La pandemia no ha sido un factor que atenúe la acometida de fraudes, por el contrario, los defraudadores se han adaptado a ella
Twitter: @vgarciadeleon
“En un mensaje desde un perfil falso de Messenger, un falso yo se contacta con mis amigos en Facebook para decirles que quiero hacer un viaje sorpresa a México y les pide que reciban un paquete. El paquete es detenido por el SAT en la aduana por sobrepeso y mi falso yo les pide que adelanten el pago. Advierte que giraron una orden de detención por evasión fiscal, incluso les envía un documento falso del SAT y una factura por DHL de 33,000 pesos que deben pagar en una cuenta de Banco Azteca. Reciben incluso una llamada de un falso agente de DHL”.
Así relata un amigo que vive en Europa la suplantación de identidad con fines fraudulentos de la que fue víctima los primeros días de enero, por fortuna sin éxito. Y ésa es solo una de tantas estafas que últimamente circulan en redes sociales y a través de otras plataformas de internet.
Otra amiga cercana intentó vender un mueble por la plataforma de Segunda Mano, y un supuesto comprador aparentemente le hizo un depósito a través de un Oxxo, que poco después hizo desaparecer de su cuenta, mediante alguna práctica hacker.
A las anteriores, se suman por los menos tres casos de personas que me contaron haber dado adelantos de rentas de inmuebles que no existían o que después de hacerlos el arrendador desapareció.
Los casos mencionados sucedieron en los últimos dos meses. No son una coincidencia, son consecuencia del incremento en las estafas y fraudes cibernéticos y delitos del orden común, que de por sí ya eran una tendencia en nuestro país antes de la pandemia.
Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe) que se publicó el año pasado y que midió la incidencia delictiva de 2019, la extorsión y el fraude son los delitos que más sufrieron los mexicanos, después del robo en la vía pública.
La pandemia no ha sido un factor que disuada a los delincuentes. Por el contrario, estos se han adaptado a ella y a los medios informáticos, ahora más utilizados para realizar compras.
De hecho, del total de reclamaciones por fraude que recibió el órgano que protege a los usuarios financieros, la Condusef, el año pasado, 67% fueron cibernéticos.
La policía cibernética de Ciudad de México publica continuamente alertas sobre los distintos modos de operar, como pruebas de covid falsas, sitios apócrifos de venta de tanques de oxígeno, suplantaciones de identidad, videos con extorsiones, apps fraudulentas. Mientras que el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, a través de su cuenta de Twitter @elconsejomx, ha prevenido sobre la publicación de anuncios fraudulentos en plataformas de comercio electrónico como Mercado Libre y Segunda Mano, una buena parte de ellas sobre venta de automóviles.
La mayor incidencia no tiene que ver con la pandemia, pero sí con la crisis económica. No hay que olvidar que ésta es la peor que vive el país de los últimos 100 años. Según los pronósticos, la actividad económica cayó el año pasado 9 por ciento y hay alrededor de 4 millones personas sin empleo.
La relación de causalidad entre crisis y una mayor incidencia delictiva ha sido identificada en empresas por firmas de consultoría.
“El fraude suele ser más extensivo durante las crisis y recesiones, y ambos están ocurriendo con la pandemia del covid-19”, refiere un reporte de PWC. En su encuesta mundial sobre delitos y fraudes económicos publicada en 2020, 47 por ciento de las 5 mil empresas en 90 países que participaron sufrió un fraude en los últimos 24 meses.
La consultora explica: “Cuando las presiones sobre las personas, las empresas y la economía se incrementan, existen presiones que motivan a los estafadores a actuar”.
Mientras, los dueños de empresas y sus directivos están ocupados tratando de estabilizar sus negocios, y los ciudadanos de a pie están ocupados con temas de salud o preocupados por salir adelante económicamente, los delincuentes aprovechan su distracción para tomarlos desprevenidos y así llevar a cabo sus fraudes, extorsiones y robos.
Ante esa situación hay recomendaciones básicas que hace la policía y expertos en seguridad como revisar la autenticidad de las páginas en las que se hacen compras, no hacer pagos anticipados ni a través de tiendas de conveniencia, leer los comentarios de otros usuarios, no confiar en links incrustados en correos electrónicos y que abren ventanas emergentes, no compartir información personal, privada y sensible.
Yante cualquier eventualidad denunciar a las autoridades: la policía cibernética: https://www.ssc.cdmx.gob.mx/blog/category/alertas-ciberneticas; a la Condusef: https://www.condusef.gob.mx/ o al Consejo Ciudadano: https://www.consejociudadanomx.org.
Periodista independiente. Se especializó en temas económicos con la convicción de que el periodismo puede cerrar la brecha que existe hacia ellos, para entenderlos e, incluso, disfrutarlos. Ha sido editora y reportera en Expansión, Fortune México y conductora en RompevientoTV. Ayudó a fundar la red de Periodistas de a Pie.
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