Después de que todos los universitarios regresaron a la normalidad, los libros también recobraron vida. Estudiantes y catedráticos celebran el gran remate de libro universitario en la UNAM
Texto y fotos Alexis Rojas
CIUDAD DE MÉXICO. – Con el regreso a la normalidad después de la pandemia, en el Paseo de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los libros universitarios revivieron. Estudiantes y académicos llegaron a las carpas para llevarse un libro a un peso hasta los 150.
El jefe de ferias de libros de la dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, Pablo Quesada, dijo que los libros tienen descuentos de hasta el 80 por ciento. “Aquí participan 32 dependencias universitarias entre Institutos, Centros de Investigación, Programas de Estudios y algunas facultades de la UNAM”.
El remate de libro en el paseo de Humanidades inició este martes y termina el viernes. En la feria del libro universitaria participan jóvenes universitarios.
El estudiante de Facultad de Filosofía y Letras, David Sánchez de 20 años de edad, dijo:
“Me enteré por una amiga, así que vine al remate de libros. Hay muy buenos descuentos, aquí el libro Ojitos de Tlacuache lo estuve buscando en las librerías, pero cuesta más o menos 600 pesos”.
En entrevista con Pie de Pagina, el jefe de ferias de libros, Pablo Quesada, explicó que el remate de libros se hacía cada año. La última edición fue en 2019, porque la pandemia aisló a todos, así que trabajaron a distancia para la comunidad universitaria.
Las editoriales que participan en el feria del remate son la Revista de la Universidad de México; la Facultad de Filosofía y Letras; la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción (ENALLI); el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad; el Centro de investigaciones interdisciplinarias en ciencias y humanidades, entre otras.
Pablo Quesada dijo que las editoriales universitarias se mantuvieron activos por medio de la librería electrónica y el trabajo a distancia.
“Esta feria sirve para promover la lectura, para conseguirlo tenemos precios accesibles, buscamos que los títulos sean atractivos”, añadió.
En las carpa de la Fundación UNAM, el sociólogo Cristian Noces celebró que haya precios accesibles para los universitarios: “La verdad, el bajo costo te permite comprar vario libros, es la primera vez que vengo al remate de libros”.
El universitario dice que encontró libros para licenciatura y posgrados que son especializados, “compré una revisa de sociología clásica de autoras que fueron olvidadas, ahora estoy recuperando el estudio sobre la explotación de las mujeres; así como de análisis legislativo, desde el derecho e historia de México desde la perspectiva de género”.
Por su parte, Fernando Huesca compartió su experiencia en la feria de libro universitario, él es profesor en de Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. El académico dijo que siempre se asoma a los pasillos de la UNAM cuando ve una carpa para ver si encuentra alguna novedad literaria.
“Me asomé a ver y encontré un libro de Jaime Labastida”, contó.
Mientras que el editor la Dirección General de Divulgación de las Humanidades, Francisco Hernández, celebró que a la feria de libro le va muy bien.
“Está súper, fíjate que hace cuatro o cinco años que no había remate universitario cuanto esto era una tradición porque todas las editoriales sacan de sus almacenes, libros muy valiosos a muy buen precio”.
Y agregó que “regresamos con la gente muy entusiasmada con la feria y se llevan todas las entidades de libros desde las colecciones históricas, clásicos, poesías, historia de la crítica, sociología, filosofía, estética, por mencionar algunos”
El editor dijo que en la pandemia no se no podía mover el libro.
“No podíamos salir, había cierto temor de tocar un libro. Ahora la gente puede tocarlo, por eso está feliz. Es la primera jornada del remate después de casi tres años aislados” reconoció.
Soy Alexis Rojas, ex becario del Programa Prensa y Democracia (PRENDE) de la Universidad Iberoamericana.
Aprendiz de fotografía desde la adolescencia con una mirada hacia los pueblos y comunidades indígenas y acompañante los procesos migratorio en el país.
Me gusta viajar en los rincones de México para contar historias desconocidas.
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