7 octubre, 2023
Un conflicto de siglos atrás se reaviva en los últimos días tras los ataques que Hamás perpetró en el territorio de Israel. Los motivos actuales se deben a rupturas políticas, intereses económicos y supremacistas. Las víctimas, sin embargo, siempre son las mismas: la población
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Mohammed ABED / AFP
CIUDAD DE MÉXICO. – La mañana de este 7 de octubre el barzo armado de Hamás, las Brigadas Al Qassam (en conjunto con el Yihad Islámica Palestina) lanzaron ataques aéreos contra Israel. A la par, dirigieron ataques terrestres y con drones contra instalaciones militares y a las ciudades que colindan con la franja de Gaza.
La operación, bautizada como «Inundar al-Aqsa», coincide con el aniversario de la Guerra de Yom Kippur de 1977, cuando Egipto y Siria declararon la guerra a Israel para recuperar el control estratégico de algunas ciudades y el canal de Suez.
🇮🇱 ATAQUE MASIVO DESDE GAZA 🇵🇸
Las facciones armadas palestinas de Gaza han lanzado un ataque sorpresa a gran escala contra Israel. Miles de cohetes han sido lanzados contra territorio israelí y se están produciendo incursiones en ciudades israelíes. pic.twitter.com/bdy0m7paca
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) October 7, 2023
El motivo de los ataques, precisó Hamás en un comunicado, es para frenar los ataques recientes de Israel contra poblaciones palestinas. También, aseguraron, es para acabar con Israel.
El ataque inició a las 6 de la mañana con el lanzamiento de más de 7 mil cohetes durante varias horas. En ese mismo tiempo, milicianos de Hamás traspasaron el muro que Israel construyó para dividir su territorio del de Palestina, una frontera internacional que no ha sido reconocida a nivel mundial.
Traspasado el muro, las fuerzas de Hamás intervinieron en el territorio colindante con Gaza, instalándose en ciudades israelís como Ashkelón y Sderot, donde atacaron a algunos civiles y mantuvieron como rehenes a otros tantos. Entre los rehenes se encuentran dos ciudadanos mexicanos, informó la cancillería mexicana este 8 de octubre.
Hamás también incursionó vía marítima y aérea al territorio israelí. Ahí, capturó una base militar de Israel ubicada en la zona del conflicto. Tomaron de rehenes a cerca de 35 soldados de Israel.
A la par de que Al Qassam atacaba Israel, Hamás llamó a un «levantamiento palestino» en Cisjordania, donde horas más tarde se registraron disturbios, al igual que en Jerusalén.
Hasta el cierre de esta edición, la prensa israelí estima que han muerto 300 civiles y militares tras los ataques. La cifra de heridos asciende a más de 2 mil.
🇮🇱🇵🇸 Los combatientes palestinos están abriendo fuego contra cualquier vehículo que pase por las calles de las ciudades en las que se han infiltrado. Hay múltiples bajas civiles. pic.twitter.com/a8Rq8YUVfA
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) October 7, 2023
Tras el ataque de Al Qassam, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró el estado de guerra, afirmando, mediante un video oficial, que los ataques suscitados no eran «una operación, ni una escalada: sino una guerra».
La decisión fue respaldada por todo el gobierno de Israel.
Posteriormente, el ministro de seguridad israelí, Ben Givir, declaró el estado de emergencia en todo su territorio.
A partir de esa declaración, las Fuerzas de Defensa Israelíes lanzaron una operación militar llamada «Espadas de hierro», y comenzaron a bombardear ciudades en la Franja de Gaza. Los ataques también han sido contra edificios habitacionales en territorio palestino, una práctica habitual de Israel durante las últimas décadas del conflicto.
URGENTE: Israel destruye un edificio de 11 pisos en la Franja de Gaza. pic.twitter.com/1hIKWFkYUV
— Palestina Hoy (@HoyPalestina) October 8, 2023
Mientras lanzaban las bombas, el ejército israelí lanzó ataques aéreos contra milicianos de Al Qassam. Posteriormente, el vocero de las Fuerzas de Defensa Israelí, Daniel Hagari, afirmó que se enviarían a un gran número de fuerzas y reservas militares a la zona sur de Israel, donde iniciaron los ataques.
También se registraron bombardeos israelís en Líbano, sede del grupo guerrillero Hezbollah. Esto, podría extender el conflicto hasta la zona norte de Israel.
El número de elementos movilizados por Israel, de acuerdo con medios de la región, llega hasta los 150 mil efectivos.
Horas más tarde, el ministro de Finanzas de Israel, Bazalel Smotrich, declaró durante el gabinete de guerra:
«Es hora de ser cruel, incluso si eso significa matar a los rehenes israelíes en Gaza».
