Nueva caminata por la paz: por la verdad y persecución de grandes criminales

10 enero, 2020

Javier Sicilia Abraza y reconforta a Julian Lebaron durante la conferencia de prensa para dar a conocer los detalles de la marcha por la paz que dará inicio el 23 de enero de 2019. Foto: Duilio Rodríguez

Nueve años después de la primera Marcha por la Paz, el poeta Javier Sicilia y otras víctimas de la violencia convocan una nueva caminata por la paz para finales de enero. Demandan al gobierno federal una política de Estado encaminada a conseguir la justicia prometida desde el inicio del gobierno de López Obrador, en un contexto de imparable inercia de la violencia, asesinatos y desapariciones

Texto: Daliri Oropeza

Fotos: Duilio Rodríguez

En este encuentro abundaron los abrazos. Se reunieron para dar una conferencia, pero no lo hicieron sin antes abrazarse. Javier Sicilia abraza a Paulina Candia. Jacobo Dayan a Sicilia. Al llegar Mariclaire Acosta, abraza a los tres. Al caminar, Julián Lebarón se empareja del lado derecho de Sicilia y antes de entrar a la sala de conferencia se abrazan. No paran.

Una vez más están los activistas en el Centro Cultural de Tlatelolco. Aquí es en donde se reunieron con Andrés Manuel López Obrador como presidente electo en septiembre del 2018. Antes de que iniciara su sexenio, los familiares de las víctimas, entre ellos el poeta, ya exigían algo: un proceso de justicia transicional, en que desde la política de Estado permita llegar a la justicia por crímenes masivos.

Casi una década después de aquella primera Marcha por la Paz del 5 de mayo de 2011, los asesinatos por la guerra desatada por Felipe Calderón pasaron de 60 mil a más de 400 mil, y más de 61 mil personas desaparecidas.

Aquella ocasión, en 2018, acordaron agenda y realizaron mesas de trabajo con el gobierno entrante. La exigencia de verdad, justicia y paz tomó bandera en esta conferencia, en donde hubo un minuto de silencio por las víctimas antes que nada. Un silencio solemne en donde los activistas se pusieron de pie y pidieron a los medios respeto.

Ahora es enero de 2020. Sicilia recita el fragmento de un poema de David Huerta*, y después anuncia:

“Como lo anuncié en mi ‘Tercera carta abierta a Andrés Manuel López Obrador’, saldré a caminar como un deber ético frente al dolor y la muerte que no cesa, que crece, que amenaza con destruir todo”.

Un par de horas después, el poeta confesará que fue motivado por lo sucedido con la familia LeBarón. Le hizo sentir rabia saber del asesinato multitudinario. La sangre se acumuló al entender que la violencia no ha parado, e incluso pareciera estar peor que hace nueve años, cuando emprendió la primera caravana-caminata por la paz después del asesinato de su hijo Juan Francisco, cuando el Movimiento por la Paz potenció su articulación.

«Que las cenizas de mis familiares sirvan para hacer conciencia, para unirnos para frenar la violencia», exclamó LeBarón en conferencia. Poco a poco salen sus lágrimas y se toca la frente. De inmediato Sicilia lo abraza.

Entre los activistas se miran a los ojos. Sienten una a una las palabras que está leyendo Sicilia. Miran incrédulos a los medios. Se miran entre ellos.

“No se trata de mi persona, que quizá no le simpatiza al presidente ni a otros. Tampoco de que con nuestra presencia y nuestra palabra queramos o busquemos sentarlo ‘en el banquillo de los acusados’ (…), hay sólo una gran familia que sufre y clama desde su sufrimiento”.

Jaier Sicilia

Los activistas, las familias y el poeta concuerdan en que se requiere unificar fuerzas para lograr los objetivos de cada colectivo de víctimas, en un camino donde el paso deje huella de un proceso de justicia transicional.

Jacobo Dayan, defensor de Derechos Humanos, es enfático en exclamar: el presidente y su gobierno dejaron de lado la agenda de las víctimas. Explica que hay una parte que no dejaron de lado: las búsquedas. Sin embargo, este paso no abona a un proceso integral de justicia, ya que deja de lado la verdad, le memoria creada de manera colectiva, la reparación del daño digna, atacar la impunidad y la no repetición.

La sociologa y activista de Derechos Humanos Mariclaire Acosta explica que, para este proceso de justicia, falta un entendimiento compartido de lo que ha sucedido en México por parte de la sociedad en su conjunto. Comprender la verdad y, con eso, fortalecer las instituciones.

