En esta región que comprende cinco municipios de Oaxaca son los padres los que ahora viven la odisea de conseguir un tanque de oxígeno, que les resulta caro, insuficiente y elemental, para salvar a sus hijos
Texto y fotos: Diana Manzo Istmo Press
SALINA CRUZ, OAXACA.- Antes eran los hijos, ahora son los padres. Los papeles se intercambiaron y son los padres de familia los que ahora viven la odisea por conseguir un tanque de oxigeno para salvarle la vida a sus hijos enfermos de covid-19.
La saturación de los principales hospitales en esta región oaxaqueña ha provocado que pacientes contagiados de coronavirus -especialmente jóvenes- tengan que cursar la enfermedad desde sus casas. Sin embargo, también ha provocado que requieran oxígeno para su tratamiento y recuperación.
Para conseguir un tanque, los padres tienen que esperar entre 2 y 4 horas. La demanda es alta en el centro de abastecimiento de oxígeno ubicado en Salina Cruz, Oaxaca.
A las siete de la mañana se abre la puerta y ya están las filas de tanque de oxígeno vacíos esperando ser reemplazados. Son más de una veintena los que se cambian tan solo en ese turno y después continúa el segundo, y así sucesivamente durante el día; hay personas que durante tres veces abastecen al día.
Don Carlos, originario de San Blas Atempa, ya no recuerda qué número de día lleva haciendo fila. Calcula al menos 57 tanques de oxígeno han usado sus familiares. Los más graves son sus hijos de 28 y 30 años de edad.
Es algo desesperante para un señor que vive con secuelas que le dejó el virus, pero no le queda de otra. Tiene que acudir dos veces al día para abastecer sus tanques de oxígeno, porque sus dos hijos lo requieren.
Ha gastado más de 130 mil pesos. Además del oxígeno, que es caro, ha comprado medicamentos y se le han practicado radiografías de forma constante para observar el nivel de afectación en sus pulmones.
“Ojalá pase pronto toda esta tormenta. Quiero que llueva, porque siento que se lleva todos los males, ojalá siga lloviendo y la tranquilidad regrese a mi familia”.
Anaité Aldino Díaz es originaria de Tehuantepec Oaxaca y lleva dos días haciendo fila para comprar oxígeno que dos de sus amigos requieren para mejorar su salud.
Expresó que el coronavirus es una enfermedad cara. Por cada tanque tiene que pagar 800 pesos la recarga, más el depósito y los requisitos que le piden.
Augusto Martínez también hizo fila para comprar oxígeno. Sus dos hijos de 30 y 33 años de edad también enfermaron. Durante una semana ha hecho fila dos veces al día.
El nuevo rostro de esta pandemia es que ahora son los jóvenes los que enferman y los padres los que tienen que atenderlos; sin embargo también hay familias enteras, desde los abuelos hasta los nietos que viven con el virus Sars-Cov-2.
La semana pasada, el Ejército mexicano a través del Plan DN-III aplicó la vacuna Cansino a mayores de 18 años de edad en municipios istmeños. Intentan disminuir los contagios en este grupo de edad, quienes han resultado afectados por esta pandemia.
Salina Cruz, Juchitán, Ciudad Ixtepec,Tehuantepec y El Barrio de la Soledad son los cinco municipios del Istmo de Tehuantepec que se ubican en semáforo rojo epidémico, es decir de riesgo máximo de contagio. Las autoridades exhortaron a la ciudadanía a redoblar los cuidados y mantenerse en casa.
El jefe de la jurisdicción sanitaria número 2, Ignacio Zárate Blas, informó que al corte de la mañana de este domingo, los principales hospitales como el de Juchitán, Salina Cruz e Ixtepec se encontraban a su máxima capacidad.
El Istmo de Tehuantepec reporta 7 mil 89 casos confirmados de covid-19 y 886 decesos, de un total de 57 mil 749 casos confirmados y 4 mil 228 muertes por esta pandemia en toda la entidad oaxaqueña, que sigue ubicándose en semáforo epidémico naranja.
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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