Este año, como otros anteriormente, las mujeres trabajadoras agrícolas no estuvieron presentes en las manifestaciones, y esto se explica porque un día sin trabajar, implica un día sin paga, lo que para ellas es inconcebible. Las condiciones bajo las que están empleadas estas mujeres no les permiten conmemorar sus luchas pues los alimentos se deben seguir cosechando. Las demandas de las mujeres jornaleras agrícolas tienen que resonar en la lucha feminista para que alcancen los derechos laborales mínimos, incluso aunque ellas no puedan salir a exigirlos. Por un 8M con mujeres jornaleras