Delfina Gómez tomó protesta como gobernadora del Estado de México, y con esto selló el fin de más de 100 años de la hegemonía del PRI en lo que era considerado su bastión más importante en el país
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Mario Jasso / Cuartoscuro y Alejandro Ruiz
ESTADO DE MÉXICO. – Mayra Lizeth extiende una mesa de plástico frente al teatro Morelos, en Toluca. En su puesto hay chicles, cigarros y botellas de agua.
“Siempre vengo a vender aquí, pero me pongo más para allá”, cuenta, mientras con su mano apunta a la explanada de la Plaza de los Mártires.
Hoy la plaza está cerrada por un fuerte operativo de seguridad de filtros, militares y ballas que no dejan pasar ni un alma a menos que tengas una acreditación, con foto y código de barras.
Mayra explica el motivo: “Es que hoy es un día distinto: hoy tendremos nueva gobernadora”.
Aunque está fuera de su lugar habitual, Mayra no para de vender sus productos. A su puesto, cientos de militantes y simpatizantes de Morena acuden para refrescarse o comprar una chuchería.
Todos vienen desde los 125 municipios del Estado de México, y algunos recorrieron horas de camino para llegar a Toluca.
«Yo por fortuna vivo aquí», dice Mayra entre risas.
Y luego, con seriedad, da un mensaje que se pierde entre el bullicio de la gente:
«Ojalá una mujer al frente del gobierno haga la diferencia. Fueron muchos años de corrupción, de inseguridad, y sí necesitamos un cambio. Si yo le tuviera que decir algo a la maestra Delfina sería: queremos que cumpla, y no nos decepcione».
Mayra Lizeth, vendedora ambulante.
Hace un par de décadas, pensar en arrebatar el Estado de México al PRI parecía un sueño lejano, pero Delfina Gómez lo logró.
Delfina Gómez ahora toma la palabra en el Congreso del Estado de México, gobernado en su mayoría por el PRI. Rinde protesta ante ellos, frente a su oposición. Los mismos que acusó de saquear el Estado de México durante décadas, Delfina lo dijo claro:
«Esta nueva administración lo que pretende es que exista una unidad y un trabajo de manera continua, por eso vengo a ponerme a sus ordenes, vengo a trabajar de manera coordinada y unida».
Los aplausos inundaron la sala en el acto solemne, mientras en la mesa el presidente López Obrador, el gobernador Alfredo del Mazo y la presidenta del congreso mexiquense, Azucena Cisneros Cos, asentían con su cabeza.
«Me llena de orgullo que por primera vez nos encontremos dos mujeres encabezando este acto solemne: es tiempo de mujeres». dijo Delfina Gómez mientras arropaba a su compañera de partido y presidenta de a legislatura mexiquense, Azucena Cisneros.
Las propuestas que adelantó la gobernadora electa, quien entrará en funciones el 16 de septiembre, se centrarán en una premisa básica: reestructurar la administración del Estado de México a través de la austeridad republicana. Su objetivo, dijo, será aumentar el gasto público sin recurrir a la reducción de personal.
También, de la mano de la presidencia de la república, aseguró la continuidad de los programas sociales en la entidad, como la pensión universal, programas para el campo, educativos y de salud, así como la construcción de las obras de infraestructura pendientes: los trenes que comunicarán a Toluca con la Ciudad de México, así como las obras que conectarán a la Ciudad con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, y que ampliarán la oferta de transporte para el municipio de Ecatepec.
El presidente López Obrador habló al respecto, y posteriormente agradeció el talante democrático del ex gobernador Enrique Peña Nieto, y del actual, Alfredo del Mazo. Ambos, provenientes del mismo partido que en la década de los 80 implementaron la guerra sucia contra el PRD desde a presidencia de la república y sus aparatos de inteligencia.
«Nos ha costado mucho, inclusive vidas, defender la democracia», dijo el presidente. Y después recapituló:
«Yo padecí dos fraudes electorales, y soy presidente porque lo decidió el pueblo de México de manera libre. Pero también tengo que reconocer que el presidente Peña, a diferencia de los otros dos presidentes, no se vendió. No aceptó hacer trampas, y respetó la voluntad del pueblo de México, eso no lo voy a olvidar. Algo parecido sucedió aquí en el Estado».
Afuera, en las calles de Toluca, el mensaje de Delfina no se escuchó por el júbilo de los morenistas que se congregaban a festejar un triunfo histórico.
