Después de ser discriminada por su orientación sexual, Julissa al fin pudo recuperar a sus hijos. Esta historia relata la lucha incansable de una madre contra un gobierno que se empecinó en no escucharla.
Texto: Redacción Pie de Página
Foto: Claudia Arriaga
CIUDAD DE MÉXICO.- Después de 76 días separada de sus hijos, Julissa pudo recuperar a su hija recién nacida y a su hijo de seis años, quienes le fueron arrebatados por el DIF municipal de Mérida, Yucatán, después de que una trabajadora social considerara que Julissa no debía criar a sus hijos debido a su orientación sexual.
El pasado miércoles, Julissa por fin recuperó a sus hijos. Al momento de salir de las oficinas con sus hijos, la joven fue abordada por la prensa. Fue cuestionada, sobre lo que pasó y dijo: “Creo que hay historias siempre, con héroes, con un príncipe y un final feliz. Les presento a mis príncipes, el licenciado Ismael, al licenciado Nieves [su último abogado], y a mi princesa Génesis [su hija de dos meses de edad]”.
El 26 de octubre de 2022, Julissa acudió al Hospital General Agustín O’Horán, donde dio a luz a Génesis. Pero cuando fue entrevistada por la trabajadora social del hospital, ésta cuestionó la sexualidad de Julissa, ya que ella tiene una expresión de género masculina; además se dedica a la albañilería.
Así que le impidieron llevarse a su bebé a su casa y la trabajadora social denunció a Julissa por presunto maltrato. Le pidieron diversas pruebas, toxicológicas, de trabajo, etcétera. Y le dijeron que para entregarle a su hija debía presentar a su hijo mayor para demostrar que no lo maltrataba. Cuando Julissa y su hijo llegaron se llevaron al pequeño a otra oficina, donde le practicaron pruebas sin el conocimiento ni el consentimiento de su madre. Después no lo volvió a ver.
Como se narró en este espacio, el hijo de Julissa de seis años, Geyser, no tenía acta de nacimiento. El menor nació en Cancún, Quintana Roo, y en aquel entonces, el hospital público no le entregó el certificado de nacido vivo a su madre porque no tenía dinero para pagar por el trámite. Aunque este fue el motivo que alegaron, diversas organizaciones consideran que se trató de discriminación. Julissa es pobre, muy pobre, y también es lesbiana. Y por ello ha sufrido vilencias
El 7 de diciembre sus vecinas fueron a declarar que Julissa no maltrataba a su hijo Que era una buena madre. Su abogada de ese momento, Damiana Quintana Narváez interpuso los amparos para obtener el certificado de nacimiento y así tramitar las actas de sus hijos.
Para el día 17 de diciembre, el segundo día en el que Julissa durmió frente al Palacio de Gobierno de Yucatán, la titular de la Secretaría General del Gobierno, María Fritz se acercó a Julissa y le aseguró que las acciones del Estado son para cuidar del interés superior de los dos menores.
– Hoy que nos ocupa y preocupa, preocupa los niños, nos preocupa que el niño mayor no tenga un acta de nacimiento es un derecho de la identidad, que yo quiero darte a ti y ayudarte a que tu hijo tenga un acta de nacimiento – comentó María Fritz.
– Disculpe, pero no me tiene que ayudar con el acta de nacimiento, mejor regrésenme a mis hijos para poder tramitar el acta de nacimiento – respondió Julissa.
Para el 24 de diciembre, Julissa anunció que ya le iban a entregar a sus hijos. Otras organizaciones impulsaron también ayudarla para que pudiera obtener una casa con mejores condiciones para su hija e hijo, y también un trabajo más estable. Pero finalmente no le fueron entregados.
Ha sido hasta ahora, casi dos meses después, que le entregaron a los pequeños. Al momento de recibirlos, Julissa agradeció a las autoridades.
Portal periodístico independiente, conformado por una red de periodistas nacionales e internacionales expertos en temas sociales y de derechos humanos.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona