La Red de Refugios para mujeres víctimas de violencia rechaza la decisión del gobierno federal de asumir la rectoría de los centros y pidió claridad sobre implicaciones del programa «Puerta Violeta», que implementará la Secretaría de Gobernación, ya que, aseguran, el modelo no es de apoyo como el refugio sino un centro de justicia

Texto: María Fernanda Ruiz
Imágenes: Archivo /Mónica González

La Red Nacional de Refugios (RNR) rechazó la decisión del gobierno federal de “asumir la rectoría” de los Refugios para Mujeres víctimas de violencias familiar y de género. En un comunicado, resaltó la falta de claridad en el uso del programa “Puerta Violeta” y la desconfianza en los funcionarios públicos. También insisten en dialogar, pues denuncian, no les han dado respuesta.

Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, ha mencionado en diversas ocasiones que es prioridad hacer más refugios y que consideran un modelo idóneo el plan que tiene el municipio de Escobedo, Nuevo León, donde desde hace seis meses funciona la “Puerta Violeta”, plan que replicarían en el resto del país.

En el documento difundido, la RNR señaló que más que ser un refugio, el modelo que se pretende replicar en el país es una especie de Centro de Justicia, además de que no les queda claro si la intención del gobierno es sustituir con reproducciones de “Puerta Violeta” los refugios existentes o si funcionarán como complemento del trabajo de las organizaciones civiles.

En Nuevo León existen dos refugios para mujeres que pertenecen a organizaciones no gubernamentales: Alternativas Pacíficas, quienes se definen como “empresa social”, con 23 años de trayectoria y se nombran “el primer Centro de Refugio para Mujeres con servicios de protección y atención multidisciplinaria en el país”. Dejaron de pertenecer hace tiempo a la Red Nacional de Refugios pero mantienen comunicación con ésta..

En entrevista, Rosa Fierro Campos, directora del Instituto de la Mujer de Escobedo, Nuevo León, explicó a Pie de Página que el modelo de la Puerta Violeta comenzó a diseñarse en marzo del 2018 y fue inauguró el 28 de septiembre de ese mismo año. Desde esa fecha, ubicado en un edificio anexo al Instituto de la Mujer, el organismo ha atendido a 200 mujeres, de las cuales 11 fueron trasladadas a un refugio.

Es un trabajo entre gobierno y organización civil, conformado por el Instituto de la Mujer, la Unidad de Atención a Víctimas y la organización Alternativas Pacíficas. Si el Instituto conoce algún caso de violencia se canaliza inmediatamente con los refugios de Alternativas Pacíficas, donde pueden darle las atenciones y acompañamiento necesario. Al final del proceso regresan al Instituto para darle seguimiento a sus casos y si necesitan por ejemplo apoyo de empleo, hay una bolsa de trabajo, explica Rosa Fierro.

La funcionaria cuenta que la función del instituto en casos de violencia se limitaba a acompañar al lugar donde pudieran denunciar y muchas veces las mujeres no llegaban a ello. Ahora que el gobierno protocolizó la función en un trinomio compuesto por el Instituto de las Mujeres, la Unidad de Atención a Víctimas y Alternativas Pacíficas, siente que pueden dar seguridad y protección. Además cree que es un modelo perfectamente replicable en todo México.

En entrevista Wendy Figueroa, representante de la RNR, dijo a Pie de Página que un modelo de refugio no es como copiar y pegar porque no es lo mismo en la frontera norte, en la frontera sur o en Michoacán; en México, señaló, las realidades que viven las mujeres son distintas.

La Red Nacional de Refugios no está de acuerdo con que toda la experiencia de las organizaciones que operan refugios quede fuera de la elaboración de este nuevo plan, que no se haya analizado desde la colectividad. Cuestionan las implicaciones que pueda tener involucrar a la policìa en el acompañamiento del refugio y si se han acercado a las mujeres víctimas de violencias que se encuentran en los refugios para preguntarles qué desean y si les parece bien eso, si desean que el gobierno opere los espacios que les han garantizado protección, restitución de derechos, confidencialidad y efectividad sin tráfico de influencias.

“El 50% de las mujeres, refieren haber tocado las puertas de al menos 4 instancias gubernamentales de justicia donde recibieron maltrato, incredulidad y cero protección; cientos de estas mujeres llegan a nuestros Refugios huyendo de sus agresores que son policías, empresarios, servidores públicos, integrantes del crimen organizado… ¿Qué hace creer que la cultura de impunidad y violencia estructural misógina cambiará de forma inmediata?” dice su comunicado.

La RNR, menciona sigue buscando diálogo con la Secretaría de Gobernación sin tener todavía respuesta.

Escucha los testimonios de dos mujeres que describes cómo asistieron al INMUJERES por apoyo y las rechazaron. En suma, cuando quisieron denunciar los policías tampoco reaccionaron con perspecctiva de género:

Testimonio de Alma:

Testimonio de Mariana:

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