Lastimosamente viral

1 septiembre, 2019

¿Cuál es la pertinencia de publicar o dejar de publicar una fotografía como la de una niña muerta en el brazo de su padre, ahogados en el río? Desde el equipo de Pie de Página realizamos una reflexión para definir nuestra postura ante estas imágenes que son fuertes, pero que muestran una realidad que es de interés público.

Texto:  Duilio Rodríguez

Hace unas semanas llegó una imagen desgarradora al chat interno de pie de pagina.  Era la fotografía de una niña con su padre ahogados en el Río Bravo. 

De inmediato alguien del grupo escribió que por favor no compartiéramos ese tipo de imágenes, que como madre le afecta mucho ver niños muertos. 

A partir de esta situación la discusión se abrió entre nosotros más allá de si en nuestro chat deberíamos o no compartir una fotografía tan fuerte, si debíamos tener un criterio fijo, un manual o código ético que nos sirviera para tener claro si publicaríamos algo así en Pie de Página

Esta imagen se volvió lastimosamente viral, en ella aparecía un hombre flotando a la orilla del Río Bravo y debajo de su camisa una niña abrazándolo, ambos ahogados a unos cuantos metros de la garita de Matamoros, Tamaulipas, que conecta a México y Estados Unidos. 

Después se supo con más detalle que se trataba de Valeria, de 1 año y 11 meses de edad y su padre Óscar Alberto Martínez de 29 años, migrantes salvadoreños que en su desesperación por llegar al suelo gringo se aventaron al río Bravo. 

Desde el año 2000 a la fecha, han muerto ahogados más de 7500 personas intentando cruzar el río, lo que significa que escenas similares se han repetido muchas veces en los últimos 20 años y se seguirán repitiendo en el futuro.

Lo aterrador esta vez es que podemos ver la desgracia con nuestros propios ojos.

Muchas personas pueden saber que con frecuencia miles de migrantes mueren en el Río Bravo o en el desierto de Arizona,  pero a veces las cifras, o las palabras no bastan para indignarnos, para opinar, para poner atención en sucesos lamentables que se repiten y se repiten.

Tuvimos una discusión interna. Nos planteamos preguntas tales como la pertinencia de publicar o dejar de publicar una fotografía como ésta.  Antes de responder, todos coincidimos que aún sin saber las circunstancias de su muerte se trataba de una imagen muy fuerte, porque cualquier escena donde aparece un niño muerto nos va a sacudir la cabeza, si además el niño aparece abrazando a su padre, es brutal. 

Pero su fuerza en el contenido no es lo único que nos motivaría a publicar una fotografía así, porque no se trata de mostrar por mostrar, ni de perturbar a nadie, para eso están publicaciones amarillistas de nota roja. 

Aquí lo que motivaría la publicación de esta foto sería antes que nada la reflexión sobre la imagen y el contexto. Muchos medios hoy en día, con tal de ganar la nota, suben lo que sea y después averiguan. 

Las circunstancias como sucedieron las cosas son fundamentales para tomar una decisión final sobre su publicación.

En este caso, el contexto sobre migración en México daba a la imagen mayor relevancia. Una escena similar en cualquier otro río o laguna sería igualmente fuerte por su contenido pero tal vez no lo suficiente, si no es de interés público.

En buena medida la imagen de Valeria y su padre contiene información suficiente que sintetiza una pequeña parte del drama de la migración que actualmente esta en el debate público. 

Así que en el equipo coincidimos, después de discutirlo y reflexionar lo, que la hubiéramos publicado, ¿pero qué pasa cuando llegan fotos con escenas dantescas, asesinados, niños mutilados, personas decapitadas, mujeres violadas y torturadas? 

Ximena Natera y María Fernanda Ruiz, fotógrafas de Pie de Página que participaron en la discusión, pusieron énfasis en la necesidad de respetar la dignidad de las víctimas, poniéndose en los zapatos de los familiares al mostrar algo así. 

Daniela Pastrana, editora general de Pie de Página, asegura que el respeto a las víctimas es lo más importante, pero asegura que si tenemos fotografías de alto impacto que están dentro de un contexto de interés público y además contamos con información suficiente de lo acontecido, debemos publicarlas. Que tanto en el lenguaje verbal como en el visual se está abusando de lo políticamente correcto, por que es cierto que el lenguaje define posiciones, reproduce estereotipos o actos discriminatorios pero cuando le quitas el poder al lenguaje para hacerlo aséptico caes en el abuso. 

Aunque la discusión sobre la ética periodística tanto en fotografía como en el contenido escrito no es nueva, para nosotros como medio era necesaria.

Es importante entender que las fotografías no tienen una sola interpretación, inclusive cada uno en el proceso de difusión puede tener una. Primero hay que hablar del significado que le da el autor, el editor de fotografía, el medio y por último, aunque a veces fuera de nuestro alcance, el significado que le da el público que solo podemos conocer a través de sus comentarios. 

En conjunto pensamos que vale más la reflexión que la premura de ganarle a todos.  Cualquier imagen debe estar acompañada de información extra y esta información por más neutral tiene una dirección que hay que asumir. 

Así que nuestro código o manual consiste en abrir el debate interno, reflexionar, conseguir la mayor cantidad de información, ser honestos al asumir que la neutralidad total no existe y siempre respetar al máximo la dignidad de las víctimas.

Captura de pantalla del buscador de internet.

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Editor y fotógrafo documental, retrato, multimedia y vídeo. Dos veces ganador del Premio Nacional de Fotografía Rostros de la Discriminación.