24 noviembre, 2021
Hace falta mayor sensibilidad del Tribunal Unitario Agrario y el Registro Agrario Nacional para cambiar el rostro de la discriminación hacia los pueblos indígenas. Si esto no cambia, será muy difícil hablar de acceso a la justicia
Twitter: @KauSirenio
La mujer llegó temprano al Registro Agrario Nacional (RAN) en Chilpancingo, el lunes 22 de noviembre, esperó cuatro horas para exponer su problema agrario, pero nadie la recibió, solo encontró avisos en la puerta de la dependencia:
“Debido a la contingencia sanitaria por la que atraviesa el país y en cumplimiento a la Jornada Nacional de Sana Distancia en esta Representación hemos habilitado una línea telefónica y un correo electrónico, con el propósito de brindar información sobre el estatus que guardan tus trámites ante el Registro Agrario Nacional”.
Con español golpeado la mujer dijo que habla náhuatl, que su viaje a Chilpancingo fue para regularizar el régimen agrario. Su esposo falleció hace dos años, pero no ha podido tener en orden su trámite porque las veces que ha visitado el RAN nadie le da explicación.
Los gestores que esperaban ser atendidos ese día le dijeron a la mujer que hiciera su cita por internet:
–Señora, en éste dice cómo va a sacar su cita, si no sigue esos pasos, no la van atender –sugirió un hombre que esperaba su turno.
–Pero yo no sé hacer eso, no leer ni escribir –contestó angustiada.
–Entonces que lo hagan sus hijos. ¿No tiene uno que haya estudiado secundaria? –preguntó el hombre.
–No, ni uno estudió, tampoco están en el pueblo –soltó sin mirar a los demás.
Los gestores se fueron, ella volvió a mirar a la puerta de las oficinas del RAN. Pidió ayuda con uno de los transeúntes, pero nadie la auxilió.
La historia de la mujer nahua de Guerrero nos ubica de cómo en este país las dependencias y los funcionarios federales no han cambiado nada, en su forma de tratar a los indígenas y campesinos. La violencia cultural que se ejerce en contra de grupos minoritarios es cada día más profunda.
El Tribunal Unitario Agrario (TUA) y el RAN continúan con su política clasista, a pesar de que la población que atienden es en su mayoría pueblos y comunidades indígenas. Hasta ahora las quejas de los hablantes de lenguas maternas son recurrentes porque no han abierto espacios para traductores e intérpretes indígenas.
Hace falta mayor sensibilidad del TUA y el RAN para cambiar el rostro de la discriminación hacia los pueblos indígenas, porque son ellos los que tardan horas en trasladarse a las ciudades para hacer gestoría. Si esto no cambia, será muy difícil hablar de acceso a la justicia.
Que la pandemia de la covid-19 no sea el pretexto para abandonar la atención a los pueblos indígenas, porque en este territorio campean los conflictos agrarios intercomunitarios. Urge abrir las puertas para que todos sean escuchados.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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