3 diciembre, 2021
Javiera Mena es una de las promesas de la música latinoamericana. En entrevista, la cantautora de origen chileno ahonda en sus influencias musicales, líricas y visuales. Desde el lesbianismo, aborda las diversidades sexuales, esperando que su música sea un mensaje para las nuevas generaciones.
Texto: Ever Aceves
Fotos: Cortesía de la artista
Él mira desde su ventana
afuera, lejos de la cama
y tú y yo
vivimos del misterio del amor
entre las dos
(“Entre las dos”: Miranda! y Javiera Mena)
CIUDAD DE MÉXICO.- Javiera Mena, cantautora chilena y productora, ha sido nominada a los MTV Europe Music Awards, Latin Grammy, entre otros premios. Con un total de seis discos —Esquemas Juveniles (2006), Mena (2010), Primeras Composiciones 2000-2003 (2013), Otra Era (2014), Espejo (2018), y el más reciente: I. Entusiasmo (2021)—, Mena ha sido un referente musical insoslayable de la música electropop en habla hispana.
Javiera es reconocida por su versatilidad musical y calidad creativa en el dominio de la voz, los sintetizadores y el piano. Asimismo, se ha convertido en un referente representativo para la comunidad LGBTQ+, pues fue la primera artista latina, y abiertamente lesbiana, en presentarse en el festival de música Coachella, en los Estados Unidos.
Sus canciones giran en torno a diversos temas. Sus letras están alejadas de lo meloso y más cercanas a una experiencia íntima. Ella misma asume su género musical como “pop de autor”, y lo hace utilizando una poética muy particular.
“Yo afronto las canciones desde la poesía, desde lo más interno”, afirma en esta entrevista, resaltando la influencia que en ella han dejado poetas como Alejandra Pizarnik y Gabriela Mistral. Otras de sus influencias son la obra del psicoanalista Carl Jung y la meditación.
Ella, mediante su obra musical, expresa el amor sin tapujos. Parte del erotismo que yace del encuentro entre dos mujeres —y del poliamor— con una atmósfera lírica que acompaña a sus letras en todo momento.
En su trayectoria ha tenido duetos con artistas y bandas como Julieta Venegas, Miranda!, Gepe, Li Saumet (Bomba Stéreo), Ruzzi, Esteman, Nortec, entre otros.
Su evolución como artista ha sido muy prolífica, no sólo por su alcance internacional (el cual ha ido en aumento), sino porque la experimentación a lo largo de los años le ha dado un sello audiovisual único. Esto la distingue y la dota de una individualidad indiscutible.
En esta entrevista, entre otros temas, indagamos en la música con la que creció, así como en su proceso creativo y la relación entre la poesía y su música. Asimismo, discutimos sobre el efecto que su obra causa en las masas. Hablamos de la estética de sus portadas y sus videoclips. Y también anunció sus próximas presentaciones en México.
He de mencionar que he disfrutado enormemente hacer esta entrevista, pues es una artista a la que escucho y admiro desde sus inicios.
—Tu música tiene un tinte futurista muy fuerte, al mismo tiempo está vinculada con la melancolía, el erotismo, la introspección. Es muy variada, desde baladas hasta canciones más electropop, dance, ¿cómo defines tu música?
—Está muy buena la definición que hiciste. La verdad, puede ser una balada, muy balada, o una canción muy dance, soy muy versátil en ese sentido. Así que yo creo que es eso, como el pop que toca Madonna. Madonna te puede hacer una mega balada y siempre está evolucionando. Para mí Madonna es un referente. Entonces pop, básicamente es música pop.
Son tus ojos, tus labios tienen fuego
…Cada noche se desvanece, se fuga el cielo
…Con un beso te despierto a la ilusión
…Aprovecha que también me desvanezco
(me causas debilidad)
(“Debilidad”: Javiera Mena)
—Me sorprendió mucho ver cómo con tu canción Debilidad te sumaste a todos los cantantes que forman parte de A Colors Show, esta serie de videos musicales grabados en un estudio de Berlín donde, por lo regular, aparecen cantantes de géneros como el R&B. Hiciste una combinación muy interesante entre electropop y R&B, ¿cómo fue para ti participar en A Colors Show?
—Como bien dices, es muy R&B, de las canciones que mandamos ellos eligieron ésta que es un poco más funky, así que quedó bien. Ir para allá fue muy bonito, porque me di cuenta de que el equipo es super humilde. Aprendí mucho de ese equipo, de cómo trabajan y la manera en cómo llevan a cabo la excelencia. Estoy muy contenta de haber participado ahí, de que mi música haya llegado a otros países, como Francia, Alemania… fue un sueño hecho realidad, siempre veo A Colors… y a todos los artistas que ahí aparecen. Fue muy bonito y creo que mi música se puede adaptar a A Colors Show.
