20 octubre, 2021
A la fecha, no hay una sola persona detenida por ese hecho, aunque todavía se habla de esa tarde en la que grupos armados paralizaron la ciudad para evitar la detención de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, quien el 12 de febrero del 2019 año fue declarado culpable en Nueva York por delitos de narcotráfico
Texto: Marcos Vizcarra / Revista Espejo
Foto: Jesús Bustamante
SINALOA.- El 17 de octubre de 2019 la ciudad de Culiacán tuvo un episodio violento de gran magnitud. Ese día nombrado ‘Jueves Negro’ o ‘Batalla de Culiacán’, fue cuando grupos criminales amenazaron y silenciaron a ciudadanos, asesinaron a policías, militares y víctimas inocentes. Hubo también una descoordinación aceptada por las autoridades. Lo que no hay es responsables por esos hechos.
Ese día se detuvo a Ovidio Guzmán López, hijo del criminal Joaquín Guzmán Loera, ‘El Chapo’, pero horas más tarde se le liberó por una orden presidencial, bajo la premisa que de no hacerlo hubiera sido algo más fatal por la amenaza de asesinato de 200 personas en el complejo habitacional militar 21 de marzo.
La Fiscalía General de la República y la Fiscalía General de Sinaloa abrieron carpetas de investigación, pero a la fecha, de acuerdo con solicitudes de información hechas al Consejo de la Judicatura Federal, no se cuenta con órdenes de aprehensión solicitadas.
“Hay carpetas de investigación abiertas, pero no puedo hablar de la información que contiene”, señaló Víctor Manuel Martínez Mendoza, delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Sinaloa.
El operativo de las fuerzas federales comenzó alrededor de las 14:00 horas, cuando se comenzó a rodear la casa de Guzmán López en el fraccionamiento Tres Ríos. Cincuenta minutos después, los elementos entraron al domicilio y comenzaron a retumbar el sonido de armas y fusiles como una escena de terror.
Hubo al menos 500 hombres armados, miembros de grupos criminales, alrededor de esa casa para evitar esa detención, pero no lo lograron.
De inmediato esa violencia se trasladó a todo el sector Tres Ríos, las colonias Infonavit Humaya, Vicente Guerrero y Villa Universidad. Ahí habrían muerto hasta 13 personas, entre ellos un militar y tres civiles que iban pasando por el lugar sin saber de la violencia desatada.
Los hombres armados robaron más de 50 vehículos, amenazaron a los culiacanenses con esos fusiles, algunos fueron golpeados y otros más quedaron heridos.
“Hay carpetas de investigación, pero no han sido concluidas”, indicó Dámaso Castro Saavedra, Vicefiscal General de Sinaloa.
La Comisión Estatal de Atención a Víctimas indicó en un informe que el evento no ha sido lo suficientemente dimensionado, tras analizar las afectaciones psicológicas, emocionales y psicosociales de la sociedad sinaloense.
“A pesar de que el impacto de la agresión perpetrada ese día por la delincuencia organizada no ha sido plenamente dimensionado, la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas (CEAIV) reconoce la decisión del Gobierno Federal expresada en la demanda contra la industria norteamericana de armas de fuego, interpuesta en la Corte de Distrito de Massachusetts con el número 1:22-cv-11269-FDS, cuyos puntos 222 a 224 se refieren al llamado jueves negro”, señaló la Comisión en un informe público.
A la fecha, no hay una sola persona detenida por ese hecho, aunque todavía se habla de esa tarde en la que grupos armados paralizaron la ciudad para evitar la detención de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, quien el 12 de febrero del 2019 año fue declarado culpable en Nueva York por delitos de narcotráfico.
Este trabajo fue realizado por REVISTA ESPEJO, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar el original.
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