7 noviembre, 2024
En 2015 el anarquista de Eloxochitlán de Flores Magón fue condenado a 50 años de cárcel. Obtuvo su libertad 4 años después, pero las autoridades de Oaxaca lo quieren volver a encarcelar, aunque la Corte ya dijo que no hay fundamento para hacerlo
Texto y fotos: Alejandro Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO. – La Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó la sentencia con la que tribunales oaxaqueños pretenden encarcelar, de nuevo, al anarquista mazateco Miguel Peralta, originario de Eloxochitlán de Flores Magón.
El fallo llega después de que su defensa legal interpusiera un amparo tras las intenciones de las autoridades de Oaxaca de volverlo a encarcelar por delitos de los que fue absuelto en 2019.
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Esta es la historia.
El 14 de diciembre de 2014 en Eloxochitlán se llevó a cabo una asamblea para elegir a sus nuevas autoridades comunitarias, concretamente a su alcalde. La elección no fue fácil. Previamente había estallado un conflicto político entre el grupo de Manuel Zepeda y el del exalcalde Jaime Betanzos.
Días antes, las autoridades estatales violentaron los acuerdos al interior de la asamblea de Eloxochitlán. Desconocieron al entonces presidente municipal Alfredo Bolaños Pacheco, quien era cercano a Jaime Betanzos. Esta operación, acusan pobladores, fue orquestada por Manuel Zepeda Cortès.
Los ánimos estaban candentes, y ese día, durante la asamblea, se comenzaron a escuchar disparos en contra de los asistentes. Algunos aseguran que el grupo de Zepeda inició el conflicto, otros, que fue el grupo de Betanzos. Lo realmente verificable es que ese día Eloxochitlán vivió una jornada de violencia.
Entre las múltiples versiones que existen sobre el 14 de diciembre, algunas oficiales, otras extraoficiales, y otras más de la gente de la comunidad, cuatro hechos detonaron las detenciones: las muertes de Manuel Zepeda y Gustavo Estrada; el incendio y daños a propiedad privada, y el supuesto intento de feminicidio en contra de Elisa Zepeda y su madre.
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En todos los casos los acusados son los mismos, y sumaron, en su momento, más de cien personas, todas acusadas de los mismos delitos. Uno de ellos fue Miguel Peralta, pero él no estaba ahí ese día, y hasta la fecha, no hay una sola prueba de que él haya participado en esos hechos. En lo único que se basa la condena es en las declaraciones de Elisa Zepeda.
Sin embargo, en sus primeras declaraciones, Miguel no fue señalado. Fue en días posteriores que lo menciona. Y sus declaraciones son replicadas en copy paste por otros supuestos testigos. Por ello no cumplen con las características para ser tomadas legalmente como pruebas. Las declaraciones se repiten hasta en los errores, sólo recortaron y pegaron. Esto legalmente no es aceptable. Pero los tribunales lo aceptaron, y Miguel estuvo 5 años en la cárcel, hasta que en 2019 fue absuelto, justo, porque no había pruebas en su contra.
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Actualmente, por estos hechos, hay 24 personas totalmente absueltas por estos hechos. 5 de ellas, obtuvieron cambios de medidas cautelares, pues desde 2014 estuvieron en prisión preventiva, es decir: encarcelados sin sentencia. Dos de ellos son Jaime Betanzos y Herminio Monfil, principales dirigentes de la comunidad.
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Martha Betanzos, madre de Miguel, protesta afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pide que el Poder Judicial ahora sí, actúe y revoque la orden de aprehensión contra su hijo.
Este es su testimonio:
«Veíamos que había mucho amiguismo político en cada instancia, en el juzgado de Huautla, en el Tribunal de Oaxaca. Tardaban mucho nuestros documentos para que los firmaran, para que nos sellaran una hoja. Eso fue tardado, porque la parte acusadora tiene un cargo en el poder, es morenista, y ha habido mucho amiguismo político.
Mi hijo se propuso una huelga de hambre, y ganó su libertad el 14 de octubre de 2019. Estuvo libre 2 años con 3 meses, y esta señora volvió a apelar, y mi hijo ahora es un perseguido político. Los abogados, cuando ven que pasa esto, que le giran otra orden de aprehensión, empiezan a impulsar su caso y el expediente llega en enero de este año a la Corte.
A él le asiste mucho la razón. Hay muchas pruebas, muchas cartas, que han aportado la gente del pueblo de Eloxochitlán, de organizaciones internacionales, de todos lados. Él es de un pueblo indígena mazateco, practica la lengua mazateca, nuestra cultura, y por eso nos asiste el artículo 2 fracción VIII, que debemos ser escuchados, y que nos deben dejar en paz.
A nuestro pueblo lo siguen torturando. Los niños no están contentos para ir a la escuela, los señores no están contentos para ir a sus terrenos, porque hay esto que incomoda. Yo les pido que ya nos dejen vivir en paz, que nos den la libertad, que seamos libres, tanto en el pueblo como en nuestros hogares. Y como siempre, yo diré: lucharé hasta tu libertad, hijo, y también por la libertad de todos los acusados».
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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