Entre la multitud, Lourdes camina con un AMLO de peluche. Ella es maestra jubilada, originaria de Ozumbilla, Tecamac, que hace 20 años marchó en esta misma plaza para exigir su derechos. Lourdes, con la mirada en júbilo, reflexiona:
«En estos años del PRI yo no vi que hicieran algo para la gente, yo no vi más que beneficios para su bolsillo. Hoy estamos felices, porque ya se van, y ojalá nunca vuelvan. Estamos felices por eso, porque es tiempo de mujeres, nuestro tiempo».
Adentro del congreso, Delfina le respondería a ella y a los miles de mexiquenses que le confiaron su voto: «No les voy a fallar».
Sonó la banda de guerra. Tambores, trompetas y consignas marcaban el paso de Delfina afuera del congreso. La gobernadora electa ahora iría al emblemático Teatro Morelos, que durante años fue testigo de los mítines y marchas que encabezó el movimiento social mexiquense pidiendo democracia.
En ese teatro, Delfina dirigiría su primer mensaje como gobernadora. En un adutorio repleto de más de 2 mil 200 invitados como Claudia Sheinbuam, Mario Delgado y básicamente todo el gabinete presidencial, pero también las emblemáticas figuras del grupo Atlacomulco: Euriviel Ávila, Emilio Chuayffet, Arturo Montiel y Alfredo Baranda.
«No alcanzó el lugar para todos», dijo Delfina al abrir su mensaje.
Afuera, militantes con pancartas, megáfonos y afiches deambulaban gritando consignas a favor de su nueva gobernadora.
Una de esas personas es Patricia Corona, quien vino desde Ecatepec con sus amigas «las adelitas», para apoyar a «la maestra».
«Siento una emoción, venimos con todo para las mujeres, y vamos con todo, para el cambio. Siento muy bonito, queremos un cambio, vivir mejor, por el país».
Adentro, Delfina les hablaría a ellas, y no tanto a quienes escuchaban su mensaje en las butacas.
«Justo hoy, hace 5 meses y cinco días iniciamos el recorrido de la esperanza para cambiar la realidad de nuestro estado. Hoy, en este mismo recinto, vengo a agradecerles con humildad haber confiado en mí para encabezar la transformación que tanto anhelo nuestro estado tenía. Lo hago, con la absoluta responsabilidad, de iniciar un mandato refrendado en las urnas por millones de mexiquenses que esperaban un cambio, y a quienes digo, con plena convicción: no les vamos a fallar».
Después, definió las líneas generales que su gobierno seguirá: los principios del llamado «humanismo mexicano».
«Queda inaugurado el gobierno del pueblo. Un nuevo gobierno que está comenzando(…). Gobernaré para todas y todos los mexiquenses trabajaremos para todos los sectores, pero en especial, y como dice nuestro presidente, el licenciado Andrés Manuel López Obrador por el bien de todos primero los pobres», afirmó Delfina.
Y recalcó la máxime que ha abanderado a Morena desde sus origenes: que quienes ocupan un cargo público lo hacen para servir al pueblo, y no para servirse.
«Nuestro gobierno será un gobierno de todas y de todos, bajo la premisa de respeto a la pluralidad», señaló, mientras aseguró a los empresarios, organizaciones de la sociedad civil y a la ciudadanía que tendrán las puertas abiertas.
Sobre las problemáticas prioritarias por atender, Delfina enlistó algunas: corrupción, seguridad, movilidad, generación de empleos, cultura y deporte, así como la escasez de agua.
También, afirmó que en los próximos días dará a conocer su nuevo Plan General de Desarrollo, el cual se integró con las propuestas recabadas en su campaña.
Entre las acciones inmediatas que su gobierno implementará estarán las mesas de seguridad diarias, y dignificar la labor de las policías mejorando sus salarios y derechos.
Y prometió avanzar en la construcción de una nueva universidad, y en impulsar el turismo en el Estado de México, generando rutas turísticas e inversiones para ampliar una línea del metro, así como la ampliación del Mexibús y Mexicable. También, iniciará gestiones para reducir el cobro del peaje en las carreteras que comunican diariamente a millones de mexiquenses con la Ciudad de México, y que elevan los costos del transporte colectivo.
Para hacer estas propuestas realidad, Delfina integrará un nuevo gabinete, que estará conformado por:
Su gobierno, recalcó, «será cercano a la gente, no de escritorio, sino de territorio».
Después de los aplausos, las consignas inundaron el Teatro Morelos. Afuera, en las calles, los coros y canciones no paraban.
Mayra Lizeth acabó la venta del día, y recogiendo su mercancía concluyó un episodio que marca el inicio del cambio:
«Es tiempo de la alternancia, de ver que sí cumplan. Ojalá que sí, porque la verdad ya somos un pueblo distinto. Ojalá que cumpla».
«
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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