Las mujeres en general, viven carencia de atención médica, y en caso de ser beneficiarias – como en la región norte, no son atendidas con enfoque intercultural. Independientemente de la región, todas cargan con la responsabilidad de realizar múltiples trabajos como el doméstico, el comunitario y el de cuidados. Por otra parte, una vez que las mujeres trabajadoras agrícolas llegan a la vejez, la mayoría de ellas no son beneficiarias del programa sesenta y cinco y más
¡A mí el gobierno nunca me ha dado nada!