🇮🇱🇵🇸 Varios medios israelíes informan de que Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, declaró durante el gabinete de guerra “es hora de ser cruel incluso si eso significa matar a los rehenes israelíes en Gaza”. pic.twitter.com/MIkSQAKVD3
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) October 7, 2023
De acuerdo con reportes del gobierno de Gaza la cifra de muertos asciende a más de 300 personas, y se contabilizan más de 2 mil heridos.
Desde 2021 no se registraba un ataque de estas magnitudes entre facciones palestinas e Israel. En ese entonces, Hamás también lanzó cohetes contra ciudades israelís (incluída su capital Tel Aviv).
Sin embargo, el ataque actual supera en proporciones al de 2021. Esto, por el número de cohetes que Al Qassam ha lanzado durante horas en contra de Israel (más de 8 mil), así como por el despliegue de sus tropas que penetró en el territorio israelí.
El motivo principal de los ataques son las agresiones de Israel contra el pueblo palestino y de Cisjordania durante este año. Y que tienen que ver con un conflicto centenario por el expansionismo y colonización en el territorio palestino.
Durante este año, el gobierno israelí lanzó operaciones militares, como en Jenin, el asesinato de civiles y periodistas en Gaza, y los progromos (matanzas) de Huwara protagonizada por colonos israelís dispuestos a despojar más territorios para anexarlos a Israel.
De acuerdo a cifras de las autoridades de Palestina, durante este año Israel asesinó a 268 palestinos.
En una entrevista con la radio y televisión española (RTVE), Husni Abdel Wohed, representante de la autoridad palestina en España, resumió el conflicto:
«Estamos viviendo, una vez más, un episodio con una dinámica muy especial. Hoy Palestina es noticia, no por Palestina, sino por lo que afecta a Israel. A lo largo de este año, una política constante del Estado de Israel, que se repite a lo largo de los años, es una política de asesinatos, de confiscación de tierras, de construcción de asentamientos, de judaización del territorio palestino. Una política de provocaciones, y profanación y ocupación de los lugares santos de los musulmanes y cristianos. Esto es una constante que no es noticia, lamentablemente. A lo largo del año, 268 palestinos fueron asesinados. Esto no es noticia (…). Simplemente es noticia cuando se trata de Israel y cuando se afecta a Israel (…). En la naturaleza hay una ley de la física: a mayor presión, el resultado es explosión».
De fondo, también, existe una crisis política al interior de Israel; país que desde 2019 ha tenido cuatro procesos electorales debido a las divisiones entre los actores políticos.
En ese entonces, gran parte de la población pedía la dimisión del actual presidente, Benjamín Netanyahu, quien se mantiene en el poder gracias a una coalición con grupos de la derecha y extrema derecha israelí.
Muchos de estos grupos son de corte sionista, particularmente mizrajíes, quienes son judíos ortodoxos a favor del expansionismo colonial de Israel, la ocupación y anexión de los territorios de Palestina y Cisjordania, y el desconocimiento de los acuerdos de Oslo que delimitaron los territorios de Israel, Palestina y Cisjordania en el siglo XX.
Los partidos con los que Netanyahu hizo alianza son: Poder Judío, Noam, Sionismo Religioso, Judaísmo Unido de la Torá y Shas.
Entre los personajes clave de la ultraderecha que actualmente ocupan cargos en el gobierno de Israel están: Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas e Itamar Ben-Gvir, ministro de seguridad. Durante este conflicto, ambos han expresado llamados a radicalizara la intervención israelí en Gaza, haciendo un llamado a la crueldad y no tener piedad.
El ascenso de la ultraderecha confrontó al gobierno con su población, quienes protagonizaron arduas protestas a inicios de este año debido a una Reforma Judicial que mantuvo a Netanyahu en el poder, y que provocó escisiones en sus fuerzas armadas.
La guerra, en realidad, no le conviene a nadie; pues además del desastre humanitario que implica, políticamente representa un ambiente tenso para Israel, además de grandes pérdidas económicas.
Hamás es un grupo político – militar que nace en oposición a los partidos de la Organización para la Liberación de Palestina. Su presencia en Gaza es controversial, pero actualmente son quienes impulsan los principales ataques armados contra Israel.
Hamás ha sido catalogada como una organización terrorista por países occidentales, entre ellos Estados Unidos y las naciones que integran la Unión Europea.
Desde el conflicto de 2021, los aparatos de inteligencia de Israel han dado cuenta del reforzamiento militar de Al Qassam (brazo armado de Hamás) a través del contrabando que burla el bloqueo financiero y fronterizo impuesto a Palestina. La mayoría de este contrabando se realiza por túneles, que también sirven de refugio y espacios estratégicos para la ofensiva miliciana.
Datos de los servicios de inteligencia israelíes estimaban que, en 2021, las Brigadas Al Qassam contaban con un ejército que puede llegar hasta los 20 mil efectivos. Esto, sin contar sus reservas y el uso de la policía de a Franja de Gaza, quienes también participan en las Brigadas.
Su división jerárquica contempla la existencia de 6 brigadas regionales distribuidas en todo el territorio palestino, particularmente en la Franja de Gaza. Estas brigadas se subdividen áreas especializadas como cuerpos de élite, brigadas de artillería y de operación de drones. Las brigadas a la vez se subdividen en batallones y pelotones.
Muchos de estos elementos se entrenan en campos ubicados en Irán o países colindantes, aunque también han recibido instrucción del grupo guerrillero de Líbano, Hezbullah.
Su armamento va desde los fusiles de asalto, de francotirador, amatralladoras ligeras, hasta cohetes y drones con los que cumplen uno de sus objetivos estratégicos: trasladar el epicentro del conflicto armado al territorio de Israel.
Mucho de este armamento lo consiguen a través de diversos canales de contrabando, principalmente túneles. Por eso, la mayoría de su armamento es de origen ruso, iraní, sirio y libanés, aunque también cuentan con material norteamericano.
Actualmente, el gobierno de Israel estima que las Brigadas Al Qassam poseen 11 tipos de cohetes, cuyo rango de alcance llega hasta los 200 kilómetros. Algunos de estos cohetes han sido fabricado en otros países, pero otros son hechos por las propias milicias palestinas.
Ante esta amenaza, desde hace algunos años Israel adquirió un sofisticado método de defensa: el Iron Dome. Este, es un sistema de intercepción de misiles que, durante este conflicto, ha evitado que los cohetes impacten en su territorio.
🇮🇱 | EN VIDEO: La Cúpula de Hierro de Israel intercepta misiles lanzados desde Gaza. pic.twitter.com/7kwi1wN4pY
— UHN Plus (@UHN_Plus) October 8, 2023
Sin embargo, para su funcionamiento se necesita una gran cantidad de dinero, esto sin contar las pérdidas económicas que significa la amenaza de recibir un cohete.
Por ejemplo, durante los ataques de 2021, según la agencia Reuters, Israel registró pérdidas por 166 millones de dólares en tan solo dos días. Durante los 11 que duró el ataque, la agencia Al Jazeera estimó que las pérdidas económicas totales ascendieron a los 368 millones de dólares, muchas de ellas debido a la operación del Iron Dome.
Para mantener esta guerra, Israel ha hecho mano de uno de sus más viejos aliados: los Estados Unidos, quienes tras los ataques de Hamás, anunciaron que proveerán «a Israel de todo lo que necesite para su defensa».
Su apoyo no es mínimo, pues tan solo en 2020, el gobierno norteamericano destinó 1.65 billones de dólares para cubrir gastos del programa Iron Dome de Israel.
El papel de los Estados Unidos para escalar el conflicto es fundamental. Por ejemplo, desde hace algunos meses el gobierno norteamericano ha impulsado un tratado comercial y armamentístico entre Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Bahréin e Israel. Esto, en contraparte a la incorporación de Irán y Arabia a los BRICS.
Entre las condiciones que estableció Arabia Saudí para entar al mega acuerdo estaba el otorgar ciertas concesiones a favor de Palestina. Sin embargo, la extrema derecha en el gobierno de Israel no aceptó. Tampoco lo hicieron los Emiratos y Bahréin.
Esta ruptura puede significar un aliado más para Hamás en el conflicto, pues además de Irán, el apoyo de Hezbollah (Líbano), Palestina, Irak, Yemen y Arabia Saudí fortalecerían un eje de resistencia. También, se tiene registros de ataques aislados de policías de Egipto contra turistas de Israel en ese país.
Al apoyo a las facciones palestinas de Hamás se suman Kuwait y Catar. Este escenario, de continuar como está, podría derivar en una guerra regional donde las víctimas (isralíes y palestinas) sufrirán las peores consecuencias.
En esta nueva guerra, hay dos combatientes, Hamás y milicias aliadas, e Israel. No es una guerra de los palestinos ni de los gazatíes. Es de Hamás. Y habrá numerosas víctimas civiles, la mayoría palestinas, y también israelíes.
No es una guerra de liberación de Palestina. Esto… pic.twitter.com/FgXuy029VK
— Témoris Grecko (@temoris) October 7, 2023
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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