El gobierno de la Ciudad de México organizó un taller para que la ciudadanía opine sobre el diseño a futuro de la ciudad. Sin embargo, muy pocos vecinos o especialistas asistieron al evento. La mayoría de los participantes son trabajadores de las oficinas de gobierno
Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Ximena Natera
Con la intención de conseguir insumos para la elaboración del Plan General de Desarrollo, el gobierno de la Ciudad de México organizó el taller Planeación Prospectiva. A la reunión, llegó un grupo de vecinos, con invitación previa, para hacer valer su voz. Pero el ejercicio, coinciden varios asistentes, pareció un tanto estéril.
A pesar de que al evento se invitó a más de 150 personas entre asociaciones civiles, organizaciones no gubernamentales, académicos, especialistas en el tema y activistas, los asistentes fueron, principalmente, burócratas de diferentes dependencias del gobierno local: de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, de Salud, de Bienestar y de las alcaldías Iztapalapa y Magdalena Contreras.
Según cuentan los asistentes, uno de los organizadores, que nunca se identificó, aseguró que si bien poco más de la mitad de las invitaciones se dirigieron a las secretarías del gobierno de la Ciudad de México y las alcaldías, el resto se hizo llegar a miembros de la sociedad civil, pero muchos, ni siquiera respondieron a la invitación.
“Muchos de los que vinieron no sabían ni qué era el Instituto de Planeación de la Ciudad”, cuenta en entrevista Armando Estrada, de Ruta Cívica, una de las pocas personas que no forman parte del gobierno que asistieron al taller.
Dicho Instituto será el encargado de gestionar el desarrollo de la ciudad a 30 años. Su creación está incluida en la Constitución de la Ciudad de México, pero hasta el momento no existe. De acuerdo con las autoridades el instituto sigue pendiente porque el Congreso local no ha aprobado la Ley de Desarrollo de la Ciudad ni la de Ordenamiento Territorial.
En el taller, grupos de trabajo vertieron sus ideas sobre un tema de manera estructurada. Hubo cuatro rondas de discusión. La primera fue para ubicar problemas, la segunda para imaginar un futuro deseable, mientras que la tercera y la cuarta para desarrollar acciones concretas para enfrentar los problemas enunciados.
Todas las mesas giraron en torno a cuatro ejes: el desarrollo económico, la sustentabilidad, la gobernanza y sociedad.
Para el doctor en sociología Pablo Gaytán, otro de los pocos asistentes que no forman parte de la estructura gubernamental, el ejercicio de construcción es bueno, pero no se puede adivinar qué fines persigue.
“Yo lo siento de pronto como una acción de legitimación del plan que ya tienen hecho. Intuyo es que es para alimentar el proyecto del instituto y la ley de planeación, pero me parece contradictorio que no se hable de estos dos temas de manera abierta y explícita”, critica.
A pesar de que ambos temas fueron lo que animó al ejercicio, como no existe aún dicha ley, ni tampoco el Instituto, nunca se mencionaron durante el taller.
Jerónimo Díaz, profesor de la maestría de Planeación y políticas metropolitanas de la UAM Azcapotzalco, destaca que la ciudad, al ser tan diversa, necesita de mayores ejercicios de participación, que integren más voces.
“El plan de ordenamiento territorial, que se va a empezar a discutir en el congreso de la ciudad en enero, es el espacio del que se debería de desprender toda esta discusión”, comenta.
“Actualmente hay una discusión muy fuerte por los diputados Federico Döring y Fernando Aboitiz, una presión muy fuerte para definir qué va ser el suelo edificable”, dice sobre los temas que se deberían estar discutiendo, más allá de ejercicios como éste, que podrían ser estériles.
“Lo que necesitan identificar es el mercado potencial de suelo. Hacer sus reservas. Ésa es la pelea que hay que dar” opina.
La próxima semana, el Congreso de la Ciudad de México discutirá la Ley de Planeación, que en pocas palabras definirá los lineamientos bajo los cuales se debe desarrollar la ciudad en los siguientes 20 años.
Actualmente existen dos propuestas de esa ley. La de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que integra propuestas de diversos actores y otra propuesta por el diputado Döring, que según Jerónimo Díaz, se enfoca en controlar los lugares donde se puede construir desarrollos inmobiliarios.
Muchos de los asistentes aseguraron que espacios como estos son valiosos, pero éste en específico tuvo severas deficiencias en su implementación. Una de ellas fue que los resultados son imposibles de rastrear, pues no se sabe qué van a hacer las autoridades con ellos, ni siquiera si van a ser públicos.
“Los que estamos participando nos vemos en la imposibilidad de rescatar lo que se construye. No hay manera de que otras personas sepan lo que pasa aquí. Creo que en cuanto a participación, hay otras dinámicas para producir diálogo”, comenta al respecto Sergio González, del observatorio ciudadano de la Colonia Juárez: La 06600.
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