El mensaje del “estado seguro” que Yucatán vende a todo el país, contrasta con la realidad de decenas de personas que son víctimas de violaciones a sus derechos humanos por parte de las instituciones y los elementos que, en teoría, están encargados de protegerlos. Los testimonios e incluso las propias estadísticas apuntan a que, en Yucatán, la policía tortura, y nadie quiere reconocer ese problema
Yucatán: tortura policial en el ‘oasis de paz’ de México
