En Chiapas, Guerrero y Oaxaca existen indígenas encarcelados, a quienes se les han violado sus derechos elementales. Son presos políticos. Ahora, le toca a la sociedad salir a defenderlos ante el racismo y el clasismo de las fiscalías y tribunales que solo obedecen a los caciques que les imponen las reglas de juego.
Tras las rejas por no hablar español












