A las más de setenta personas asesinadas por el gobierno de facto de Dina Boluarte a menos de dos meses de tomar el poder se suman los cientos de heridos y las vergonzosas detenciones arbitrarias, que en conjunto nos remontan a los cruentos periodos de dictadura en el Perú. Pero existe otra arma empleada por quienes defienden la actuación de su gobierno y que sirve para justificar la represión al pueblo movilizado: el lenguaje.
Perú: un pueblo terruqueado
