos impulsaron a la CNDH a hacerlo.
El expediente de la resolución de la Corte no ha sido entregado a las autoridades comunitarias de la universidad.
En un comunicado, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) calificó la sentencia como innecesaria y formalista; e hizo un llamado a la Corte para que rectifique su resolución a fin de salvaguardar la aplicación de los derechos indígenas.
“El criterio aplicado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para invalidar la Ley Orgánica para la creación de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca, menoscaba y contraviene el derecho a la educación de los pueblos indígenas, establecido en los artículos segundo y tercero de la Constitución federal y los instrumentos internacionales en la materia”, expresó el INPI en un comunicado.
El fallo de la Corte, formalmente, recae sobre la Comisión de Educación de la LXIV Legislatura de Oaxaca; ya que fue este órgano el que aprobó la Ley Orgánica de la UACO. Sin embargo, para las autoridades de la Universidad Comunal, es un acto de discriminación que desconoce la voluntad y la autonomía de cientos de comunidades y pueblos de Oaxaca.
Desde hace más de dos años han construido este proyecto a partir de sus organizaciones comunitarias y las comunidades presentaron evidencia de estos procesos de discusión y consenso en comunidad. Y la Suprema Corte tuvo conocimiento de esto. Antes de que emitiera su fallo, la UACO presentó todas las actas y evidencias de toma de decisiones que hizo cada comunidad en el proceso.
“Este proyecto es resultado de dos años de trabajo con la Comisión de Educación de la Cámara de diputados de la legislatura local; y viene de un trabajo con las autoridades comunitarias, quienes hicieron una petición formal, con las actas de las asambleas en mano y con solicitudes, para exigir que se reconociera a la Universidad comunal en Oaxaca, que sería la segunda universidad autónoma en el estado”, dice Rigoberto Vázquez García, secretario académico y secretario técnico de la Asamblea de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca.
Con bases culturales, espirituales y organizativas de los diversos pueblos y comunidades de Oaxaca, la UACO representa una alternativa pedagógica que integra sus saberes, idiomas, tradiciones y pensamientos con el conocimiento producido en Occidente. Todo esto poniendo siempre al centro la comunalidad como el eje rector desde donde se aprende y enseña.
“Partimos de las reflexiones que se construyen entre las comunidades de Oaxaca; como las mixes, zapotecas de la sierra y el istmo, mazatecas, chinantecas, mixtecas y amuzgos de la costa. Estamos estructurados; retomamos el ejercicio de autonomía de los pueblos; tenemos una asamblea académico-universitaria donde confluyen consejeros y consejeras de los 16 centros universitarios comunales de la UACO”.
Rigoberto Vázquez García
Para el secretario académico de la UACO, el origen de esta universidad no es espontáneo ni surge de manera improvisada. Por el contrario, es resultado de discusiones y consultas entre los pueblos y comunidades que, agrupados a través de asambleas, definieron la estructura interna y los contenidos académicos de su universidad.
Rigoberto resume:
“Hay diferentes espacios comunitarios; hay asambleas completas donde se sabe el proceso de la universidad comunal; pero también hay acuerdos de cabildo, representantes de las comunidades que se juntan para poder definir esta universidad. Hay comunidades enteras que trabajan contenidos, materias, y el rumbo de una universidad comunitaria, comunal.”
La forma en la que se definen a las autoridades de la UACO también deviene de un proceso organizativo comunitario. La máxima autoridad la tiene la Asamblea general, y en ésta se definen a las y los consejeros, coordinadores académicos y responsables a nivel de rectoría: coordinadores académicos, administrativos y financieros.
Estos ejercicios comunales en el diseño, creación y operación de la UACO no fueron considerados ni por la Comisión Nacional de Derechos Humanos al presentar la queja ni por la Suprema Corte de Justicia al emitir el fallo que anula su ley orgánica; y todo el evento es muestra de un profundo desconocimiento de la realidad que viven los pueblos y comunidades de Oaxaca.
