La majestuosa Tenochititlán ofreció a los conquistadores un paisaje lleno de cosas extrañas y asombrosas, bien lo relató el guerrero y cronista Bernal Díaz Del Castillo: “y algunos de nuestros soldados decían que si aquello que veían era entre sueños”. El emperador Moctezuma II albergó en sus dominios algo parecido a un zoológico. Cosa desconocida para los combatientes europeos.
El zoológico de Moctezuma II y su ‘maldito’ serpentario
