El alto problema de los embarazos de adolescentes en México ha disminuido en los últimos cinco años, pero se ha agravado en niñas menores de 14 años
Texto: Daniela Pastrana
Fotos: Archivo / ZonaDocs
En México, cada día hay 27 niñas de menos de 14 años que se convierten en madres. La cifra es estimada, un promedio de los 9 mil 800 embarazos de adolescentes que se registran cada año. Y el registro ya es un avance, porque “antes ni sabíamos cuántas había”, declaró este martes la secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Gabriela Rodríguez Ramírez.
Una previsión conservadora de Conapo es que la pandemia de covid-19 aumentará los embarazos adolescentes, por lo menos en 20 por ciento.
“No queremos que ocurra, por eso estamos aquí fortaleciendo, que ojalá no aumenten, porque obviamente nuestra tarea es que disminuyan, pero covid nos puso en una situación muy complicada, así como la pobreza probablemente va a crecer, es probable que crezca el embarazo”, dijo Rodriguez Ramírez, al participar en la conferencia diaria de Salud.
Explicó que la tasa de embarazo de adolescentes está descendiendo, y en los últimos cinco años bajó 7.8 por ciento. Sin embargo, el descenso es lento y “hoy tenemos la tasa de 68 nacimientos por cada mil adolescentes, lo cual hace un total de mil nacimientos cada día de madres menores de 19”.
Lo más grave, sin embargo, está en la población de niñas menores de 14 años, donde no hay un descenso, sino un pequeño aumento.
“Este es un caso de crueldad, porque estamos hablando de niñas menores de 14, que en muchas ocasiones son víctimas de abuso sexual, de incesto, a veces de matrimonios arreglados, entonces la meta de este tema es reducir a cero, no tendríamos que tener ninguna niña cuidando niñas, niños antes de los 14 años”, insistió.
Karla Berdichevsky, directora del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, explicó que el embarazo adolescente se refleja en altos costos a la salud: las niñas y las adolescentes tienen mucho más altas tasas de muerte materna o de efectos adversos en la persona recién nacida y el embarazo adolescente también tiene un impacto social muy importante.
Además, las niñas se quedan en una desventaja en la sociedad al salir muchas veces del sistema escolarizado. Y hay, incluso, un estudio reciente del Fondo de Población de las Naciones Unidas, que estima que los embarazos adolescentes provocan la pérdida de 63 mil millones de pesos anuales en la productividad.
El gobierno federal prepara dos campañas para enfrentar el problema. La primera, que va enfocada a la autonomía de las mujeres, iniciará el 15 de octubre y tiene el eslogan: “Yo decido”.
La otra estará enfocada a las niñas, con el tema de la violencia sexual.
En el primer caso se buscará fortalecer también el compromiso de los hombres en la responsabilidad del embarazo adolescente.
“No es un tema de mujeres, es un tema de hombres y de mujeres. Así que va el tema de masculinidad muy fuerte, la doble protección, que ellos usen un condón y las parejas mujeres, en los casos de heterosexuales, que es cuando hablamos de reproducción, utilicen un hormonal, si es posible de los de acción prolongada”, explicó.
Tampoco es un tema demográfico, insistió, sino de autonomía de las mujeres. “De que ellas decidan sobre su cuerpo, cuándo, cómo, que prácticas sexuales, qué métodos y si deciden continuar o no un embarazo, que como sabemos en el caso de las víctimas de violación en es un derecho en todo el país”.
Agregó además que para 2020 va a haber otra campaña específica para las comunidades rurales e indígenas, porque “el índice de embarazo es un índice de pobreza de un país, es este país tenemos más pobreza en las comunidades rurales y urbanas donde llega a 99 la tasa por cada mil en esas comunidades y le vamos a dedicar todo el año próximo a eso”.
Karla Berdichevsky destacó las estrategias para que las adolescentes puedan acceder a los métodos anticonceptivos que están disponibles de forma gratuita.
“Tenemos 15 claves de métodos anticonceptivos que se adquieren a nivel nacional y que esperamos que en el momento de que quedan distribuidos hasta el último punto de atención”, dijo.
Optimizar la adquisición de insumos; garantizar que la persona que está a cargo de la provisión de anticonceptivos de servicio de consejería. Y la instalación de 2 mil 800 “servicios amigables” distribuidos en todo el país.
Por su parte, el Sistema Nacional DIF, a través de la Procuraduría Federal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, tiene la responsabilidad de asesorar y representar jurídicamente a las jóvenes.
Berdichevsky contó que hace unas semanas recibieron el reporte de una niña de 10 años que pudo usar redes sociales para comunicarse con alguien fuera de su casa y alertar que estaba siendo víctima de violencia; las autoridades acudieron a ubicar a esta niña y a su hermano y la revisión clínica se diagnosticó que ambos niños eran violados por el padrastro; la niña tenía 23 semanas de embarazo y ahora está bajo protección del Sistema Nacional DIF.
“Lo planteo como un caso que nos obliga a estar todos muy atentos”, dijo.
En las encuestas a nivel nacional se reporta que casi una de cada 10 mujeres tuvo una violación sexual en la infancia. Eso significa que de los casi 10 mil nacimientos registrados anualmente de madres niñas y adolescentes se conoce apenas la punta del iceberg de la violencia. Porque son las que resultaron en embarazos, “pero tenemos un universo que no conocemos de niñas que han sufrido violación sexual y que no estamos midiendo, que no estamos cuantificando”.
Este problema se ha agudizado ante la pandemia por covid, ya sea por que muchas mujeres han tenido miedo de ir a los servicios cuando requieren renovar su abasto de métodos anticonceptivos, porque los servicios cambiaron de ubicación o porque la dinámica social ha puesto en casa a niñas y adolescentes que conviven con un posible agresor.
El subsecretario Hugo López-Gatell recordó que el embarazo adolescente es una anormalidad social que debe ser eliminada. Reconoció que el Estado tiene una participación fundamental para buscar solución y llamó a la sociedad a repudiar las condiciones que llevan al embarazo adolescente y ayudar a proteger a niños, niñas y adolescentes, que gocen de todos sus derechos.
Quería ser exploradora y conocer el mundo, pero conoció el periodismo y prefirió tratar de entender a las sociedades humanas. Dirigió seis años la Red de Periodistas de a Pie, y fundó Pie de Página, un medio digital que busca cambiar la narrativa del terror instalada en la prensa mexicana. Siempre tiene más dudas que respuestas.
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