Piden a la Suprema Corte revisar caso de Miguel Peralta, perseguido político de Eloxochitlán, Oaxaca

13 septiembre, 2023

Foto: Cortesía

Miguel Peralta Betanzos recibió una condena de 50 años por los delitos de homicidio y tentativa de homicidio, después de que una asamblea comunitaria en la sierra mazateca terminara en un conflicto. Su caso, dicen sus abogados es un ejemplo de persecución política por parte de grupos locales

Texto: Diana Manzo / Istmo Press

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OAXACA. – Mazateco de corazón, y hoy resguardado por su seguridad, por medio de una carta pública, Miguel Peralta Betanzos, perseguido político y condenado a 50 años de prisión por el delito de homicidio y tentativa de homicidio, condenó que “la justicia sigue siendo simulada para él y otros de sus 17 hermanos mazatecos”, que lo único que exigen es vivir en libertad.

Su abogado Roberto López, del colectivo Los Otros Abogadoz, pidió la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que revise el caso de Miguel, originario de Eloxochitlán.

Ubicado en la Sierra mazateca de Oaxaca, Eloxochitlán es un municipio donde habitan 14 mil personas. Se divide por usos y costumbres. Y desde hace varios años la disputa política la encabezan los Zepeda, bajo un cacicazgo.

En entrevista, el abogado de Peralta explicó que todo el proceso judicial ha sido una simulación, y se trata de un asunto político encabezado por la secretaria de la Mujer de Oaxaca, Elisa Zepeda Lagunas; y su familia.

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En agosto de 2022, Los Otros Abogadoz promovieron un amparo, donde se demostró una vez más las contradicciones y fabricación de pruebas del expediente 02/2015, y fue resuelto sin entrar al fondo de lo que se plantea.

“Justo por eso estamos pidiéndole a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que atiendan el caso de Miguel, porque los magistrados decidieron regresar el proceso jurídico a la etapa de desahogo de pruebas, con la supuesta finalidad de realizar careos entre Miguel, y los seis testigos, así como con Elisa Zepeda y su padre Manuel Zepeda Cortés”.

Lo que significa: “un retroceso de por lo menos siete años del trayecto jurídico del proceso y a la insistencia de la privación de su libertad”.

Narró que todo ha sido una farsa, pues en 2014, uno de los testigos presentados no hizo su declaración ante el Ministerio Público porque se lo llevaron a firmar, y otrp se amparo para no testificar.

“Ellos con el poder político que tienen han comprado toda la justicia, para adueñarse políticamente de Eloxochitlán, de gobernarlo”.

Recordó que con estos antecedentes, sumados al poder que actualmente ostenta Elisa Zepeda, es imposible hablar de un juicio justo, cuando por casi nueve años, desde el conflicto sociopolítico en Eloxochitlán de Flores Magón, la persecución, los encarcelamientos, la represión y la intromisión de poderes ha escalado.

“Miguel no estuvo y ni participó en la muerte del hermano de Zepeda, lo hemos comprobado, por eso es que pedimos que la SCJN analice este caso. Hay varias recomendaciones emitidas por derechos humanos, donde se recalca que hay impunidad, que hubo tortura y agresiones, entonces lo que hace falta acá es justicia”.

El conflicto

El 14 de diciembre de 2014, el padre de Elisa, Manuel Zepeda, se confrontó durante una asamblea comunitaria con un grupo de habitantes de Eloxochitlán dirigidos por Jaime Betanzos, hoy preso.

Durante el conflicto (que de fondo está motivado por la confrontación de dos visiones del ejercicio político en la comunidad), se asesinó al hijo de Manuel Zepeda, y se giraron órdenes de aprhenesión. Una de ellas, contra Miguel Peralta, pero también a más de cien personas que simpatizaban con Jaime Betanzos.

La muerte del hijo de Manuel Zepeda no se ha esclarecido ni investigado a fondo. Sin embargo, el poder judicial de Oaxaca ha emitido condenas que, como en el caso de Peralta, mantienen en prisión a otros 7 habitantes de Eloxochitlán.

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Esta nota fue publicada originalmente en ISTMO PRESS, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.

Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.