Xenofobia y coronavirus

6 febrero, 2020

Si algo debe preocuparnos y ocuparnos -además de revisar nuestras prácticas xenófobas- es saber lo que hará México ante esta emergencia sanitaria global del coronavirus

Twitter: @tuyteresa

Sucedió con el VIH en la década de los ochenta. Durante años se pensó que el Virus de Inmunodeficiencia Humana se transmitía sólo entre la población gay. Luego de varias décadas de intensa labor educativa, se aclaró que hay prácticas sexuales específicas para la transmisión. Por lo tanto, no existen grupos, sino prácticas de riesgo. Hoy, la discriminación es por la nacionalidad.

El otro día -en la fila del supermercado- un señor me dijo: “Hay que cuidarnos, los chinos comen todo lo que se les pone enfrente, no se lavan las manos, tienen costumbres extrañas, ¡¡¡nos están infectando!!!”. Pensé: “¡¿Desde cuándo somos expertos en epidemiología y salud pública?!”.

No es casual que cada Encuesta Nacional sobre Discriminación arroje resultados tan deprimentes acerca de nuestra actitud ante las diversidades: sexual, lingüística, religiosa, étnica, etcétera.

Pensemos en Wuhan, la séptima ciudad más grande, ubicada en la zona central de China, donde se descubrió el primer caso en humanos con el virus 2019-nCoV (coronavirus). Ahora mismo todos sus habitantes están sin salir de casa, sin ir a la escuela, o al cine, sin andar en bici… Mientras no se encuentre una vacuna, poco más de 40 millones de personas deben seguir con restricciones laborales, escolares, de movilidad. En cuarentena por tiempo indefinido.

Además del impacto en la vida cotidiana, están las enormes pérdidas económicas y un sinnúmero de consecuencias globales.

Otra vertiente que preocupa a la comunidad científica es la salud mental: el aislamiento por periodos prolongados puede causar consecuencias devastadoras. Además de las estrategias de salud pública implementadas por el gobierno de Yan Fude, secretario del Partido Comunista, han recomendado buscar espacios para liberar las emociones acumuladas por la tensión de vivir en estricta cuarentena: “Si estás reprimiendo tus emociones, puedes buscar un lugar aislado para llorar unos minutos. Te sentirás relajado después. También puedes instalar un saco de arena en las áreas de descanso del trabajo y realizar algunos golpes de boxeo. Esto también puede ayudar a adaptarnos a esta situación”.

Por si esto fuera poco, además de la emergencia sanitaria global, tenemos que ocuparnos de las manifestaciones xenofóbicas asociadas al origen del coronavirus.

El 4 de febrero de este año, en Dinamarca, el diario Jyllands-Posten publicó una caricatura de la bandera china, en la que en lugar de las cinco estrellas amarillas aparecían cinco coronavirus sobre el fondo rojo de la insignia.

La Embajada China en Copenhague exigió disculpas. Por su parte Jacob Nybroe, editor en jefe publicó: “Jyllands-Posten celebra el principio de libertad de expresión y abre espacio para opiniones divergentes. A veces esto puede hacer que algunas personas se sientan ofendidas, y aunque podríamos sentir empatía con esto, no constituye la base para la edición de nuestro periódico. Nos gustaría reiterar que de ninguna manera la intención de esta caricatura es ofensiva”.

En Francia se han reportado expresiones xenofóbicas contra personas asiáticas. En el portal de la cadena de Radio Europa Uno, se publicó un artículo titulado: “Yo no soy un virus, los prejuicios racistas anti-asiáticos denunciados en las redes sociales”. Durante estas semanas, las personas de origen asiático han sido víctimas de acoso y humillaciones en cines, bares, escuelas, centros comerciales y otros espacios públicos. Algunas personas creen que simplemente por el hecho de ser asiáticos/as tienen el coronavirus. 

En Twitter una mujer anónima de origen asiático creó el #JeNeSuisPasUnVirus (#YoNoSoyUnVirus). En su mensaje, asegura que lo peor de esta pandemia es el racismo sistémico. En España, Italia y Canadá, también ha habido brotes de xenofobia.

Una tuitera escribe: “Ayer camino al trabajo escuché que alguien decía: ´Cuidado con esa china´. En primer lugar, soy vietnamita. No todos los asiáticos somos chinos, no todos los chinos tienen coronavirus y las personas que actualmente tienen coronavirus no son chinos. ¿Es tan difícil de entender?”.

En Wuhan ha concluído el primer hospital completamente equipado para atender la pandemia en la región construido en tan solo 10 días. Los mil pabellones de aislamiento ocupan la mitad de su superficie. Esta semana se alistan los trabajos para concluir el segundo centro de atención con mil 600 pabellones. 

La Organización Mundial de la Salud trabaja con las autoridades chinas y expertos de todo el mundo para obtener información sobre el virus, sus efectos, así como un posible tratamiento.

Si algo debe preocuparnos y ocuparnos -además de revisar nuestras prácticas xenófobas- es saber lo que hará México ante esta emergencia sanitaria global. Ya lo dijo la OMS: “los países con un sistema sanitario precario son los más vulnerables”.

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Hoy es un buen día para hablar de ‘Persépolis’

Guionista, reportera, radialista. Cubre temas culturales, sexualidad, salud, género y memoria histórica. En sus ratos libres explora el mundo gastronómico y literario. Cofundadora de Periodistas de a Pie.