—Totalmente, y además el idioma no fue una barrera. Eso es algo interesante de A Colors Show: los idiomas no son barreras, sino que importa muchísimo el ritmo de las canciones, sin importar el idioma. En tu adolescencia escuchabas a bandas como Sonic Youth, Nirvana, lo cual también me sorprendió porque, aparentemente, no se relaciona mucho con la música que haces. También te gustan Pet Shop Boys, una banda en la que encuentro mayor similitud con tu producción musical, ¿qué otras bandas o cantantes fueron parte de tu formación auditiva, digamos, de esa Javiera Mena adolescente?
—Bueno, My Bloody Valentine es importante para mí, esa cosa melancólica que tienen ellos; también el primer disco de Prodigy, Experience. En esa época no había internet, un amigo mío viajó y trajo ese disco, te hablo de muchos años atrás, entonces yo lo copié [en la computadora]. Había una disquería en Chile que se llamaba La Background, ahí me compraba mis CD’s. También me gustaban mucho los Smiths, porque a un vecino le gustaban y me prestó mucha música de ellos. Era melómana, sabía mucho de música y luego con el internet, más. De los quince hasta los veinte años estuve bajando, bajando, bajando música”.
—Eras melómana, qué interesante. Y con tanta música que bajabas de internet, ¿alguna vez te llegó a caer un virus en tu computadora?
—No, nunca tuve un virus, ¡qué suerte! Pero tuve cosas peores, como cuando mi papá formateó el disco duro y me borró todas mis cosas, lo odié para siempre, lloré… Era una compu familiar. Mi padre formateó el disco duro y no le preguntó a nadie. Autoridad patriarcal [reímos sarcásticamente]”.
Rayo di lunar en el reflejar de ti mismo
Esta noche puedo elegir a tu firmamento mirar
…Hasta la verdad
definitiva
en este momento con la luz que va de ti
(“Hasta la verdad”: Javiera Mena)
—Javiera, en Twitter te describes como “Poeta melódica”, me encanta este concepto y creo que aplica perfectamente para ti. Veo una poética muy presente en tus letras, en tu lírica, ¿qué papel ocupa la poesía en tu vida y en tu música?
—Yo siento que los compositores de hoy somos los poetas populares. En algún momento de la historia los poetas inventaron el ritmo y la gente los escuchaba en una plaza. Existía esa figura de un trovador que no solamente toca la guitarra, sino que también puede hacer poesía mientras la gente lo escucha. Eso se ha perdido con el tiempo, la poesía quedó en un lugar más de nicho, y la poesía más popular son las canciones”.
“Yo, como compositora, que hago mis propias canciones, que son mi experiencia, y que pasan a través de mis filtros, de mi mente… Eso es ser poeta. Yo me siento una poeta melódica —porque le pongo melodía—, y porque la música pop no es tan personal, sino que se habla de conceptos más generales, como el amor; y lo que yo hago siento que es una combinación. Yo lo llamaría un pop de autor, porque yo hablo de lo que yo quiero hablar, de mi experiencia, de lo que he vivido y de cómo yo voy por este camino. En ese sentido me siento más poeta que una compositora de canciones equis. Yo afronto las canciones desde la poesía, desde lo más interno. Por eso me llamo poeta, me digo llamar poeta».
—¿Quiénes son tus escritores(as) predilectos? Ya sea de poesía o de cualquier otro género.
—Me gusta mucho una escritora argentina que se llama Alejandra Pizarnik, que es Dios directamente”.
—Buenísima.
“…Su paso por la vida fue corto pero intenso. Es espectacular lo que dice, lo que escribe, cómo lo escribe. Las cosas que emana. Es un poco como poeta maldita, pero para mí los poetas malditos son como los que tienen la verdad, lo único que hacían era [coloca su mano como un espejo frente a sus ojos] enfrentar directamente lo más oscuro, y que todos tenemos. Pizarnik, bueno, también era lesbiana, por lo cual la siento más cercana a mí. Me acuerdo, cuando era pequeña, fue de las primeras personas de las que me dijeron que era lesbiana. También me gusta otra lesbiana que es Gabriela Mistral, chilena.
Javiera Mena
—Claro, sí.
—Compartimos, al igual que ustedes, a Gabriela Mistral en los billetes. Pero en su caso es… ¿Sor Juana?
—Sor Juana, sí.
—También era lesbiana, ¿no?
