El fuego de las mariposas

19 octubre, 2019

Autor: Eduardo Sierra Romero

Imágenes: Duilio Rodríguez y María Ruiz

El suelo del Universo registra los zumbidos
que emito cuando tanteo la imposibilidad
del espacio en inminente contacto de tu centro.

Agua y fuego se encuentran en mi cintura
en permanente disputa por hacer de mi tierra
tus coordenadas.

Sobrevuelan las mariposas el altar que te ofrece
desde el origen mi naturaleza de diamante que
resucita en tu pecho a cada palpitación.

Así germinó en mi palma extendida a
tu mirada el pasaje hacia lo invisible recóndito,
donde encuentran hogar los turistas del abismo.

Un susurro aleteo destello de tu presencia
incendia paraísos y todo el aire despedido
sólo mece tu cabello,
vitrina de mis manos y Luna de mi boca.

Ruina trascendente

Reza el reflejo el signo de interrogación,
con sus curvas y lunares,
que bese cada una de tus dudas.

Convive la ruina y la desesperanza
en el exilio de lo No.
Resurge la ola desde lo no conocido
de lo Sí,
y ahogarnos en la superficie más honda.

La belleza te convive y el rastro del roce
de lo que fue manto sagrado
se sublima por tus venas.

Envidian los sueños que no sueño el diamante
en el centro de la frente que concibo de tu mano,
es ya siempre nuestro momento.

Se ha descubierto el hilo de oro
que circunda tu gesto, terremoto
en el amplio paradigma de la
trascendencia.

Aquí y Ahora

El ciego tumulto quiere acceder por
el ojo del huracán y sólo mis pies
encuentran el paso donde somos vorágine.

Reconozco el tiempo en lo álgido nocturno
de nuestras sagradas medidas
gritadas a las constelaciones en la
danza sensual alrededor del fuego.

Viaja la pluma guiada por nuestro
aliento a posar toda la belleza de lo
grácil en la piedra donde se concentra
el secreto de la mirada mutua.

Se desnuda la geometría y se
proyecta hacia dentro coloreando los
inmóviles paisajes, trenzando nuestro
cabello y mordiendo los labios.

Oro rosa habita las planicies
donde reposa la
creación, reinventada tras el vapor

de los infinitos horizontes en tu piel.

¿Quién guiará las manos del símbolo
hacia lo eterno si no tensamos lo
vital en nuestro beso?

Entregas anteriores:

Noche tras noche, lo cristal

Te observo, Luna mía

Poeta y periodista. Me interesa el autoconocimiento y la exploración intuitiva de la realidad desde la perspectiva espiritual.