La propuesta de política de justicia transicional para AMLO

Después del “Segundo Diálogo por la paz, la verdad y la justicia”, se realizaron mesas de trabajo, que duraron aproximadamente tres meses. Participaron decenas de organizaciones de sociedad civil, así como colectivos de víctimas, académicos y expertos nacionales y extranjeros. Varios decidieron participar sin que sus nombres fueran mencionados. Se trató de un proceso plural, con representación de algunas partes del país azotadas por la violencia.

El planteamiento consistió en cuatro ejes fundamentales, plasmados en un documento. El primero: la creación de un Mecanismo Internacional contra la Impunidad en México que permita contrarrestar la debilidad del sistema judicial mexicano.

El segundo: la creación de una Comisión de la Verdad y de la Memoria Histórica que ayude a romper el silencio y, en consecuencia, la impunidad sobre las graves violaciones a los derechos humanos que se han vivido en el país entre el primero de diciembre de 2006 al presente, y entre el primero de enero de 1965 y el 30 de noviembre de 2006.

En el documento-propuesta que hicieron después de las mesas de trabajo, se recalca que los procesos más exitosos de justicia transicional en América Latina son los que combinan la búsqueda de la verdad con la persecución judicial de los perpetradores de graves violaciones de derechos humanos con el Mecanismo Internacional contra la Impunidad.

La tercera propuesta es la creación de un modelo de reparación extraordinario, que sea integral y garantice la existencia de mecanismos efectivos de reparación a las víctimas de violaciones graves de derechos humanos.

Como elemento ineludible para la propuesta, describen en el documento, está la construcción de políticas de verdad, justicia, reparación y no repetición.

La participación de las víctimas es fundamental en el proceso de justicia transicional. Ellas son quienes han vivido en carne propia la problemática y, en consecuencia, comprenden qué tipo de medidas atienden mejor a sus necesidades.

De acuerdo con Jacobo Dayán, quien participó en las mesas de trabajo con la Secretaría de Gobernación, son los puntos que dejaron de lado de la agenda presidencial, por los cuales no se puede hablar de justicia transicional en lo que va de la gestión de AMLO.

No es una esperanza pasiva

Las familias llevan más de 10 años de caminar para buscar, de organizarse para hacer justicia. No son las mismas que en 2011, cuando emprendieron una primera caminata junto con Sicilia y el Movimiento por la Paz. Estos años se han abocado a los grandes vacíos que el Estado deja respecto a búsqueda de sus familiares desaparecidos. Desde el rastreo hasta la búsqueda de reparación.

Sicilia ha buscado a distintos colectivos de activistas y familias para realizar esta caminata por la paz. En una de las reuniones para convocarles, el poeta les dijo a familiares de personas desaparecidas integrantes de colectivos que le da tristeza que “estamos igual en esta búsqueda de justicia que hace 9 años y no se cumple”.

Clarificó que desde la elección de AMLO, sostuvieron pláticas sobre la situación de violencia, de las cuales se ha hecho caso omiso.

Durante esta reunión, el poeta les propone a las familias que llegar a Palacio Nacional visibilicen que estas agendas deben ser prioritarias para el gobierno en curso.

Uno de los objetivos al llegar, sería que el presidente recibiera a las víctimas en ese domingo 26 que planean que la caminata por la paz llegue a la Ciudad de México. Sin embargo, lo primordial es unificar y sumar fuerza para la caminata y para exigir que se retome la agenda de las víctimas.

Cuando Andrés Manuel era candidato, se comprometió a la búsqueda de la verdad y la erradicación de la impunidad. Dijo estar de acuerdo y abierto “a que organizaciones internacionales que trabajan para evitar la impunidad puedan intervenir en el país y puedan perseguir delitos”. Ayer mismo pactó el regreso del Grupo Interdisciplinario de Expertos para el caso de Ayotzinapa.

Las víctimas explican que, sin embargo, las acciones que ha tomado, como la aplicación de programas sociales o la creación de la Guardia Nacional en este primer año resultan insuficientes.

“Hay varios problemas, una cosa es la seguridad en el país, atravesamos el año más violento en la historia, llegamos a 40 mil asesinadas y más de 60 mil personas desaparecidas”, reclama Jacobo Dayán en entrevista.

“La creación de un nuevo cuerpo de seguridad como es la Guardia Nacional es repetir los modelos de los gobiernos anteriores basados en la militarización; de nada sirve si no se reconstruyen las policías municipales y estatales”, complementa el defensor de derechos humanos, quien asegura que no hay un modelo de reparaciones de la magnitud del problema nacional, y los primeros derechos que se tienen que garantizar, que son la verdad y justicia, siguen faltando.