—Es correcto, Sor Juana también era lesbiana.
—Ellas son mis favoritas, tampoco leo tanta poesía. Yo soy más de la poesía de las canciones.
[Pausamos la entrevista porque le llevan un café a su habitación “Mi droga, mi droga”, dice sonriente].
Tantas horas pensando en ella,
los minutos se convierten en estrellas,
dime qué es lo que quieres tú,
acuéstate, apaga la luz.
Dos latidos y un suspiro,
dos caminos y un destino,
dos historias de un capítulo de amor.
Dos miradas que se cruzan
y dos cuerpos que se usan.
Dos amores en un solo corazón
(“Dos”: Javiera Mena)
—Qué interesante que Alejandra Pizarnik y Gabriela Mistral sean a quienes tienes, digamos, en tu cabecera. Dijiste dos puntos que me gustaría resaltar: “yo canto lo que quiero decir, algo así como un pop de autor”, que va relacionado con “lo oscuro”, que mencionabas, te gusta de Pizarnik. También sé que te gusta Carl Jung.
–¡Sí!
—…sus escritos, este psicoanálisis diferente. Y algo que yo noto en tus letras, porque te sigo desde Mena, ese disco inolvidable, es que están muy presentes elementos cósmicos, al igual que la oscuridad y lo desconocido. ¿Qué te atrae de esos temas? [Hace un gesto que me indica que le gustado esa pregunta].
—Me gustan mucho estos temas, la columna vertebral de mi música tiene que ver, obviamente, con mi conocimiento interno. Yo he practicado mucho la meditación samatha vipassana, que viene del Tíbet. He hecho varios retiros, y ahí me he encontrado no solamente con la parte meditativa, sino con personas, muchos de ellos son psicólogos, porque la psicología budista se está poniendo muy en boga en la psicología occidental también. La verdad ahí está todo, en estos viajes interiores hemos llegado a temas como la sombra”.
“Yo llegué al budismo porque me sentía mal, estaba sufriendo. Este sufrimiento, el porqué se desencadena el deseo, el apego, son temas que tienen que ver con la oscuridad. Oscuridad lo ha llamado nuestra tradición judeocristiana, pero yo creo que la oscuridad y la luz dialogan un poco”.
Javiera Mena
«Por ahí me he metido en estos temas. Me gusta mucho Jung, lo conocí por una chica atea en un retiro, ella trabajaba con una tarotista, era muy jungiana. Me interesa un montón todo lo que desarrolló Jung: la simbología, cómo se generó el lenguaje… Creo que todo está muy ligado a los seres humanos, a la manera en la que nos enfrentamos a la vida, en cómo nos concebimos cuando nos sentimos una mierda de persona, cuando no salen las cosas como nos gustan, o cuando perdemos algo o a alguien: la impermanencia, un concepto muy presente en el budismo, que es cuando las cosas no salen como nos gustan o cuando aparece la muerte. Estas cosas relacionadas con la oscuridad me interesan mucho: la muerte, el deseo».
“La verdad soy una gran lectora de Jung, de Joseph Campbell también, y me sirve para afrontar mis canciones que son tan sencillas, y tener todo este back-up, que es como un iceberg, y yo estar tan bien equipada para hablar de temas tan simples como el enamoramiento. Creo que desde ahí yo abordo mi lírica: desde un lado sencillo, pero teniendo herramientas para poder meterme en todos los temas”.
Noche, noche mágica,
ábrele la consciencia,
como cuando se abre el cielo
y aparece la inmensidad
(“Noche”: Javiera Mena)
—Mencionabas el enamoramiento, que va muy de la mano del erotismo, el cual ha estado muy presente en tu música en los últimos años. Particularmente, el amor lésbico. Pienso en este momento en tus covers: de Mecano: Mujer contra mujer, y de Daniela Romo: Yo no te pido la luna; dos referentes del lesbianismo hispanohablante. Y canciones de tu autoría, como: Espada, Entre las dos, Corazón astral, Dos, en las que el erotismo lésbico está presente, ¿consideras que la música cambia el pensamiento de las masas, o más bien al revés, que la sociedad está pidiendo más representatividad de la comunidad LGBTQ+ en la música?
—Yo creo que es un tema que está en desarrollo. No tengo la respuesta al cien por ciento, pero lo que yo puedo decir es que cada vez mis conciertos están más llenos de gente de género fluido. Ayer tocamos en Córdova, Argentina, y un ambiente maravilloso. Se prendían las luces y veía gente muy joven, de diferentes edades. Siento que hay un cambio de paradigma muy grande, que también, obviamente, genera una reacción. En mi país puede salir un fascista quizá, cosa que me hace sentir mucho miedo. Pero he visto cómo ha cambiado todo, y siento que la música sí aporta.
