A 13 años de que entró en operaciones la mina El Águila, convirtió en veneno el agua del Río Grande, donde los peces ya presentan deformaciones, secó manantiales y ojos de agua, contaminó pozos y generó enfermedades como el cáncer. Habitantes de San Pedro Quiatoni mantiene una lucha legal, pero el Presidente, Semarnat y Profepa les han abandonado.
Ya nos alcanzaron los malos augurios… minera se lleva oro y siembra muerte
