El gobierno mexicano asegura que rescatarán los cuerpos de 63 trabajadores de la Mina Pasta de Conchos, en Coahuila. Los restos tienen 13 años sepultados bajo tierra y escombro, y la poderosa compañía minera Grupo México deberá someterse a la “decisión de Estado”.
Texto: José Ignacio de Alba
Fotografía: María Fernanda Ruiz
La tragedia laboral más grave de la historia reciente de México tomará un nuevo giro: este 1 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que rescatará a los mineros sepultados en una de las propiedades de la empresa Grupo México, del multimillonario Germán Larrea. El mandatario federal aseguró que su administración no escatimará recursos ni económicos ni humanos para realizar el salvamento.
El caso se mantuvo cerrado durante 13 años, en dos sexenios el gobierno federal estimó peligrosa la búsqueda que duró cinco días. La actual administración ha mencionado varias veces el caso en lo que va del sexenio y han ofrecido rescate.
Esta mañana, su conferencia matutina, el mandatario dijo que Larrea aceptó colaborar en el rescate, lo que López Obrador consideró como una muestra del «buen ambiente» que hay en el país.
«El mismo Larrea me mandó una carta sosteniendo que no habían podido rescatar los cuerpos, pero habían hecho el intento. Y que aceptaba ayudar y colaborar y ponía a disposición de este esfuerzo los elementos que ellos tienen. ¿Qué demuestra esto? Pues que están ayudando. El sindicato minero, lo mismo. Sí hay un interés en ayudar. Esto demuestra que hay un buen ambiente en el país. Que hay confianza en México», dijo el presidente.
El 19 de febrero de 2006, una explosión en una mina de carbón propiedad de Larrea dejó a 65 mineros atrapados bajo la tierra. A pesar de la exigencia de la familia, sólo dos cuerpos fueron rescatados.
La investigación sobre la responsabilidad de la empresa fue frenada, a pesar de que se comprobó que Grupo México no cumplía con normas de seguridad.
Germán Larrea, el segundo hombre más rico del país y propietario de Grupo México, lleva 13 años en mutismo sobre el caso. Incluso las operaciones de su empresa han proliferado en el país con concesiones carreteras y otros negocios. Para organizaciones como Familia Pasta de Conchos, junto con los restos de los mineros están las pruebas que inculparían a la empresa como responsable por lo sucedido.
Los familiares de los mineros atrapados han enarbolado una lucha por el reconocimiento de sus derechos y han reclamado justicia al gobierno mexicano que los ignoró durante años.
En febrero pasado, el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, aseguró que armarían un plan para el rescate de los mineros. Pero hoy López Obrador incorporó en los planes de búsqueda a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, que tiene la encomienda de “destinar los recursos que sean necesarios”. Y ayer, en el marco del Día del Trabajo, el presidente mexicano anunció el rescate como una “decisión de Estado”.
“Vamos a iniciar las excavaciones para rescatar los cuerpos de los 65 mineros que quedaron enterrados en la mina de Pasta de Conchos desde el 2006. Es un acto de justicia y es un compromiso que hicimos”.
Andrés Manuel López Obrador, durante conferencia matutina.
En su cuenta de Twitter, el senador por Morena y líder de la Confederación Sindical Internacional Democrática, Napoleón Gómez Urrutia, quien ha sido señalado por las familias como uno de los responsables de la falta de seguridad en la mina, agradeció al presidente saldar la “deuda histórica con los 65 mineros atrapados en la mina Pasta de Conchos».
Desde Saltillo, el Obispo Saúl Vera aseguró que si López Obrador busca un auténtico acto de justicia y dignidad, deberá garantizar un juicio contra la Grupo México y los directivos de la mina.
«El rescate no requiere de buena voluntad de ningún funcionario, se trata de un tema de derecho y justicia»
Raúl Vera, Obispo de la Diócesis de Saltillo.
El miércoles, López Obrador aseguró que “se buscó a Germán Larrea, aunque ya en otra ocasión yo se lo había planteado y está fuera del país, y nosotros tomamos esta decisión. Estoy seguro de que no va a oponerse, porque es una decisión con dimensión humanitaria y es también una decisión del Estado mexicano”.
Unas horas después, el empresario envió al presidente una respuesta que no dio a los familiares de los mineros en 13 años.
Un reportero preguntó por la posibilidad de que el gobierno pida perdón a las familias de los mineros, “Sí. Nosotros estamos dispuestos a pedir perdón en todo lo que se haya hecho y hubiese significado o haya significado una injusticia. No podemos nosotros dar la espalda a los dolores de la humanidad. Éste es un gobierno humanista. Entonces, vamos a llevar a cabo esta acción”, respondió.
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