«Siento un aporte a todo este movimiento con mis videoclips, sobre todo, por lo visual. Por un lado, está la poesía, la lírica, pero hace diez años yo empezaba a salir con chicas en los videoclips, y eso llega a la gente [expande sus manos frente a su rostro, como simulando unos ojos gigantescos] y eso les penetra. De todas maneras, siento que yo he aportado, con la parte visual, una apertura hacia el lesbianismo, que es un tema del que no se habla, al menos en el pop”.
Javiera Mena
Vendrás por mi corazón astral
Acabar en la playa, en el fin de la noche
Acabar en la playa, cuando tú no te escondes
Acabar en la playa, y volverte a besar
Acabar y sentirnos en la aurora boreal
Mujer morena, mirada sincera
Mujer prisionera, te quito las penas
Mujer morena, carita preciosa
Mujer prisionera, suéltate las cadenas
(“Corazón Astral”: Javiera Mena)
—Ahora que mencionas tus videoclips, tú trabajas muy de la mano con dos artistas de la imagen: Rod, en las portadas, y Alejandro Ros, más del lado del contenido de los videoclips. ¿Cuál es tu papel, más allá de lo sonoro, de lo auditivo, en la estética, en la forma en la que te presentas? Ya sean portadas, videoclips, incluso en el vestuario, porque también es muy interesante el vestuario que utilizas.
—Soy protagónica pero también sé retirarme. En ese sentido, creo que mi equipo me valora porque no soy la que está encima todo el rato. Elijo, valoro su opinión. Soy protagonista porque yo les hablo claro desde el comienzo sobre lo que espero: “me siento bien con ropa deportiva, no uso falda…”, ¿cachás?, como que ya tengo bien claras las cosas, pero también les doy libertad para que me presenten lo que me quieran presentar, porque hay muchas cosas que no manejo, no me la paso todo el día informándome ni de diseño gráfico ni de moda, entonces en la génesis soy muy protagonista, pero también delego mucho, y después ambas partes vamos dándole forma. Como tenemos tanta amistad, a mí me gusta mucho trabajar partiendo de la amistad, se da, fluye super rápido.
Me reencontré con un tibio arrepentimiento
y que a la vez le entrega más fuerza al fin
…Porque te atrapa una etapa en la vida fuerte
(muy fuerte)
es esa marca que deja el primer amor
…Aunque cuando bailo contigo
no me preocupo más,
sueño contigo, luz de piedra de luna
Cuando bailo contigo,
no, no trato más de entender que tu luz se apagará.
(“Luz de piedra de luna”: Javiera Mena)
—Es lo que te iba a decir, seguramente hay una amistad muy fuerte porque se nota en los resultados. Es muy buen equipo el que has hecho.
—¡Gracias!
—Antes de despedirnos, ¿tienes algún plan a futuro que quisieras compartir?
—Vamos a sacar un single la próxima semana, no paramos. Estamos presentando el disco como por canapé. Después de eso me voy de vacaciones y luego ya el disco reloaded, va a incluir las canciones que ya salieron y otras más. Estoy en muy buen momento ahora.
—Muchas felicidades por tus logros. En este momento te encuentras de gira, te vas a presentar en la Ciudad de México el 9 de diciembre, y después en Guadalajara y Puebla, ¿correcto?
—Correcto, Ever, ¡nos vemos ahí! Te veo ahí y nos echamos una chela [me dice dibujando en su semblante una sonrisa estelar].
Évolet Aceves escribe poesía, cuento, novela, ensayo, crónica y entrevistas a personajes del mundo cultural. Además de escritora, es psicóloga, periodista cultural y fotógrafa. Estudió en México y Polonia. Autora de Tapizado corazón de orquídeas negras (Tusquets, 2023), forma parte de la antología Monstrua (UNAM, 2022). Desde 2022 escribe su columna Jardín de Espejos en Pie de Página. Ha colaborado en revistas, semanarios y suplementos culturales, como: Pie de Página, Nexos, Replicante, La Lengua de Sor Juana, Praxis, El Cultural (La Razón), Este País, entre otros. Fue galardonada en el Certamen de ensayo Jesús Reyes Heroles (Universidad Veracruzana y Revista Praxis, 2021). Ha realizado dos exposiciones fotográficas individuales. Trabajó en Capgemini, Amazon y Microsoft. Actualmente estudia un posgrado en la Universidad de Nuevo México (Albuquerque, Estados Unidos), donde radica. Esteta y transfeminista.
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