El poeta dijo firmemente que con la justicia transicional, lo que falta en este gobierno es evidenciar “las redes de macrocriminalidad en la que participan criminales, políticos y empresas. De ello nada hay y nada se dijo en la conferencia de prensa referida (de AMLO). Nada de una gran Comisión de la Verdad ni de un Mecanismo Extraordinario de Justicia. Lejos de esa verdad, que pide la Justicia Transicional, el gobierno pretende reducirla a verdades aisladas que dejan de lado las redes criminales que continúan produciendo horror y muerte”.

Por eso convoca y acuerdan apostarle a la caminata, para regenerar el tejido entre colectivos, organizaciones, sociedad en general, en un contexto en el que las familias ya no son las mismas, ya tienen años de organizarse y juntarse para buscar a sus seres amados desaparecidos. Ya hay más músculo.

Javier Sicilia al finalizar la conferencia de prensa sobre la marcha por la paz. Foto: Duilio Rodríguez.

Las inquietudes de las víctimas

Dentro de esta reunión cerrada, las familiares de Tamaulipas, Jalisco, Michoacán, Estado de México, entre otras entidades, expresaron sus inquietudes a los integrantes del Movimiento por la Paz con quienes se dialogaron por más de dos horas para establecer una alianza rumbo a la caminata por la paz.

A continuación se reproducen las reflexiones e inquietudes expresadas, las cuales realizaron al coincidir que es un momento importante para visibilizar la búsqueda de justicia, a un año de que inició el gobierno de López Obrador,y que aún no se sienten los avances en la materia.

“Hay un caos en las Comisiones de Búsqueda, de Atención a Víctimas y ahora en la Nacional de Derechos Humanos”.
“Esta (la justicia transicional) debe ser una política de Estado Prioritaria para diseñar una estrategia contra la violencia”.
“Hay que impulsar entre toda la sociedad un proceso que nos permita comprender la verdad”.
“Las víctimas deben encabezar la marcha”.
“Es invitar a la sociedad toda, porque todos tenemos miedo”.
“Nos están ensangrentando las calles”.
“Que sea un llamado a la unión, caminar unidos entretejer lazos, hacer un llamado para caminar por justicia y verdad”.
“Nos preocupa que se quieran aprovechar de nuestro movimiento, con finer personales”.
“Que haya una propuesta de fondo además de la caminata, que sea un paso que nos ayude a tejer más adelante”.
“Que la unión nos lleve a la fortaleza para lograr nuestros objetivos”.
“Nos hemos reinventado, reorganizado como víctimas en todos estos años”.
“¿Por qué apoyar? pues porque ya estamos normalizando la violencia, y ante eso más vale hacer fuerza entre todos”.
“Hay diferencias entre 2011 y 2010, ahora tenemos más información, sabemos que tenemos capacidad, sabemos a lo que nos enfrentamos, no somos los mismos ignorantes”.
“Es el momento de que nos vean, que ya el dolor de la desaparición de un hijo es tan horrible que otros dolores se dejan de sentir”.
“No hay que permitir que lucren con nosotros”.
“Puede haber una reacción positiva porque no es Calderón”.
“Hay que buscar una representatividad más plural para la caminata”.
“Se convoca a tomar la palabra, a tomar el espacio”.

El proceso de organización de la caminata sigue andando.

Detalles de la caminata

Hasta ahora los acuerdos entre el movimiento por la Paz y los colectivos que se han sumado contemplan:

23 de enero: salida a las 9 am de la paloma de la paz en Cuernavaca, Morelos. Iniciar con 6 horas de caminata y llegar a Cuajomulco.
24 de enero: salir de Cuajomulco, pasar por Tres Marías y llegar a la caseta de cobro.
25 de enero: aún está por definir
26 de enero: Salir a las 9:00 horas desde la Estela de luz, símbolo de la corrupción, dijo el poeta Sicilia, pero también un lugar donde se busca recordar a las víctimas con un memorial. De ahí detenerse en los antimonumentos de la Guardería ABC, por los mineros de Pasta de Conchos, el 43+ por los normalistas de Ayotzinapa, en contra de los feminicidios frente a Bellas Artes y el Antimonumento del movimiento del 68.
Al llegar a Palacio Nacional, intentar abrir diálogo con el presidente.

*fragmento de poema:

Mordemos la sombra
[…]
Los muertos tienen manos
Empapadas de angustia
y gestos inclinados
En el sudario del viento
Los muertos llevan consigo
Un dolor insaciable
Esto es el país de las fosas
Señoras y señores
Este es el país de los aullidos
Este es el país de los niños en llamas
Este es el país de las mujeres martirizadas
Este es el país que ayer apenas existía
Y ahora no se sabe dónde quedó.
—David Huerta

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