Cemeí Verdía fue quizá la figura más importante de las policías comunitarias de Ostula y su municipio. Inspiró la organización de las autodefensas en la región sierra costa de Michoacán. Trataron de matarlo al menos 3 veces. Fue preso de conciencia. Pero el día de hoy, en Ostula lo acusan de haberse alineado con intereses ajenos a la comunidad
Texto: Lydiette Carrión
Fotos: Heriberto Paredes y Pepe Jiménez / Archivo
Santa María de Ostula ha sido siempre un poco zapatista. El 14 de junio de 2009 (incluso antes del histórico levantamiento de Cherán) los comuneros reivindicaron públicamente su derecho a la autodefensa indígena. Quince días después, recuperaron más de 700 hectáreas de propiedad comunal localizada en un paraje conocido como “La Camaguancera” y que llevaba en disputa varios años.
Y es que avencidados de un asentamiento conocido como La placita, habían invadido poco a poco la Camanguacera.
En aquel entonces, Cemeí Verdía, que tendría unos veinte años, encabezó la expulsión de los Caballeros Templarios.
Para febrero de 2010, el crimen organizado ya quería matar a Cemeí. Intentaron hacerlo mientras jugaba un partido de futbol. Desde entonces, aquel huyó. Por cuatro años estuvo a salto de mata en Jalisco, Colima y Veracruz. Pero algunos de sus familiares fueron asesinados, y la comunidad vio desarticulada su autodefensa.
En febrero de 2014, cuando Ostula reorganizó y relanzó su seguridad comunitaria, Cemeí –ya de vuelta– fue elegido como primer comandante de la policía comunitaria, y luego además fue coordinador regional. En Ostula, en la zona lo querían. Lo apreciaban mucho.
Ostula fue referente en su municipio. Por ejemplo, sirvió de ejemplo para que la comunidad de San Miguel de Aquila (a una hora de Ostula) se levantara en 2013. Y también Coahuayana, Coalcomán y Chinicuila. Todos se encontraban asolados por el crimen organizado, que en la región sierra costa, saqueaban una madera preciosa conocida científicamente como Dalbergia granadillo y cuyo nombre común en la región es “Sangualica”.
Pero el gran tema era el hierro y la plata.
Los municipios de Lázaro Cárdenas y Aquila, juntos, concentran alrededor del 98 % de producción de hierro en Michoacán.
Aquila, el municipio más grande de Michoacán, está casi por completo concesionado a la explotación minera: unas 40 mil hectáreas. Aunque, este territorio no está siendo explotado en su totalidad, y esto se debe en buena medida a la oposición de las comunidades.
Y dentro de esta oposición, han jugado un papel fundamental las comunidades en el municipio de Aquila.
La principal empresa trasnacional en la región es Ternium, de capital italo argentino. Y su mina más grande es Las Encinas, asentada en la comunidad indígena de San Miguel de Aquila.
Después de muchos años de adeudo por parte de la empresa minera, en diciembre de 2011, los comuneros organizados de Aquila pararon. Demandaban que la empresa cumpliera sus acuerdos. Después de tres meses ganaron.
Sin embargo, la historia recuerda lo que ocurrió en otro lugar del país: la mina de oro Carrizalillo, en Guerrero: En cuanto los comuneros comenzaron a recibir más dinero, el crimen organizado los asoló.
Lo mismo ocurrió en Aquila: en cuanto la minera Ternium pagó mejores sueldos y dividendos, el crimen organizado, entonces encarnado en los Caballeros Templarios, exigió cobros, derecho de piso y rentas a los comuneros.
Esto fue el germen para que, en 2013, Aquila se levantara con las autodefensas.
Volviendo a los aspectos cronológicos, a mediados de ese año (2014), el gobierno federal –representado por el comisionado para la pacificación de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes– y el estatal –encabezado por Silvano Aureoles–, impulsaron el desarme de las autodefensas.
La estrategia fue de inmovilización. Trataron a todos los grupos por igual, sin importar su origen, su composición. De nuevo Cemeí fue una figura pública que defendió públicamente la policía comunitaria y las autodefensas.
Entonces comenzó el asedio.
Por ejemplo, el 27 de junio de aquel año, la Secretaría de Seguridad Pública federal y el Ejército detuvieron y desarmaron a 82 miembros de las autodefensas de las comunidades y pueblos de la región Costa Sierra de Michoacán: Coahuayana, Aquila, Coalcomán y Chinicuila.
Luego, el 16 de diciembre de 2014, un comando armado emboscó a comuneros de Santa María Ostula en la carretera costera número 200 Manzanillo-Lázaro Cárdenas.
Querían asesinar a Cemeí Verdía; quien entonces era no sólo comandante de la Policía Comunitaria de Ostula, sino también coordinador general de las Autodefensas en la Costa de Michoacán.
En el ataque resultaron heridos cinco personas, entre ellas un pequeño de cinco años. Los comuneros, sin embargo, lograron detener a uno de los agresores, quien, en su momento fue identificado como Jonathan Aguilar Juan, alias “La changa”.
Éste, según lo que difundió la comunidad de Ostula aquella vez, confesó que el grupo armado pretendía matar a Cemeí, por órdenes de Federico González alias “Lico”, vinculado a los Caballeros Templarios, expresidente municipal de Aquila y exdiputado local del PRI.
El 25 de mayo de 2015, de nuevo Cemeí sufrió otro atentado.
Esta vez ocurrió en un paraje cercano a la encargatura de La Cobanera. El comando fue vinculado, de nueva cuenta a los Caballeros Templarios, y balearon con armas de grueso calibre la camioneta en la que viajaba Cemeí. Sin embargo, resultó herido el comunitario de Aquila Juan Manuel Sapién Cándido.
Esto llevó de nueva cuenta a que la policía comunitaria hiciera cateos y se dieran enfrentamientos en los municipios de Aquila, Coalcomán, Chinicuila, Coahuayana. En este proceso murieron Argel Mejía Valdovinos, Rigoberto Mejía Valdovinos, Ramiro Álvarez Medina y una persona no identificada, por parte de los Caballeros Templarios.
La policía comunitaria también perdió dos comandantes y hubo diversos heridos.
En aquella ocasión, informó la policía comunitaria, el ataque se dio en un contexto específico:
La comunidad decidió parcela el terreno comunitario que desde 2009 recuperaron desde 2009, y que ahora la empresa minera Ternium ambicionaba.
Para el 19 de julio de 2015, soldados del Batallón 86 del ejército mexicano hicieron dos operativos paralelos: por un lado atacaron un puesto de revisión de la policía de Ostula. Hicieron disparos contra la población, hirieron a cinco personas y asesinaron Hidilberto Reyes García, un niño de 12 años.
Mientras, en el poblado La Placita, soldados del mismo batallón detuvieron a Cemeí (que fue citado supuestamente para una reunión), sin orden de aprehensión. Verdía Zepeda fue trasladado al penal de máxima seguridad en Tepic, Nayarit.
Primero fue acusado de portación ilegal de arma de fuego, y luego de homicidio en contra de los caballeros templarios muertos en mayo. Finalmente, se le absolvió de estos cargos.
Fue en este momento, que la historia de Cemeí se viralizó, y diversas organizaciones se acercaron. Se establecieron mesas de trabajo con los gobiernos estatales y federales, se firmaron acuerdos…
Para la Navidad de aquel año, Cemeí finalmente fue liberado… para llevar su proceso en libertad.
A pesar del cariño que inspiraba Cemeí en su comunidad, en 2018 decidió ser candidato por el PAN. Santa MAría Ostula, al interior, se rige por usos y costumbres.
Ostula es una jefatura de tenencia perteneciente al municipio de Aquila. Aunque la primera es una comunidad nahua que se rige por sus y costumbres, no es la generalidad del municipio. Así que había un acuerdo tomado en Asamblea:
Ostula competiría por la alcaldía de Aquila con dos candidatos que fueron inscritos en Morena. Pero Cemeí no estuvo de acuerdo y compitió él mismo, bajo los colores del PAN y el PRD.
Desde entonces, la relación entre el caudillo y su comunidad se fracturó. Verdía “no respetó acuerdos. Él finalmente se defiende diciendo que la constitución se lo permite. Y sí. Pero no respetó los acuerdos. Y de ahí empezaron los problemas. Y él se salió”.
Otros no son tan severos. “Lo que pasó ahí fue una guerra. Hubo excesos de todos lados, y cada uno hizo lo que tuvo que hacer para sobrevivir”.
Para finales del mismo año, algunas personas acusaron a Cemeí de tener vínculos con algunos grupos ajenos a la región, interesados en incursionar en la comunidad.
Cemeí, por su parte, acusó a la policía comunitaria de secuestrar a familiares y conocidos suyos.
Los comuneros atribuyen esto a las 40 mil hectáreas concesionadas en la zona sierra costa. Y de ahí la presión enorme de los cárteles.
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