En uno de los mayores consumidores de ultraprocesados del mundo, regulaciones laxas y presupuestos limitados permiten a empresas extraer agua y descargarla casi sin supervisión. Seis de cada 10 concesiones de agua de estas industrias están en zonas donde se restringe la explotación por su alto estrés hídrico
El grifo abierto que nadie controla en México