“Este tipo de aberraciones que hace el sistema judicial en el país es porque se nos quiere aplicar la ley conforme al derecho liberal positivo; pero nosotros ejercemos estas leyes internacionales, y las llevamos a la práctica cotidiana, aunque eso parece contradecir las normas establecidas”
Además de vivir y ejercer plenamente los derechos que tienen en sus comunidades, las y los responsables de la UACO se encargaron de tomar actas de todos los acuerdos emanados en sus asambleas que legitiman la existencia de la Universidad comunal.
“Habíamos tenido una observación ocho meses antes de la sentencia y nosotros requisitamos esa parte”. «Mediante la comisión de educación, presentamos evidencias correspondientes que nacíamos de asambleas comunitarias, y autoridades municipales que tienen representatividad legal llevaron documentos y tenemos acuses de recibido”, advierte Rigoberto.
Hasta el momento las autoridades de la UACO no han tenido acceso a la sentencia completa, pues no ha llegado la notificación al representante legal de la universidad, que es la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados en Oaxaca.
“La consulta que exige la Suprema Corte es contraproducente a la vida cotidiana de la gente, ¿pues cómo es posible que nos podamos autoconsultar? Es un acto de discriminación y de racismo”, denuncia Rigoberto.
“¿Cuántos de esos jueces han visitado las comunidades? Este es un procedimiento legaloide. Nosotros nacimos de las expresiones y organizaciones comunitarias basados en el sistema normativo propio; hemos privilegiado que se construya en comunidad este esfuerzo. Por eso vemos una contradicción entre lo legal y la legitimidad de estos proyectos, porque ahora la Suprema Corte se basa en la ley de la consulta y nosotros estamos retomando el pensamiento comunal de los pueblos.”
La lucha por acceder a una Universidad que recupere el pensamiento comunitario que existe en las diversas regiones de Oaxaca no es nueva; pues desde décadas atrás diversas organizaciones políticas, sociales y pedagógicas han exigido esto a las autoridades gubernamentales.
Rigoberto explica que este proceso ha sido impulsado por las “autoridades regionales y microregionales; que han trabajado en diferentes espacios para una educación propia basada en la filosofía de la comunalidad y las expresiones de idioma, cultura y visión del mundo que existen en las comunidades.”
Para Rigoberto, la urgencia de la Universidad comunal está fundamentada en la necesidad de seguir “recreando y potenciando los pensamientos de las comunidades, la cosmovisión de las distintas regiones; pues no hay un espacio donde se reflexione o se piense desde el idioma propio.”
En otros niveles educativos ya existen experiencias que se apegan a las visiones del mundo que existen a partir del territorio y la comunidad; pero a nivel superior no las hay; la UACO era la primera en su tipo.
“Esta Universidad obedece a una necesidad regional y obedece a potenciar la organización comunal. Las comunidades viven su comunalidad pero hay que tener espacios para seguirlos fortaleciendo y poder recrearlo y ponerlo ante todo el mundo; tenemos que cuestionar la parte de la individualidad y recrear los pensamientos colectivos; por eso ahí vemos que ésta interpretación legal de la Suprema Corte es la interpretación de la ley, pero la vida es más compleja, más profunda en términos de organización y propuestas pedagógicas”, explica Rigoberto.
Actualmente la UACO cuenta con 16 centros educativos donde se imparten licenciaturas, distribuidos en toda la región oaxaqueña. Tiene presencia en la sierra norte, el istmo, los valles centrales, así como en la mixteca y la costa oaxaqueña.
Asimismo, a partir del fallo de la Suprema Corte, la invalidez será efectiva tras el paso de 18 meses después de que se notifique a la Legislatura los puntos resolutivos de la sentencia.
“Las comunidades tenemos que reflexionar en torno al derecho, y continuar con la exigencia de nuestra autonomía y la libre determinación de los pueblos», concluye Rigoberto.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona